El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado que Patxi López, el candidato socialista a lehendakari, tendrá, después de las elecciones vascas, las «manos libres» para decidir con quién y cómo gobernará en Euskadi. El asunto no es baladí. Estamos hablando de lo fundamental que se dilucida en el País Vasco. Si se termina, de una vez, con los largos años del régimen nazifascista instalado en el gobierno autonómico vasco, régimen apoyado en el terror y en el nacionalismo étnico obligatorio. Si todas las fuerzas constitucionalistas se unen para echar a Ibarretxe y los suyos del poder autonómico. Poder que están usando para mantener su régimen de imposición y dominación, aprovechándose de la actividad terrorista. Nos jugamos la vida y la libertad de todos los demócratas en Euskadi, y, por tanto, en toda España.
Patxi Lóez ha pedido a Zapatero y a la Ejecutiva federal del PSOE que él pueda disponer del poder de decisión ante el imprevisible panorama que puede aparecer en Euskadi, tras las elecciones del 1 de marzo. Hace unos días el periódico El País ya facilitaba la tarea del candidato socialista ofreciéndole cuatro hipótesis, alianzas o escenarios posibles: uno, gobierno del PSE en minoría; dos,reedición del gobierno tripartito, presidido por el PNV; tres, gobierno del PNV con presidente distinto a Ibarretxe; y cuatro, gobierno PNV-PSE o PSE-PNV. Pero, añadía, hoy por hoy, es muy difícil debido al abismo creado, en estos diez años, por el PNV entre los nacionalistas y los no nacionalistasCualquier lector con sentido común se habrá dado cuenta que El País ha eliminado la más obvia de las hipótesis si, realmente, se quiere desmantelar el régimen, que usando las melosas palabras del citado rotativo, (el soberanismo de Ibarretxe) ha creado, durante diez años, un abismo entre nacionalistas y no nacionalistas. Si no se busca ponérselo al lado y darle un balón de oxígeno. Una hipótesis en absoluto descartable es que el candidato socialista pueda gobernar con el apoyo, de una u otra manera, del resto de las fuerzas constitucionalistas, es decir, el PP y UPyD. El PNV ya ha corrido a responder que, en ese caso, retiraría su apoyo a Zapatero en las Cortes. Pero, por si acaso, el mencionado diario nos adelanta, para que no caigamos en la tentación, que, según las encuestas, lo que quieren la mayoría de los vascos es el gobierno PNV-PSE o PSE-PNV.Hay que exigir, desde ya, al candidato socialista que mantenga una posición política firme frente al nacionalismo étnico excluyente de Ibarretxe y compañía. Que el único objetivo, que debe regir su campaña y sus decisiones posteriores, es desalojar a los representantes del régimen de terror del Palacio de Ajuria Enea. Y acabar con él.