La visita de Obama a Rusia

Medvedev y el «reset» con EE UU

En la ví­spera de la primera visita a Moscú del presidente estadounidense, Barack Obama, Rusia y Estados Unidos aún negociaban el domingo los planteamientos generales de un acuerdo que busca terminar con los arsenales de armas nucleares remanentes de la Guerra Frí­a. Obama llegará el lunes para reunirse con el jefe del Kremlin, Dmitry Medvedev, en lo que se ha considerado una cumbre que podrí­a «reiniciar» las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, en comentarios que subrayan las profundas diferencias subyacentes entre Washington y Moscú, Medvedev dijo en una entrevista publicada el domingo que Estados Unidos debe llegar a compromisos en sus planes para desplegar un sistema antimisiles en Europa

El residente ruso, Dmitri Medvédev, aboga por la creación de un sistema defensivo global antimisiles que haga frente a las amenazas reales, en la víspera del comienzo de la visita de Estado de su homólogo estadounidense, Barack Obama, a Rusia. En una entrevista que publica hoy el diario italiano "Corriere della Sera", Medvédev se muestra abierto al diálogo con Obama sobre el sistema de defensa balístico que EE.UU. pretende desplegar en Polonia y la República Checa, siempre y cuando no sea una iniciativa "unilateral". "Creo que seremos capaces de encontrar una solución razonable. No es absolutamente necesario cancelar todas las decisiones ya tomadas. Basta dar pruebas de moderación. No estamos en contra de desarrollar estos instrumentos de defensa, pero creemos que no debe tratarse de iniciativas unilaterales dirigidas contra una parte dispuesta al diálogo como Rusia", dice el presidente ruso. "Si queremos hablar de una defensa antimisiles, entonces es necesario un sistema global, capaz de hacer frente a todas las amenazas reales", añade. Medvédev define la actitud mostrada por la anterior administración estadounidense, la de George W. Bush, como "intransigente", mientras que la de ahora, según él, está dispuesta a dialogar. La agencia rusa de noticias Interfax citó a una fuente de alto rango del Ministerio de Asuntos Exteriores en Moscú que señaló que el borrador del acuerdo sobre armas que Obama desea firmar a inicios de la semana próxima con Medvedev aún no está listo. Washington planea emplazar baterías antimisiles y un sistema de detección de radar en la República Checa y Polonia, como parte de un sistema global para detectar y derribar proyectiles de enemigos antes de que lleguen a Estados Unidos, pero Rusia se ha mostrado reticente a la idea. Obama ha dicho que el Gobierno de Estados Unidos está revisando el proyecto de defensa antimisiles, pero que Washington necesita construir un sistema que pueda proteger al país y a sus aliados europeos de potenciales ataques nucleares de Irán. Según Moscu, Si EEUU aceptar modificar su concepción de la DAM, se podrá concluir que Washington considera que la amenaza de los cohetes iraníes es real. Si ignora la propuesta, significa que esa amenaza es insignificante, y que Washington utiliza la DAM como pretexto para apuntar sus misiles contra Rusia. Se plantea como pretexto una supuesta amenaza iraní, pero técnicamente está demostrado que Teherán no tiene ni tendrá posibilidades de dominar misiles que puedan alcanzar Europa Central, apuntó. Sin dudas, más allá de otros acuerdos que se puedan firmar y de los gestos de efecto mediático, el curso de las negociaciones sobre la DAM estadounidense será el tema definitorio en la primera visita de Obama a Moscú. Uno de los fines del nuevo tratado a negociar es el de fijar un nuevo límite para ojivas atómicas y sus sistemas de lanzamiento. Aunque apenas se acaba de desarrollar la primera reunión técnica, a nivel diplomático, se da por hecho que ambos mandatarios, tanto el ruso Medvedev, como el estadounidense Obama, están comprometidos en la reducción del armamento nuclear de ambas naciones. Un compromiso que obedece, según observadores, más bien a los problemas económicos que aquejan a ambas naciones y no a una nueva filosofía pacifista. Hasta ahora, por lo menos, no hay señales consistentes de que así sea. También es cierto que tras la limitación propia de armas atómicas, Estados Unidos y Rusia están interesados en impedir o, por lo menos, frenar la adquisición y posesión de armas de destrucción masiva por parte de terceros Estados. Pero tan convencidos del desarme no parecen estar los rusos. El hecho que Estados Unidos mantenga una ventaja material sobre Rusia en armas convencionales, hace temer a éstos que si se llega a un acuerdo de reducción de armas nucleares, puede significar una considerable desventaja. Es a ello que se debe la “reservada reacción” de Moscú al anuncio de la visión de Obama de crear “un mundo libre de armas nucleares”. De la planeada visita de Obama a Moscú deberá salir el borrador de la intención de acuerdo entre las dos mayores potencias nucleares del mundo.

Deja una respuesta