Conclusiones de la huelga general

Más claridad, mayor conciencia

El desarrollo de la Huelga General ha puesto de manifiesto cómo a medida que se extienden, amplí­an y radicalizan las movilizaciones contra los recortes impuestos por el FMI y Berlí­n, se va abriendo paso una claridad y una conciencia cada vez mayor de quiénes son los verdaderos enemigos a los que nos enfrentamos y lo que significan sus planes de saqueo.

Si meses atrás surgió, frente a la idea de los “empresarios” o los “capitalistas” en general que se aprovechan de la crisis, la conciencia de cómo la banca, es decir, la oligarquía financiera española, es uno de nuestros principales enemigos, ahora empieza a extenderse que son los dictados de Washington y Berlín la causa principal de la crisis.

El 29-M hemos podido comprobarlo con la aparición de pancartas en las manifestaciones hechas de forma independiente y espontánea por la gente en las que se podían leer consignas como “¿España capital Berlín? No gracias” o directamente contra el FMI y sus medidas.» Lo ocurrido este 29-M demuestra que la línea de situar al imperialismo como blanco principal de nuestra lucha, está cada vez más extendida»

Lo hemos comprobado también en el grado de aceptación y apoyo de las consignas contra Merkel y Obama, contra Washington y Berlín, contra el FMI y Bruselas lanzadas por nuestro partido.

Lo hemos vuelto a oír, incluso, en muchos de los parlamentos finales de las manifestaciones, donde los dirigentes de CCOO y UGT han hablado contra una reforma “impuesta desde fuera, desde Bruselas”.

Esta claridad cada vez mayor respecto al problema capital de contra quién luchamos no es casualidad, sino fruto del trabajo de propaganda de nuestro partido a lo largo de los últimos 3 años y las múltiples iniciativas, batallas políticas y movilizaciones de todo tipo que hemos promovido o en las que hemos participado.

Cada una de ellas, desde la campaña del referéndum de las pensiones hasta las concentraciones de apoyo a la Huelga General del 29-S, desde los manifiestos unitarios en la prensa a las cinco batallas electorales que hemos dado desde el inicio de la crisis, nos ha permitido difundir y extender la idea de que no es “la voracidad empresarial”, ni siquiera “el gobierno de derechas” el principal enemigo al que nos enfrentamos.

Sino al saqueo impuesto por las grandes potencias, por EEUU y Alemania a través del FMI y Bruselas, lanzadas a una frenética ofensiva para apoderarse de una parte sustancial de nuestros salarios y de la riqueza de nuestro país. Saqueo que si a ellos les permite enriquecerse a pesar de su crisis, a nosotros (y a las próximas generaciones) nos condena a un futuro de recesión, paro y empobrecimiento.

Lo ocurrido este 29-M demuestra que la línea de situar al imperialismo como blanco principal de nuestra lucha, está cada vez más extendida y enraizada en las movilizaciones populares. Un excelente presagio.

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