La guerra por el control de Caja Madrid

Lucha de lí­neas y liderazgo en el PP

Caja Madrid es la cuarta entidad financiera española y la segunda del sector de Cajas de Ahorro inmediatamente detrás de La Caixa. Con un volumen de negocio de 257.068 millones de euros (2007), 7 millones de clientes y 14.000 trabajadores. Un bastión económico que se convierte en un trampolí­n básico hacia el poder para cualquiera que la controle.

La lucha abierta or el control de Caja Madrid, estalló hace unos meses cuando, desde la presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre empezó a mover los hilos para intentar por todos los medios desbancar a su actual presidente, Miguel Blesa, impidiendo que se vuelva a presentar a un tercer mandato y colocar en su lugar un ejecutivo más afín con su línea.En estos momentos la guerra se libra con toda su intensidad en la Comisión de Control. Una comisión con dos cabezas: la del presidente destituido, Pablo Abejas, aliado de Aguirre, cuya destitución ha recurrido la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid. Y la del presidente nombrado, Fernando Serrano, más cercano a Blesa y al alcalde Ruiz Gallardón.La intensidad de la batalla en Caja Madrid pone de manifiesto que lo que está en juego va más allá de la disputa por la presidencia de la Caja: es la expresión de la lucha de líneas y liderazgo dentro del PP. Una lucha que está doblemente determinada y expresa las contradicciones en las que está envuelto el principal partido de la derecha.Por un lado, por el cambio de línea en Estados Unidos. El PP de Rajoy se debate entre la imposibilidad de defender la línea claramente establecida en la época de Aznar =alineada internacionalmente con la política de Bush, e internamente con el enfrentamiento a cara de perro con las burguesías autonómicas=, sobre todo desde el 11=M, y su incapacidad para desprenderse de ella y establecer otra sustancialmente diferente.Y por otro, porque a lo que se enfrenta no es a la capacidad de maniobra y retórica de Zapatero para, en plena crisis, seguir sacando conejos de la chistera, sino al “hombre providencial” de Botín. Es decir, a la alternativa por la que ha apostado el núcleo duro de la oligarquía financiera española.Si Caja Madrid se ha convertido en el principal campo de batalla de la lucha en el seno del PP es, como decíamos más arriba, porque quien la controle, Gallardón o Aguirre, va a tener en sus manos un poderoso trampolín hacia el poder dentro del PP.

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