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Este primero de diciembre las tres principales fuerzas sindicales, ΠΑΜΕ, GSEE y ADEDY volvieron a unirse por séptima ves este año contra los despidos y los recortes impuestos desde el FMI y el BCE.
El nuevo primer ministro es Lucas Papademos, ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y el que fuera gobernador del Banco Central Griego entre 1994 y 2002, participando así en la operación de falsificación de las cuentas del país perpetrada por el grupo financiero estadounidense Goldman Sachs.Papademos se reafirma en que concluirá los ajustes impuestos desde el FMI y los cerca de 30.000 despidos de funcionarios se llevarán a cabo. Así mismo expresa la voluntad de continuar en el euro.Frente a esto los trabajadores han organizado una masiva Huelga General. Pararon escuelas, correos, juzgados, oficinas ministeriales y locales, todas las dependencias médicas, excepto las urgencias; transportes por carretera, vía férrea y mar no funcionaron. A media jornada de la misma protesta se manejaban datos de seguimiento del 85% en la construcción, 90% en energía y química, 90% en astilleros y metalurgia en general. Tan solo los controladores aéreos decidieron no secundar las protestas, decisión que fue duramente criticada por el resto de fuerzas sindicales.» Frente a esto los trabajadores han organizado una masiva Huelga General» Las manifestaciones se sucedieron sobre las 11 de la mañana en las todas las capitales. Pero ya desde primera hora de la mañana se podían ver miles de ciudadanos recorriendo en bloques los centros urbanos con pancartas y banderas de sus organizaciones.En Atenas hubo dos manifestaciones distintas, unas 10.000 personas fueron con la Confederación General de Trabajadores (GSEE) y la Confederación de Asociaciones de Funcionarios (ADEDY); otras 20.000 fueron con el Frente Militante de todos los trabajadores (ΠΑΜΕ) bajo la consigna «Contraataque por el Poder Popular de los Trabajadores, donde el pueblo domine la riqueza que produce, sin monopolios, por la eliminación de la deuda y por la liberación de la Unión Europea».Durante la jornada no aparecieron brotes violentos; fue un día pacifico de unidad y movilización ciudadana.Las fuerzas obreras persisten en su presión frente a los ataques del FMI y el BCE y las organizaciones populares y obreras van extendiéndose de la mano del ΠΑΜΕ. No obstante, de la capacidad de unir al 90% de los griegos más allá de la clase obrera y el pueblo trabajador depende la capacidad de éxito frente a las draconianas medidas que imponen los fondos de inversión americanos y alemanes sobre la población griega.