Cargando...El colectivo feminista de España apoya la reforma de la Ley del Aborto que prepara el Gobierno. Aunque considera que la nueva ley debe permitir ampliar los plazos cuando se dé el supuesto de que el feto sea incompatible con la vida o si existe riesgo para la madre.
Frente a las osturas de la jerarquía religiosa sobre este tema, la portavoz del grupo Católicos por el Derecho a Decidir, que forma parte de la red feminista, Mar Grande, ha manifestado “Me avergüenza la campaña de la jerarquía de la Iglesia” que “quiere tener el poder de decisión sobre las mujeres”. La posición de la red feminista en el punto de la reforma que permitiría a las chicas de 16 años abortar sin la autorización de sus padres, es que al igual que otras leyes reconocen la autonomía a los mayores de 16 años (tales como “emanciparse y casarse” o a los 13 años legalmente “mantener relaciones sexuales consentidas con adultos”) en el aborto deben también poder decidir. La red destaca la necesidad de que se establezca una educación sexual y reproductiva a partir de los once años. Ahora bien, el problema principal –que ha quedado relegado con la polémica de la Iglesia o de la edad, que en cualquier caso puede elevarse- es la necesidad de la gratuidad del aborto mediante la sanidad pública. De las 113 mil intervenciones practicadas en año pasado, 97.969 (el 97%) se realizaron en clínicas privadas. ¿Quién garantiza la seguridad, la higiene y la calidad de las clínicas privadas? ¿Por qué tienen que pagar las mujeres por una intervención que debe formar parte de la atención sanitaria pública? La reforma debe dotar de una base material y de seguridad a las mujeres que decidan abortar.