Portavoz de Ecologistas en Acción

Luis González

www.ecologistasenaccion.org

¿Cuál es tu valoración de las medidas del último consejo de ministros?Está claro que era la crónica de una muerte anunciada, y es la continuación, más drástica si cabe, de la política que venía haciendo el anterior gobierno del PSOE, de recortes a las clases medias para asegurar los beneficios de las clases altas representadas por la gran banca. Congelación del salario mínimo interprofesional, subida de impuestos… haya que exigir la redistribución de la riqueza.Necesitamos una redistribución de la riqueza que tiene medidas concretas, como por ejemplo los mecanismos de redistribución del trabajo, aquello de las 35 horas por semana, en vez del atraso de la edad de jubilación un adelanto de la misma, la prohibición de horas extras… esto tiene luego que ver con otros correlatos en lo que tiene que ver con rentas, como un IRPF mucho más progresivo de lo que tenemos ahora, una renta básica para las personas, y también de rentas máximas, porque no podemos hablar de acabar con las desigualdades si no ponemos también rentas máximas que ayuden a esa redistribución.En el nuevo gobierno aparecen ministros con un sello muy marcado… Sí. Además es algo que no tiene ningún rubor, y que tiene cierta continuidad con el gobierno anterior, que tenía ministras como Cristina Garmendia, vinculada a lobbies de potentes multinacionales de la biotecnología. En el caso del nuevo gobierno tenemos personas que vienen de la banca, de la especulación financiera, que vienen del entramado militar, o personas que en su práctica política, como el ministro de industria o el de agricultura, han estado al servicio, y esto lo demuestran sus políticas, de las grandes multinacionales, como ha ocurrido cuando el ministro de agricultura lo fue ya, y el de industria tuvo tareas de responsabilidad de gobierno en Canarias.¿Crees que colocar a un miembro de la extrema derecha en el Ministerio del Interior va a radicalizar las actuaciones policiales frente a las movilizaciones?Todo apunta en ese sentido, a que efectivamente va a haber mano dura. De hecho es algo que antes de que el PP subiera al Gobierno ya había estado reclamando de forma muy asertiva. Hemos visto como altos cargos del PP decían que las movilizaciones del 15M debían ser duramente reprimidas, las plazas desalojadas cuando fueran ocupadas, para que los negocios privados se pudieran hacer dentro de ellas. Hablamos de espacios altamente privatizados, sobretodo en estas fechas navideñas. El tono parece indicar que va en ese sentido. Además parece que después de muchos años tenemos el final de la lucha armada en Euskadi, y esperemos que no quieran echar al traste avances que han costado muchos muertos y esfuerzos por parte de muchas personas, utilizando una dureza que no es el momento de ejercer. «No podemos hablar de acabar con las desigualdades si no ponemos también rentas máximas»

El Gobierno va a prorrogar la vida de Garoña, y se ha aprobado la construcción de un cementerio de residuos radioactivos en Villar de Cañas, ¿como afrontáis estas decisiones?En este caso el Gobierno no ha engañado, en su programa electoral apuestan por las centrales nucleares y ya habían habido declaraciones en este sentido, el mismo Mariano Rajoy planteando el alargamiento de la vida de Garoña. Esto contrasta con el gobierno anterior, que en su programa eran antinuclear y en su práctica pronuclear. De todas formas esté o no de acuerdo con su programa lo que está haciendo ahora mismo el PP es un auténtico suicidio. Tenemos un central nuclear, que es del mismo tipo que Fukushima, antigua, obsoleta, con problemas, y para más inri sobradamente amortizada por las empresas eléctricas, a parte de que es irrelevante su contribución al sistema eléctrico español. El alargamiento de Garoña, al igual que el emplazamiento del cementerio de residuos nucleares, es una apuesta del gobierno por las centrales nucleares, una apuesta que es una petición de las grandes eléctricas españolas que son las que tienen intereses ahí. Mientras hemos visto como en los últimos años se recortaban primas a las energías renovables, ahora vemos como se abre descaradamente la puerta a la nuclear. En ambos casos las beneficiadas son las empresas eléctricas. Descubrimos como en Alemania o Italia, donde por referéndum se han prohibido las centrales nucleares, o lugares como Suiza, se está dando un paso atrás en la apuesta nuclear, haciendo una buena lectura de lo que ha pasado en Japón, un país con altísima tecnología y muchísima seguridad en sus centrales nucleares, lo que no ha impedido el tremendo desastre. Incluso países como Francia están abriendo un debate sobre la conveniencia de mantener este tipo de industria, y en todo caso van a haber una serie de desembolsos millonarios por parte de las eléctricas francesas para aumentar la seguridad en sus centrales nucleares. Mientras todo esto ocurre en Europa, y algo similar está pasando en el mundo. EL mismo Japón está pasando de ser un país nuclear a pensarse muy seriamente abandonar su parque nuclear del que depende muy seriamente su suministro eléctrico. Pues mientras todo esto ocurre aquí el gobierno del partido popular, rema contracorriente y no quiere ser consciente de los problemas que existen con la energía nuclear. Problemas que tienen que ver con la generación de residuos radioactivos durante miles de años y para los que ahora mismo no hay solución, y problemas con el suministro, de hecho el uranio es una fuente de energía no renovable, que va a agotarse, igual que el petroleo o el gas. Lo más sensato sería apostar con el dinero que nos queda, por las energías renovables, y que además tienen un impacto muchísimo menor en el entorno. ¿No hay que persistir en una política de Frente Amplio frente a los recortes?Desde luego, pero ya no solamente por la coyuntura de recortes, sino también porque si queremos construir un mundo más justo necesitamos aglutinar a quienes somos distintos y diversos, y tenemos un marco de esperanza distinto a lo que hay ahora mismo. Desde esa perspectiva es fundamental que lo hagamos. Y hacerlo requiere varias cosas. Una de ellas es entender que somos organizaciones, y como tales tenemos que preservar nuestra identidad y nuestras estructuras, pero eso no quiere decir pasar por encima del resto, y para eso necesitaremos diluir nuestras identidades en una identidad común, llámese 15M o lo que nos inventemos, que de alguna manera nos hagan sentir a todo el mundo a gusto. Y abrir espacios de diálogo no solo con el resto de organizaciones sino con el resto de la sociedad. Uno de los éxitos del 15M es que ha sido capaz de tener una identidad abierta, donde hay asambleas a las que se puede sumar cualquier persona, con cualquier tipo de ideología y trayectoria, y a partir de ahí elaborar un discurso común que nos pueda llevar a qué programa político queremos para nuestras sociedades. «Hay que tejer un amplio abanico de alianzas, con fuerza en la respuesta y constancia»¿Hay que aprender de gestos como los de Cataluña, donde sectores profesionales del centro conservador se alinean con la izquierda frente a los recortes?Por poner un ejemplo, seguramente la lucha ambiental más potente que existe ahora mismo en el país es la que se está haciendo en Extremadura y esto ha sido posible durante 6 años, con una presión muy fuerte por parte de la Junta, el promotor o las empresas que quieren invertir ahí, como Caja Madrid o Iberdrola, ha sido posible, decía, sobre la base de tejer un amplio abanico de alianzas, con fuerza en la respuesta y constancia. Y esto son aprendizajes que necesitamos hacer. Tanto el de Cataluña como el de Extremadura.

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