Educación

Maestros: Bailando en la Oscuridad

Este año la Generalitat convocará 2.400 nuevas plazas docentes y la Junta de Andalucí­a 6.000; hacen falta maestros. Al mismo tiempo las reformas que viene introduciendo la LOU parecen apuntar a la satisfacción de una demanda que nace del colectivo docente y estudiantil en 1989; convertir la diplomatura de Magisterio en una licenciatura equiparando los estudios a la normativa europea. Pero los pasos que se han dado más que caminar hacia la formación de un cuerpo de maestros de vanguardia, nos mantienen bailando en la oscuridad.

En un informe de 1999 elaborado or la Asociación Universitaria de Formación del Profesorado – AUFOP – se hacía un llamamiento a la comunidad docente y a los profesionales a adaptarse a los cambios producidos en nuestra sociedad. Primero se otorgaba a las nuevas tecnologías el papel transformador de la formas filosóficas e ideológicas de ver el mundo. Sin embargo la historia nos demuestra que los cambios materiales no son suficientes, es necesario un salto en los objetivos que se persiguen. Sería como pretender la aparición de la Institución Libre de Enseñanza gracias al desarrollo material, científico y tecnológico, sin que Giner de los Ríos, Azcárate, Sainz y Salmerón se hubieran propuesto una “reforma nacional”. Mientras los resultados del informe PISA son tozudos año tras año, desde los centros de evaluación y pensamiento educativo se sigue encadenando a la sociedad a la torcida idea del “retraso de España” y nuestro “eterno viaje a la modernidad”. Hace poco analizábamos desde estas páginas la “avanzada” propuesta de la introducción de los videojuegos en las aulas… En segundo lugar este informe – editado hace nueve años – orienta a integrar una realidad creciente, el avance del sector servicios. Sin embargo hoy en día el sector productivo sigue siendo el 45% – la mayoría de la población – y la inversión en I + D ridícula – una necesidad imperiosa -, es decir, en vez de señalar problemas reales, darles solución y formar profesionales para un proyecto de país competitivo, se acepta que seamos “la florida europea” llamando a adaptarse a ella. Y en último lugar se señala la mayor uniformidad y menor jerarquía en la toma de decisiones como un cambio notorio en nuestra sociedad, y la necesidad de educar en esa realidad de responsabilidad compartida. Cuando lo que pasa es totalmente lo contrario, cada vez tenemos menos capacidad de decisión y el modelo educativo que nos toca se ha encargado de infantilizar sustituyendo la responsabilidad por la motivación. “La escuela debe convertirse en un lugar mas atractivo que les proporciones las claves de una sociedad de información…” “el maestro como acompañante…” perlas de una concepción que recorre estos lodos. Como recientemente decía Ricardo Moreno – “Panfleto Antipedagógico” editorial Leqtor – en un artículo en la prensa, si los maestros solo hicieran aquello que se supone que deben hacer según el Ministerio el sistema educativo se hundiría. Y aún así la formación de los profesionales de la educación en su orientación y en su calidad es más que deficiente. ¿No debería ser una carrera, la de Magisterio, o una formación, en el caso de los docentes de Secundaria, equiparable con la carrera de Medicina, por empezar por lo básico? Por lo que hace referencia a las condiciones laborales, y por acabar por donde empezaba el artículo, con un 30% de interinos ¿cómo puede desarrollarse un proyecto educativo estable? Lo dicho, total oscuridad.

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