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La familia que ha popularizado en todo el mundo la mirada satírica de la vida familiar americana esta cerca de marcar un hito. 20 años se cumplen de la primera emisión en los Estados Unidos de las aventuras cotidianas de la «familia amarilla». La cadena FOX no tiene ninguna intención de desprenderse de su producto estrella y ya ha encargado dos temporadas más, con lo que la serie creada por Matt Groening batirá todos los récords de permanencia en antena.
La aarición en las pantallas de una serie de dudosa estética, que comenzó con muy bajo presupuesto, que inauguraba el segmento de la animación para adultos en el horario de máxima audiencia, y que ridiculizaba el estilo de vida americano, marcó un antes y un después en la historia de la televisión mundial. Un joven Groening se presentó en la oficina del afamado productor James L. Brooks con una idea que en primera instancia se consideró descabellada, curiosamente fue el grupo mediático más conservador de Norteamérica el que accedió a darle una oportunidad, y la jugada les ha salido redonda.Porque si algo ha demostrado la FOX es que para extender a través de la pequeña pantalla un modelo de vida en todo el mundo, lo mejor que se puede hacer es tener también en nómina a quien pretende criticarlo.Casi 500 capitulos se van a alcanzar, protagonizados por esta disfuncional familia, encabezada por un padre vago, obeso y alcohólico que trabaja en una decrépita central nuclear. Un millonario perverso, un jefe de policía corrupto e ignorante, un reverendo protestante entrometido y dictatorial, un político prevaricador y oportunista, son algunos de los personajes secundarios que han ido enriqueciendo la serie con el objetivo de mofarse de los estamentos más importantes de la sociedad americana más rural y conservadora.El joven irreverente que presento sus desaliñados monigotes es ahora un productor millonario, y la FOX acepta los ataques directos que los guionistas le lanzan a través de los capítulos, a cambio de los enormes beneficios que la satírica serie le proporciona. Aún así, es inevitable reconocer que la aparición de una serie como esta rompió esquemas en la televisión, y abrió las puertas a muchos otros creadores que ahora lanzan sus dardos envenenados en forma de dibujos animados, como lo han sido los responsables de series mucho más ácidas como South Park o Family Guy.