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En Vigo y Santiago, las manifestaciones han sido las más multitudinarias de los últimos tiempos. Es la expresión del grado de rechazo a la reforma laboral y todos los recortes, que se suma al éxito de la huelga, cuyo seguimiento es de entre el 80% y el 90% en todos los sectores.
Decenas de miles de personas han participado en la gran manifestación celebrada en Vigo contra la reforma laboral. En Santiago, a la misma hora, se celebraba una marcha también masiva.
En las horas previas a las manifestaciones, la mayoría de comercios y hostelerías de las ciudades permanecían cerrados. En Santiago, apenas se podía entrar a algunas tiendas. En Vigo y A Coruña la imagen era muy semejante. «La huelga ha paralizado la producción en la emblemática planta de Peugot Citröen en Vigo»
Para UGT y CCOO, el apoyo «masivo» de los ciudadanos en estas primeras horas de la huelga «es la prueba de que la reforma no tiene apoyo social”.
Para el sindicato gallego CIG, “el objetivo de esta convocatoria es que se retire la reforma laboral porque supone el ataque más grave asestado a la clase trabajadora desde el franquismo”.
A la participación masiva, se ha unido el éxito de la huelga en los sectores fundamentales.
Los sindicatos han cifrado entre el 80% y el 90% el seguimiento de la huelga en todos los sectores económicos.La huelga ha paralizado la producción en la emblemática planta de Peugot Citröen en Vigo, por el masivo seguimiento de la huelga.
Tanto la industria como los servicios han parado. Los puertos y las lonjas de pescado tampoco tienen actividad, al igual que los aeropuertos y el servicio de trenes.
La huelga puede calificarse como un éxito, superando las cifras de convocatorias anteriores.
Los únicos incidentes los ha protagonizado la policía, y no los huelguistas. Agrediendo a los miembros de un piquete en Ferrol –con un huelguista herido por la brutalidad policial-, o deteniendo a un fotógrafo del sindicato CIG en Vigo.
La huelga no se ha acabado. Es necesario que el seguimiento siga siendo masivo, así como la participación en todas las concentraciones en cada localidad.
Pero la huelga no va a ser el final de nada, sino el principio de todo. Hay que apoyarse en los buenos resultados de la huelga para fortalecer y ampliar la lucha contra los recortes que el FMI y Bruselas están empeñados en imponernos.