Selección de prensa nacional

Mary Poppins Botí­n

«Mala señal. Un banco no devuelve». Es la conclusión a la que llega Joan Barril en El Periódico de hoy tras conocerse que los ahorros de 50.000 clientes han quedado atrapados en un fondo de inversión inmobiliaria gestionado por el Santander. Ahorros que no recuperarán, en el mejor de los casos, hasta dentro de dos, o tal vez 4 años. Tomando la anécdota del niño y el banquero de la pelí­cula Mary Poppins, el periodista barcelonés insiste en que la sucesión de episodios de la crisis que han tenido a los bancos en su centro han roto la confianza en ellos.

Como dijimos en una de nuestras rimeras escuelas de marxismo popular dedicadas a la crisis, tras la caída de Lehmna Brothers: “Hasta hace sólo unos días todos dábamos por descontado que los bancos custodian prudentemente nuestro dinero, que las instituciones financieras son sólidas, que los centenarios bancos de inversión gestionan con aplomo las grandes fortunas, que las aseguradoras responden de las transacciones comerciales, que los bancos hipotecarios se cuidan de salvaguardar la devolución de los créditos que conceden. De repente, la solidez que cada una de esas cosas tenía que cumplir ha dejado de ser percibible. Todo lo que suponíamos que era real y tangible aparece hoy como una fantasmagoría. De todos los pilares llamados a sostener los fundamentos económicos del mundo capitalista, ha resultado que ninguno es lo que aparentaba ser”. Aunque con cierto retraso, esa misma percepción se va instalando de forma creciente en nuestro país. La misma que lleva al autor a recalcar que “nunca más la relación de los ciudadanos con los bancos va a volver a ser la misma”. Y la cosa va a mayores puesto que, como señala El País en su editorial de hoy, pese a las inconcebibles cantidades multimillonarias de dinero público que ya se han engullido, los planes de rescate bancarios “no acaban de funcionar, ni en Europa ni en EE UU”. Una forma suave de calificar lo que sólo en las líneas siguientes se dice. Que la crisis financiera es tan grave que en la eurozona se están planteando ya “reestructurar e incluso liquidar entidades”, mientras el Banco Central europeo estudia tomar para sí la supervisión, quitándosela a los bancos centrales nacionales, de las entidades financieras que actúan a nivel europeo, lo que en el caso de España afectaría al Santander, BBVA y Popular. Y que sobre algunos países (Irlanda en primer lugar, pero atención que nosotros no estamos tan alejados de ellos como parece) pende la amenaza de la quiebra financiera, con el consiguiente corralito bancario. Quiebras financieras que en nuestro país ya han comenzado, con el hundimiento en la insolvencia de Caja Castilla La Mancha (CCM). Aunque se esté tratando de ocultarlo a toda prisa ante la opinión pública con una rápida absorción por parte de la malagueña Unicaja. Y eso que, según afirma el diario económico Expansión, CCM no es “ni la primera, ni la segunda ni la tercera” entidad en tener la morosidad –y con ella el riesgo acelerado de insolvencia– más alta. Barcelona. El Periódico MARY POPPINS BOTÍN Joan Barril Recuerdo estos días, con nostalgia y con premonitorio agradecimiento, aquella película infantil titulada Mary Poppins (…) Ya saben que los niños de Mary Poppins eran hijos de un banquero de la City de Londres y de una madre sufragista. En un momento dado el padre lleva a sus hijos a que conozcan el banco y un viejo banquero les persuade para que ingresen en la entidad dos peniques. El niño, tal vez camelado por las malas artes de Mary Poppins, intenta recuperar la moneda para comprar a una viejecita migas de pan con las que alimentar a las palomas. El banquero se niega a devolver la moneda, el niño grita, los gritos llegan al patio de operaciones y del patio a la calle. En un santiamén todos los ahorradores de Londres saben que el banco no quiere devolver dos peniques a un niño que los reclama. Cunde el pánico. Los impositores reclaman su dinero y el banco llega a la quiebra. Los fondos de garantías de depósitos y la solidez del mercado bancario español impedirían que un desastre así se produjera. Pero el fondo Banif del Santander ha recuperado el guión de Mary Poppins y ha congelado la devolución de los depósitos durante dos años. Demasiada gente quería recuperarlos, y ya se sabe que los bancos no siempre tienen los dineros que aceptan. Por otra parte, el sector inmobiliario se ha depreciado, lo que significa que los ahorradores que creían tener 100 tal vez ahora tengan 50. En los casinos ya se sabe que la banca siempre gana. Pero gestos como estos no hacen más que añadir más lastre a la confianza popular en el sistema bancario. La banca es un negocio tan legítimo como cualquier otro, pero ha demostrado tener demasiado poder para jugar con el dinero de la gente y con los dineros públicos que, vía Gobierno, se les ha entregado. Es evidente que nunca más –nunca más, insisto– la relación de los ciudadanos con los bancos va a ser la misma. Ahora ha sido Mary Poppins la que nos ha vuelto a abrir los ojos. Un banco no devuelve. Mala señal (…) EL PERIÓDICO. 18-2-2009 Madrid. El País LA CRISIS FINANCIERA SE AGRAVA PESE A LOS PLANES DE RESCATE Los planes de rescate para la banca no acaban de funcionar, ni en Europa ni en EE UU. La crisis financiera es tan grave que la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, afirmó ayer que la eurozona deberá "reestructurar e incluso liquidar entidades" cuanto antes. La banca puede incluso arrastrar a algún país de la zona euro, como Irlanda, que está "en una situación muy difícil", según ha comentado en público el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, que más tarde precisó que nunca quiso poner en duda la solvencia del país. La crisis financiera ha convertido los títulos de los bancos en valores apestados. Los grandes llevan perdido en Europa este año entre el 30% y el 50% de su valor. Ayer, los valores financieros encabezaban los números rojos en las grandes plazas europeas. Mientras, EE UU ha sacado a la luz otro fraude, perpetrado por un magnate tejano, del que se sospecha que ha estafado unos 6.400 millones. EL PAÍS. 18-2-2009 Opinión. El Mundo DE CÓMO SALVAR A LOS MALOS GESTORES CON DINERO PÚBLICO Los nueve consejeros del PP en Caja Castilla La Mancha presentaron ayer su dimisión para expresar su desacuerdo con los planes del socialista Juan Pedro Hernández Moltó de fusionar la entidad que preside con Unicaja. La caja manchega tiene un importante agujero financiero como consecuencia del elevado riesgo contraído en el sector inmobiliario. La operación cuenta con el apoyo político de Chaves y de Barreda y también con el del Banco de España, que concedería ayudas para tapar el quebranto de la caja manchega. Hace unas semanas, el vicepresidente de la entidad, Jesús Bárcenas, dimitió tras denunciar la desafortunada gestión. Ayer, se sumaron los consejeros del PP. Todo indica que Moltó pretende seguir en la cúpula de la nueva entidad, sin pagar precio alguno por sus errores. Con esta operación, el PSOE mataría dos pájaros de un tiro: evitar el escándalo de la quiebra y seguir controlando un grupo de mayor tamaño. Es justamente lo que no se debe hacer: sanear los bancos y las cajas con fondos públicos sin exigir responsabilidad alguna a los gestores. EL MUNDO. 18-2-2009 Económico. Expansión EL HURACÁN CREDITICIO Y LA DURA FACTURA PARA CCM Hace un año, cuando la crisis todavía no se había asomado con toda la crudeza en España, un banquero de inversión llamaba la atención, en una reunión de trabajo, sobre la particular situación de Caja Castilla-La Mancha (CCM) por su elevada exposición al sector inmobiliario, y alertaba sobre esta peligrosa fuente de problemas. En aquel entonces la entidad era centro de especulaciones sobre una inminente intervención del Banco de España. Hoy, con la crisis subprime en plenitud, los hechos pueden acabar dándole la razón. La decimosegunda mayor caja por activos afronta una previsible integración con Unicaja, octava caja por activos, como mal menor a sus problemas. Sus magnitudes, que a principios de 2008 apenas apuntaban en esa dirección, permiten observar hoy algunas de sus preocupaciones. La caja que preside Juan Pedro Hernández Moltó registraba en septiembre un descenso de un 75% de su beneficio, hasta los 42 millones. Un año antes había logrado una ganancia de 170 millones. La fuerte caída de los ingresos por operaciones financieras, el repunte de un 26% de las provisiones para cubrir insolvencias y los menores ingresos extraordinarios descubrían la fatal evolución de sus cuentas. Aunque por encima de estos factores se aprecia el mal que ataca a toda la banca española, el galopante repunte de la morosidad, la mayoría ligada al mundo inmobiliario (créditos a promotores y particulares), en un escenario de agudo deterioro económico y varias suspensiones de pagos de firmas inmobiliarias. Este acusado desplome del sector inmobiliario la ha metido en una delicada situación. Su morosidad se multiplicaba por nueve entre enero y septiembre, pasando del 0,5% al 4,57%, uno de los mayores ratios en España. En contraste, la morosidad del conjunto del sistema se situaba en septiembre en el 2,54%, y las de las cajas, en el 2,96%. Además, las provisiones con las que contaba la caja en septiembre sólo cubrían el 45% de los créditos dudosos. En diciembre de 2007 cubrían el 358%. La foto empeoró en la recta final de 2008, cuando se acentuó la pésima coyuntura económica, aunque la caja manchega todavía no ha revelado sus cuentas de 2008. Según fuentes oficiales, su morosidad “no será la primera, ni la segunda ni la tercera peor del sistema”, por debajo del 5%. EXPANSIÓN. 18-2-2009 Opinión. Público ¿CUÁNTO CUESTA DESPEDIR A UN EMPRESARIO? Isaac Rosa “No estamos pidiendo el despido libre porque ya existe, pero es carísimo. El más caro del mundo” -Gerardo Díaz Ferrán, presidente de CEOE- Como somos muy brutos, no acabamos de ver la relación entre despido barato y creación de empleo. Hacemos cuentas con los dedos y pensamos: si con el despido “caro” se ha ido a la calle un millón en un año, ¿cuántos habrían caído si costase la mitad? Sobre todo si pensamos en esas grandes empresas para las que su plantilla es un valor más con el que especular incluso cuando no tienen dificultades económicas: despides varios miles, y subes en bolsa. Somos muy brutos, y muy descreídos, porque conocemos a pocos parados que hayan cobrado los famosos 45 días por año. En realidad la mayoría cobra mucho menos. En 2008 la indemnización media no llegó a 20 días. Algunos se van con lo puesto, por ser temporales; otros reciben menos por tener algún maravilloso contrato de fomento del empleo. Hay trabajadores que aceptan una indemnización reducida porque son lentejas, y si no la cogen, ya pueden esperar meses o años para recibir lo que les corresponde vía judicial. Y aún cabe que la empresa se declare insolvente y pague el Fondo de Garantía Salarial. Pero es que no sólo somos brutos y descreídos. También malpensados. Y nos da por hacer preguntas tontas. Por ejemplo: ¿cuánto cuesta despedir a un empresario? Si los accionistas de una eléctrica, un banco, una constructora o un fabricante de coches deciden poner en la calle a su presidente o a su consejero delegado, ¿cuánto tienen que pagarle de indemnización? Están blindados por millones de euros, y cada año que pasa sale más caro despedirles. ¿Será por eso que no hay EREs para superejecutivos? PÚBLICO. 18-2-2009 Bilbao. El Correo ENTRAMPADOS Lourdes Pérez La candidatura de Ibarretxe y la identificación de nuevo de esta campaña electoral poco menos que como un ‘todo o nada’ para el nacionalismo gobernante, ese contexto al límite en el que tan cómodo parece sentirse siempre el lehendakari, han entrampado al PNV de Urkullu en un camino de difícil reconducción incluso si logra retener el poder. El estado de hibernación en el que ha dejado el partido el discurso más soberanista no sólo no implica la renuncia por parte de Juan José Ibarretxe a reformularlo si la reelección así se lo permite. Tampoco que la actual mayoría en el EBB pueda estar en condiciones de imponer sus tesis más posibilistas a partir del 2 de marzo. Especialmente porque, con independencia del resultado, cualquier tentativa de hacer desistir definitivamente a Ibarretxe de los propósitos por los que lleva casi una década porfiando o de cuestionar su ascendiente para favorecer un eventual entendimiento con los socialistas acabarían convirtiéndose en el detonante de la división interna. Sólo la salida del Gobierno aceleraría el relevo de quien constituye lo más duradero que ha tenido el nacionalismo vasco en los últimos diez años. Pero el coste sería difícilmente asumible para un partido con tal instinto de supervivencia en el poder. Es cierto que Ibarretxe no tiene ni mucho menos asegurada la reelección, ni tampoco las fidelidades en el supuesto de que lo que esté en juego tras la noche electoral sea conservar la Presidencia. Pero el discurrir de la campaña parece diseñado para alguien como él, y no sólo por su correosa resistencia ante los obstáculos. También porque, por paradójico que resulte, la supeditación del derecho a decidir a las urgencias de la crisis le está proporcionando la ocasión de redescubrirse en su papel de gestor, ése tan propicio para tratar de convencer a los dubitativos o recelosos de que ante las dificultades económicas, aunque no se reconozcan en toda su gravedad, más vale lo ya conocido. Y para alardear de esa otra forma de soberanismo que se basa en confrontar el progreso vasco con el español. Si Ibarretxe gana y, además los números le permiten gozar con sus socios de la mayoría que nunca ha atesorado, podrá sentirse legitimado para reivindicarse a sí mismo, máxime después de cómo se han aireado las reticencias que su continuidad ha provocado en sus propias filas. Si es derrotado, la compleja administración del fiasco quedará en manos de un partido con una frágil unidad. Un partido al que Ibarretxe ha anclado a sus presupuestos de forma mucho más profunda de lo que refleja la contienda electoral. EL CORREO. 18-2-2009

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