Alarma en la nuclear de Garoña

Máximo beneficio; peligro máximo

Estos dí­as un problema en el generador principal provocó una parada «no programada» del reactor, creando alarma en la central. Obligando esa madrugada a detener su reactor y a activar todos los sistemas de seguridad. Esta central nuclear está en el norte de Burgos, a escasos kilómetros del lí­mite con Álava, funciona desde 1971 y desde entonces ha registrado numerosos fallos.

En junio y agosto del 2008 la central de Garoña tuvo otros sendos incidentes. En junio detecta que las dos uertas de la esclusa de entrada al reactor no funcionan adecuadamente, con el consiguiente riesgo de escape. En agosto de ese mismo año se detectó que debido a la descarga de las baterías de alimentación de emergencia no estaba garantizado el funcionamiento de los sistemas de emergencia. El CSN anunció la semana pasada que dedicaría varias sesiones de trabajo a analizar el posible cierre de estas instalaciones, su licencia caduca el 5 de julio de este año. El gobierno deberá entonces decidir si clausura la central, o por el contrario, prorroga su funcionamiento. El problema de fondo es que este nuevo “incidente” en Garoña no es un hecho aislado, sino generalizado que pone de manifiesto la negligente gestión de las centrales nucleares en España. En el concienzudo informe de Ecologistas en Acción “Un año desastrosos para la seguridad nacional”, hace constar que el 2008 fue un año negro para la seguridad nuclear en España. España supera con creces el número de emergencias nucleares tolerables: fugas, descargas… que expresan la degradación en la gestión de las centrales nucleares de nuestro país. En la central de Cofrentes (Valencia) durante el 2008 se produjeron nada menos que cuatro incidentes en diferentes válvulas de la central. También sufrieron emergencias la central de Trillo (Guadalajara) o dos incidentes en la central de Almaraz (Cáceres) El incidente más grave fue la fuga en la central nuclear de Ascó I (Tarragona). Oculto por sus gestores con la complicidad del Consejo de Seguridad Nacional. Por otra parte, Vandellós II (Tarragona) sufrió un incendio en el motor generador. Ambas centrales Vandellós I y II están gestionadas por la ANAV (Asociación Nuclear Ascó-Vandellós) conformada por Endesa e Iberdrola. Como consta en el informe de Ecologistas en Acción el origen último “está en los deseos de ahorrar dinero que tiene la industria nuclear… en la reducción de plantillas, la mala formación de los trabajadores, el mal mantenimiento de sistemas importantes…, etc.” La búsqueda del máximo beneficio de los monopolios eléctricos, expone al máximo peligro (al peligro nuclear) al país.

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