«La reunión de 820 delegados superó la resistencia del ala del partido más inclinada a la «política real» y se pronunció por una clara redistribución de la riqueza en Alemania, que debería afectar sobre todo a los sectores de mayores ingresos, a los que el partido pretende hacer pagar más para mantener y mejorar el sistema de salud.»
Los Verdes imulsarán el aumento de las contribuciones a las cajas sociales mediante mayores gravámenes a ganancias y a ingresos de capital. La respuesta del resto del arco político, que ve con temor el crecimiento que Los Verdes registraron en las encuestas durante el último año, no se hizo esperar: "Promesas obscenas de redistribución" fue el modo en el que el secretario general del Partido Liberal (FDP), uno de los dos que integran la alianza de gobierno que dirige Angela Merkel, comentó los resultados del congreso verde. (DEUTSCHE WELLE) DIARIO DEL PUEBLO.- En los pasados dos años, durante los cuales Washington ha estado anunciado a golpe de clarines su “vuelta” a la región de Asia y el Pacífico, sus maniobras han sido a menudo nada constructivas y sí han pecado de divisivas. EEUU ha atizado los rescoldos de viejos conflictos en el mar de la China Meridional, y bajo el pretexto de la libertad de navegación y del comercio sin obstáculos, ha intentado en varias ocasiones instigar a los países del Sudeste Asiático para que internacionalicen las disputas en esa zona geográfica. La intromisión de Washington pone en peligro el status quo pacífico actual de la región Alemania. Deutsche Welle Los Verdes de Alemania quieren gobernar y redistribuir El partido Los Verdes de Alemania cerró el cónclave de tres días en que eligió a sus autoridades y definió sus lineamientos para los próximos años con la convicción de que tendrá un gran año electoral en 2011. La reunión de 820 delegados superó la resistencia del ala del partido más inclinada a la "política real" y se pronunció por una clara redistribución de la riqueza en Alemania, que debería afectar sobre todo a los sectores de mayores ingresos, a los que el partido pretende hacer pagar más para mantener y mejorar el sistema de salud. Los Verdes impulsarán el aumento de las contribuciones a las cajas sociales mediante mayores gravámenes a ganancias y a ingresos de capital. La respuesta del resto del arco político, que ve con temor el crecimiento que Los Verdes registraron en las encuestas durante el último año, no se hizo esperar: "Promesas obscenas de redistribución" fue el modo en el que el secretario general del Partido Liberal (FDP), uno de los dos que integran la alianza de gobierno que dirige Angela Merkel, comentó los resultados del congreso verde. Para el secretario general del partido de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) el cónclave "demostró nuevamente que Los Verdes son el movimiento contra-todo". Incluso el presidente del hoy opositor Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, cuyo partido es el socio "natural" de Los Verdes, los criticó: "Quieren estar en todos los conflictos, pero no tomar ninguna decisión", opinó. Grandes planes en el 2013 Pero Los Verdes no se dejaron amedrentar por acusaciones de falta de seriedad y ratificaron la presidencia conjunta de Claudia Roth y Cem Özdemir por otros dos años. Ambos se defendieron de las críticas y manifestaron gran confianza de cara a las próximas elecciones en los estados federados de Baden-Württemberg, Renania-Palatinado, Sajonia-Anhalt y sobre todo Berlín, donde la candidata verde, Renate Künast, cuenta con buenas probabilidades para suceder en el gobierno al actual alcalde, Klaus Wowereit. Los Verdes aspiran a triunfar en las elecciones regionales para disputarle el gobierno a Merkel en 2013. "Jugamos a ganar", dijo el co-presidente Cem Özdemir al cerrar el congreso. Roth calificó durante el cónclave la política social de la actual alianza de gobierno entre democristianos y liberales encabezada por Merkel de "vergonzosa", y la acusó de fragmentar al país. La co-presidente se manifestó segura de que 2011 será el mejor año electoral de la fuerza. "Estoy segura de que veremos el principio del fin de Merkel como jefa de gobierno", aseguró. Era de la integración En la elección interna, el líder verde de raíces turcas Özdemir mejoró sus resultados de 2008 en comparación con su co-presidente Roth. Mientras la política de 55 años obtuvo 79,3 por ciento de los votos (en 2008, el 82,7 por ciento), Özdemir fue reelegido con 88,5 por ciento, lo que mejora el 79,2 por ciento que dos años antes lo convirtió en el primer presidente de un partido político alemán con raíces turcas. Roth representa el ala más izquierdista de un partido cuyas principales banderas pasan por la sustentabilidad y la ecología, y desde 2001 ha ocupado la presidencia, con una interrupción. Özdemir representa en cambio el ala de la "política real" de Los Verdes. Sorpresa produjo la decisión del partido de no apoyar la candidatura de Múnich como sede de los Juegos Olímpicos de invierno en 2018, que tendrá como consecuencia que Roth deberá dejar el comité que la impulsa, de la cual es miembro. El retiro del apoyo a la candidatura se debe a que apoyar los juegos en Múnich afectaría la credibilidad ecológica del partido. DEUTSCHE WELLE. 21-11-2010 China. Diario del Pueblo EEUU debe reconsiderar su estrategia Wang Hui Al proyectar su influencia en la región de Asia y el Pacífico, Estados Unidos debe apegarse a un papel más constructivo, de modo que su presencia sea bienvenida como actor respetable en asuntos regionales. Un papel constructivo significa que Washington debe contribuir al desarrollo económico y a la integración regionales. Como superpotencia con responsabilidades internacionales, también debe sumarse a las potencias regionales para crear un ambiente más pacífico y armonioso, de modo que los países asiáticos puedan dedicarse a construir una mejor vida para sus pueblos. A las economías emergentes de la región de Asia y el Pacífico se les suele ver como motor impulsor de la recuperación económica global. Washington debe trabajar para promover la liberalización comercial y la integración económica regional en la región, como forma de asegurar un crecimiento sostenido y equilibrado. Desempeñar un papel constructivo presupone asimismo que Washington actúe con suficiente justeza y objetividad ante cada conflicto que pueda comprometer la estabilidad regional. De lo que se trata es de que EEUU no procure aprovecharse de la situación para bien de sus propios intereses. Desafortunadamente, en los pasados dos años, durante los cuales Washington ha estado anunciado a golpe de clarines su “vuelta” a la región de Asia y el Pacífico, sus maniobras han sido a menudo nada constructivas y sí han pecado de divisivas. EEUU ha atizado los rescoldos de viejos conflictos en el mar de la China Meridional, y bajo el pretexto de la libertad de navegación y del comercio sin obstáculos, ha intentado en varias ocasiones –la cumbre de Asia de Oriental sostenida en Hanoi el mes pasado, es apenas un ejemplo– instigar a los países del Sudeste Asiático para que internacionalicen las disputas en esa zona geográfica. La intromisión de Washington pone en peligro el status quo pacífico actual de la región. Y aún peor, ha sembrado la semilla de la enemistad entre países vecinos, que han estado disfrutando de los beneficios derivados de sus crecientes relaciones bilaterales con China en estos últimos años. El hundimiento de la fragata de guerra surcoreana Cheonan, en marzo pasado, le sirvió a EEUU en bandeja de plata la excusa para interferir directamente en los asuntos del nordeste de Asia, donde ha efectuado varias maniobras militares en colaboración con la República de Corea (RC) en aguas de la costa oriental de China desde entonces. Desde la óptica de Washington, este espíritu de confrontación sirve a numerosos propósitos. Envía un mensaje cautelar a la República Popular Democrática de Corea (RPDC), uno de los pocos países en el mundo que desafían abiertamente el liderazgo global de EEUU. También tiene por meta intimidar a China, a la que EEUU percibe como desafío a su condición de potencia mundial dominante, a la vez que consolida su relación con la RC y apacigua a otros aliados, mostrando su capacidad de proporcionar ayuda oportuna de ser necesario. La demostración de fuerza de EEUU y su injerencia en conflictos marítimos regionales han planteado una seria amenaza al equilibrio estratégico del nordeste de Asia. Washington espera construir un nuevo equilibrio estratégico que sirva mejor a sus propios intereses en la región. Sin embargo, EEUU debe tener muy en cuenta que no favorece a sus intereses inmiscuirse en las disputas bilaterales de la región. En consecuencia, es menester que no haga de esta práctica una política si quiere tener una papel más destacado en la zona de Asia y el Pacífico. DIARIO DEL PUEBLO. 22-11-2010