Cae la renta de las familias españolas

Más pobres quince años después

Según el informe del Instituto Nacional de Estadí­stica, en el primer trimestre de 2009 la renta de los hogares españoles sólo ha crecido en un 1,5%, después de diez años creciendo más del 6% anual. Con esta tendencia, a final de año el crecimiento de la renta será negativo, lo que significa que las familias españoles se habrán empobrecido, un hecho que no ocurrí­a desde hace 15 años.

Según el INI la caída de las rentas familiares es general, afecta a todos los factores que intervienen en el cálculo de la renta familiar: las remuneraciones salariales, los beneficios emresariales o “excedentes de explotación” y las rentas de la propiedad.Pero si hay un factor determinante ese es el descenso de las aportaciones salariales. Y el crecimiento desbocado del paro (hemos pasado de una tasa del 8,47% hace un año al 17,36% actual) es la principal causa de este retroceso, ya que las remuneraciones salariales representan el 50% de la renta de las familias. Según el INE, las remuneraciones por salarios han caído un 2,7% en el último año, un descenso que además se ceba especialmente en los sectores con salarios más bajos, como las mujeres y los jóvenes con contratos laborales temporales son los más afectados por la destrucción de empleo.Pero no sólo el paro de los asalariados. El deterioro de las rentas familiares viene también provocado por la caída de la actividad de las pequeñas empresas y los autónomos que son el otro gran componente del pueblo trabajador. Evidentemente la destrucción de casi 100.000 pequeñas y medianas empresas y autónomos en el último año ha sido otro de los factores de empobrecimiento familiar. Y lo hemos visto corroborado en los informes de entidades como Cáritas que recogían el aumento de autónomos que acudían por primera vez en busca de ayuda de primera necesidad, alimentos o ayuda para las hipotecas.La caída de las rentas de las familias españolas puede adquirir a partir de ahora tintes aún más dramáticos. Según diferentes estudios, como el de Funcas, el estancamiento de los precios incluso la bajada del Euribor, han actuado de colchón amortiguador. El problema es que estos colchones sean insuficientes para contener las consecuencias que se deriven del nuevo repunte del paro, que se prevé para después del verano –camino de una tas del 20%- y el alargamiento de la situación de recesión más allá de 2010.

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