Manifestación anti-crisis el 14 de Marzo en Barcelona

Manifestaciones si. Huelga general ¿para qué?

Los secretarios generales de CCOO y UGT en Cataluña, han presentado en una rueda de prensa celebrada el 16 de Febrero la convocatoria unitaria de una manifestación que se celebrará el próximo 14 de Marzo bajo el lema «Ante la crisis plantemos cara». Dicen que con esta movilización pretenden que la sociedad catalana exprese su malestar por la crisis económica y anuncian que seguramente el mes de Mayo habrá una gran movilización en Madrid. Pero ante la pregunta de por qué no convocar una huelga general, la respuesta de la dirección de CCOO y UGT en Cataluña es clara: «no hace falta, no hay un recorte del estado del bienestar y además hay una mesa de diálogo social abierta.»

¿Pero de que bienestar habla la dirección de los sindicatos cuando ya hemos suerado los tres millones trescientos mil parados? Cuando existen 827.000 hogares con todos sus miembros activos desempleados. Cuando hay ramas de la producción prácticamente desmanteladas. Cuando los economistas coinciden en señalar que esto no es más que el principio de la hecatombe que se avecina. En 1993, cuando con el gobierno de Felipe González alcanzamos la cifra de los 3 millones de desempleados ya se habían convocado dos huelgas generales. Actualmente, que la situación para los trabajadores es si cabe aún peor, el término “huelga general” se ha convertido en una palabra tabú. Josep María Álvarez, secretario General de UGT en Cataluña dice que con movilizaciones como la convocada pretende incentivar la unidad de toda la sociedad, pero arremete contra los empresarios del metal que la semana pasada realizaron un acto de protesta contra los bancos exigiendo que no se cortaran sus líneas de crédito y pidiendo medidas que paliaran la falta de liquidez de sus empresas, ya que siguen siendo rentables. Y exige a las empresas que asuman sus responsabilidades en las negociaciones colectivas en lugar de presentar EREs oportunistas, cuando da la casualidad que los expedientes de regulación de las principales empresas de Barcelona en crisis (Nissan, Seat, Roca, Frigo, etc.) han sido previamente acordados con los sindicatos o están en plena periodo de negociación. La dirección de los sindicatos se niega a hablar de huelga general, a unir a todo lo unible (entre ellos a los empresarios) contra los verdaderos responsables, la banca y el gobierno; y a proponer una alternativa global a la crisis que vaya más allá de algunas medidas puntuales. Parece como si vivieran de espaldas a la realidad. Y lo cierto es que hay mucho más en juego que qué se rompa una mesa de diálogo social o que disminuyan las subvenciones que cobran del Estado.

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