La trágica situación que vivimos estos últimos años no estaba escrita en los manuales de historia. Mediterráneo es el mar entre tierras, un nexo de unión de las culturas que recorren las costas del norte del continente negro a las de la vieja Europa. A la clase obrera nos une el agua de este mar, un pasado común y la explotación capitalista. Y no podemos buscar alternativas a lo que sucede sin partir de la última.
En una época en las que las potencias imperialistas occidentales, aún mantienen sojuzgados los anhelos de liberación e independencia de muchos de nuestros hermanos del sur, nosotros mismos en nuestros países, con nuestras vidas más o menos acomodadas sufrimos las imposiciones económicas, políticas y militares por parte de los mismos estados, gestionados desde el FMI, el BCE, o la OTAN. ¡Son los mismos!
Por esta razón se muestran tan activos en promover nuestra conciencia y despertar el alma caritativa en nuestras sociedades. Ayudando a los que lo necesitan, sin que nos preguntemos por la cuestión de fondo ¿Porqué están así? ¿Quién debe responder ante estos pueblos?
La solidaridad de clase no puede quedarse solo en la ayuda inmediata, urgente, que evidentemente, es absolutamente necesaria e imprescindible para mantener con vida a los miles de desplazados. Pero la solución solo puede provenir de darle la vuelta al mapa que nos han instalado en nuestra conciencia: el que nos enfrenta a la clase obrera y los trabajadores de Europa frente a los explotados de África y el tercer mundo. Sólo luchando y conquistando en nuestro país, un futuro en manos de las clases explotadas y trabajadoras, podremos conseguir un estado que no explote y oprima a otros países. Ni apoye la intervención, injerencia y explotación, por parte de otras potencias occidentales, o participe de ello.
La caridad no es la panacea para este conflicto. El camino debe ser el de organizarnos y unirnos en torno a nuestros intereses de clase, no dejarnos engañar por las diferencias que promueve la burguesía, y desenmascarar a los verdaderos responsables de las guerras, el hambre y la miseria que barren África y Oriente Medio. Esos que desde sus despachos de la OTAN, nos dicen que van a llevar la libertad y la democracia al mundo a base de bombas; Esos que desde sus despachos del FMI han esclavizado y secuestrado el destino de países enteros, hipotecando el futuro de varias generaciones. Esos que nos obligan a aumentar el gasto y la participación en sus incursiones bélicas. Esos que cierran fronteras y las siembran de alambres de espino y concertinas. Muros y cuchillas que no distinguen de nacionalidad, sexo, edad, profesión…
Sólo enfrentando este panorama, es posible cambiar el rumbo de este barco; Sólo así seremos capaces de dar respuesta a las miles de familias rotas, a los miles de muertos y desaparecidos, a los niños sin futuro, o a los niños muertos cubiertos de arena en alguna playa (sean fotografiados o no).
Debemos mirar el mapa desde otra perspectiva. Pegar de nuevo las dos partes que fueron cortadas para alejarnos de una realidad que es nuestra. Sólo así podremos volver a transformar el mar Mediterráneo en una vía de unión, en un horizonte al que cuando miremos, podamos intuir que al otro lado nuestros hermanos nos esperan.
sin city dice:
«El camino debe ser el de organizarnos y unirnos en torno a nuestros intereses de clase, no dejarnos engañar por las diferencias que promueve la burguesía, y desenmascarar a los verdaderos responsables de las guerras, el hambre y la miseria que barren África y Oriente Medio.»…..que si,muy bonito,pero eso para el futuro.No estamos en el socialismo y en la Moncloa no está Recortes Cero(que al paso que va,va a gobernar en el 2700 d.c),por ahora hay que tomar medidas realistas y concretas: que si la Colau les recoge en el puerto de Barcelona,el gobierno les da papeles,los del PP,como buena derecha ráncia que no les da pepeles,la pequeña burguesia que si «los putos negros que vienen a robar y a mendigar»….vamos,un cacao de mil pares
Jorge dice:
«Sólo enfrentando este panorama»
Afrontando. Hacer frente a algo es afrontar, no enfrentar, que es poner una cosa frente a otra.
Corrección aparte, estoy muy de acuerdo con lo que se dice en el artículo: no debemos perder de vista por qué está el mundo como está. Pero tener cáncer no significa que debamos descuidar nuestra diabetes, que también puede llevarnos al hoyo. Y creo que ningunear la cuestión identitaria, nacional, es un error que el marxismo acarrea desde sus orígenes. Jorge Verstrynge lo ha comentado muy bien en varias ocasiones. Os recomiendo que leáis alguno de sus escritos sobre inmigración y competencia, involuntaria y sin mala intención, pero competencia al fin y al cabo, entre el obrero nativo y el obrero inmigrante. También hay alguna entrevista en la que habla del tema por el Tube.
Nestore dice:
¨El camino debe ser el de organizarnos y unirnos en torno a nuestros intereses de clase, no dejarnos engañar por las diferencias que promueve la burguesía, y desenmascarar a los verdaderos responsables de las guerras, el hambre y la miseria que barren África y Oriente Medio.¨
Marisa dice:
Este artículo da una conciencia brutal, extraordinaria, aun para muchos de aquellos que parece que en el fondo lo tengamos claro y que cuando vemos en la tele a la gente del Aquarius, digamos con orgullo ¡por fin!… Pero no, falta mucho por hacer, la clase obrera y las clases populares de todos los países, en especial, las de los pueblos de Europa, -porque por ejemplo, España, somos un puente de acogida en el Mediterráneo-, debemos pegar las dos partes que fueron cortadas, como tan clara y meridianamente plantea Edu y mirar el mapa desde otra perspectiva. Los obreros y los trabajadores unidos de verdad con aquellos que huyen y sufren. Que nadie, ningún centro de poder, (ya se menciona a los enemigos en el art.) nos separe y que seamos nosotros juntos quienes podamos decidir.