Cargando...«Cuando interpreto me transformo. Me quema dentro una especie de fuego, una especie de delirio. Y me siento fuerte como un león. Solo esto. Si soy un buen actor o no es algo que nunca lo he sabido. Lo siento.»
Tal día como nació el magnético actor Marlon Brando. Brando hinotizaba y enamoraba a cualquier tipo de público. Venia de Broadway; aprendió en el Actors Studio con Lee Strasberg y el mismo Kazan. Pasó también por El Group Theater donde aprendió todas las enseñanzas de Constantin Stanivslasvki cuando las ideas de Freud se habían popularizado en los EE UU.Actor volcánico, personaje atormentado, su registro no incluía la comedia. Su personaje del obrero polaco Stanley Kowaslky con Vivien Leight en un Tranvía llamado deseo le catapultó. Un Tranvía llamado deseo, obra del dramaturgo norteamericano Tennesse Williams, supuso un rotundo éxito en Broadway y más tarde se adaptó al cine. Brando encarnó algunas de las contradicciones del siglo. Brando y Leigh daban vida a la cara y cruz de una America deprimida.Inolvidable y quizás el mejor de la historia del cine fue el monólogo interpretado por Brando en Julio Cesar de Mankiewick. Fue el padrino más famoso, una de sus más aplaudidas e influyentes interpretaciones. Irrepetibles son sus interpretaciones en Queimada de Gilo Pontecorvo como William Walter, agente del imperialismo inglés con la misión de hacer que la isla de Quiemada bajo dominio portugués pase a manos inglesas, o como no su papel de Kurt en Apocalipsis Now.