Los mayores éxitos de la izquierda parlamentaria en la Europa reciente se han dado cuando ha conseguido unir bajo sus alas la coalición formada por tres sectores sociales diferentes: trabajadores de grandes industrias con presencia sindical, nuevas clases medias con elevado nivel de estudios (en muchos casos vinculadas a la provisión de servicios sociales) y los sectores más débiles y precarios de las clases populares. Pero los pegamentos que pueden mantener unidos a estos sectores distan mucho de ser automáticos. En función de cuáles sean las ofertas alternativas más creíbles, la coalición puede desgajarse por uno u otro sector.