Carod cede ante Puigcercós como salvación

Mejor juntos que desaparecidos

La renuncia del vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluí­s Carod Rovira, a ser candidato a la Presidencia de la Generalitat en favor del presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha sido explicada por el propio Carod con palabras que dejan traslucir, y escapar, algo de verdad en las razones de tal renuncia. Considera que «las europeas de junio abrirán un largo ciclo electoral y ERC debe empezarlo con la casa tranquila». La hecatombe de ERC -con la pérdida de un 55% de votos- no sólo la convierte en una fuerza marginal en la nueva correlación de fuerzas, sino que el naufragio es de tal magnitud que una encuesta de preferencias electorales ha demostrado que, si hoy hubiese en Cataluña unas elecciones autonómicas, ERC obtendrí­a tan sólo doce escaños, de los veintiuno que posee en la actualidad. Lo que podrí­a agudizarse aún más con la ayuda de las infinitas tensiones internas dentro de ERC, dividida en tres grandes fracciones.

Por ello, Carod auesta por mantener cierta unidad en ERC y por defender el tripartito hasta el fin de la legislatura con el argumento “aplastante” de que años atrás nadie podía imaginar que el PSC se plantaría frente al Gobierno del PSOE ni que el líder del PSC le diría al del PSOE las cosas que Montilla le está diciendo a Zapatero. Sin embargo, la realidad es que el fuerte viento popular por la unidad que se ha levantado en España está barriendo a los nacionalistas. Lo que sólo intenta esconder su debilidad política y la pérdida de votos que ERC viene sufriendo en Cataluña. Ya se manifestó en las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2006, cuando los partidos exclusivamente catalanes, CiU, ERC e Iniciativa, perdieron 175.108 votos. En las elecciones generales de marzo de 2008, ERC cayó de ocho diputados a tres, un descenso equivalente a una pérdida de 349.000 votos.

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