Cargando...España se enfrenta a tres grandes incertidumbres: la tragedia griega, el impacto de Bankia en la credibilidad de todo el sistema financiero, y el difícultoso ajuste de las contabilidades regionales. Los tres frentes, como suele ocurrir en las grandes batallas, han acabado comunicados entre sí. Primer frente. La desesperada resistencia griega pone a prueba la nueva dualidad franco-germana -le seguiremos llamando Directorio Europeo hasta que los hechos lo desmientan- y excita a las aves de rapiña que desde hace meses sobrevuelan todo el sur de Europa, desde el estuario del Tajo al golfo de Lepanto (hoy, Corinto). Si el dictado europeo se modula en las próximas semanas -hay señales de ello-, es probable que los griegos aminoren su ira y acaben votando el 17 de junio en favor de una coalición pro euro (…)
Segundo frente. La caída de Bankia es un acontecimiento tremendo para España pese a los intentos de las élites madrileñas -de derechas y de izquierdas- por minimizarlo. La derecha quiere salvar al soldado Rato y por ello traspasa toda la culpa al gobernador del Banco de España, como si el PP madrileño y valenciano nada tuviesen que ver con la gestión de Caja Madrid y Bancaja, epicentros del ladrillazo nacional (…)
Tercer frente. La contabilidad regional, hasta hace cuatro días, antes de la caída de Bankia, el chivo expiatorio preferido en Madrid. La causa última de la crisis, decían. Las taifas malgastadoras. El despilfarro autonómico (…)
¿Un cuarto frente? Sobrevuela Madrid la idea del gran pacto de Estado. Un superpacto de la Moncloa para salir del atolladero. Es la baza del PSOE y de los sindicatos, pensando en otoño y en la difícil prueba que para el Gobierno serán los presupuestos del 2013. Y es también la fantasía del sector de la derecha contrario a Rajoy, que quisiera aprovechar la gravedad de la crisis para asaltar la Constitución.