Corresponsalias Euskadi

Madrazo y los números rojos

En la campaña podí­an llenar sus programas de medidas contra la crisis a favor de los trabajadores pero el batacazo electoral sufrido por Ezker Batua saca a la luz un problema de indecencia en las cuentas de las formaciones polí­ticas y sobretodo en aquellas que se hacen llamar de izquierdas. Los gastos desorbitados de en las campañas electorales.

De izquierdas, orque ya no es sólo que hayan enterrado las viejas tradiciones de independencia económica que permite mantener una independencia política de los créditos de los bancos y de las subvenciones del estado. Dónde el dinero que se gasta es dinero del trabajo de cada uno de sus militantes y afiliados, cuidando hasta el último céntimo. Supliendo con trabajo y cariño de los amigos políticos todo lo que pueda significar ahorro. No sólo ha quedado totalmente enterrado sino que se despilfarra generando deudas con la creencia de que los votos se pueden comprar.A consecuencia del batacazo electoral tanto Ezker Batua como Eusko Alkartasuna, que además formaban parte del tripartito, es decir del gobierno y ocupaban carteras van a ver mermados significativamente sus ingresos por la pérdida de varias entradas. Pero no nos perdamos con los números, ya que como ocurre con la mayoría de familias vascas si los ingresos se reducen van apretando el cinturón y siguen para adelante. Vamos a detenernos en el dato de gasto de campaña. Los partidos tenían un límite legal de gasto de casi 1,5 millones de euros y según un especialista en campañas electorales, tanto EB como EA han estado muy cerca de gastarse esa cantidad.Son dos cosas: casi un gasto de ¡250 millones de las antiguas pesetas! Y un agujero financiero a cubrir por algo menos de 220000 euros (3 millones 520000 pesetas) que devolverá el gobierno por gastos de campaña.Un caso conocido es la financiación que usó el partido de UPyD de Rosa Díez en las últimas elecciones generales que volvió a poner en marcha en estas últimas. Fruto de la derogación de crédito bancario y de no tener subvenciones porque era un partido nuevo llevó a adelante una campaña de financiación consistente en vender cheques de campaña que compraban afiliados y amigos. Una vez pasadas las elecciones se les fue devuelto individualmente a cada uno tras las subvenciones recibidas por el escaño conseguido. Devuelto no sólo en compromiso político sino también en euros.Lo mínimo que podría hacer Madrazo (y su equipo según responsabilidades) es echar las cuentas del salario que va a volver a recibir como profesor y hacer un plan de devolución de deudas económicas. Las deudas morales son prácticamente impagables.

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