Alarma social: Inmigración.

Mano de obra de usar y tirar.

El sector de los trabajadores inmigrantes es uno de los más desrotegidos de la clase obrera. Murcia es una de las comunidades que más inmigrantes recibe y ante la crisis, el plan retorno del Gobierno, el cupo que la Guardia Civil ha establecido desde Madrid puesto en cuestión se está dando lugar a un entramado de corrupción y desajustes que terminan pagando este sector de nuestra clase obrera.La diputada del PP por Murcia Lourdes Méndez ha presentado ante el Congreso una batería de preguntas que espera respuesta del Ministro del Interior Rubalcaba. Aunque se plantea como pregunta la cuestión de cubrir el cupo de detenciones de sin papeles, está claro que la orden que se dio desde Madrid y que hace algunas semanas se destapaba ante la indignación de los propios Guardias Civiles que ponían en cuestión la legalidad de la orden y los mecanismos utilizados para dicha labor, la orientación estaba dada para toda España, y una región con tanta inmigración como Murcia no se iba ha quedar a la cola.La presunta trama de corrupción de funcionarios de la oficina de la Oficina de Extranjería es otra de las cuestiones a resolver. En dicha trama están implicados tanto funcionarios como el propio jefe de Brigada de Extranjería.En las crisis la cuestión de la inmigración se pone peliaguda, y la realidad es que de lo que no hablan es de los que pagan las consecuencias. Planteado como un problema de legalidad o no tanto en el método como en la situación en la que se encuentran los inmigrantes, los que pagan las consecuencias, después de que se les haya sacado el pringue son los trabajadores inmigrantes. No siendo bastante con eso, parte del funcionariado parece ser que se aprovecha de la situación de necesidad para lucrarse a costa de ellos. Ya está bien de que los pobres nos demos “bocaós” unos a otros.Se permite la entrada de de inmigrantes ilegalmente ya que vienen muy bien para hacer los trabajos más duros a un precio mínimo y completamente desprotegidos. Sin derechos ni organización, una vez sacado el pringue a esta fuerza de trabajo, se les persigue y expulsa, se les da un trato de delincuentes y son quitados de en medio. Mano de obra de usar y tirar, que va más lejos del simple método que se use. La cuestión de fondo es de principios, de los principios negros y podridos que el capitalismo necesita para mantener su rentabilidad, la rentabilidad de unos pocos, a costa de que la crisis la paguemos el resto.

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