Detrás de la caída al infierno de Miguel Blesa están no solo los indignantes abusos cometidos, sino principalmente la lucha por apoderarse de Bankia entre grandes centros de poder nacionales e internacionales.
Detrás de la muerte de Miguel Blesa está el vertiginoso descenso de la gloria al infierno. De flamante presidente de Caja Madrid, la cuarta entidad financiera española, a blanco de la indignación social repudiado incluso por aquellos que lo encumbraron.
Es evidente que Blesa hizo méritos sobrados para sufrir este escarnio. Los abusos cometidos, desde las preferentes a las tarjetas black, se han convertido en sonados escándalos.
Pero detrás de la caída de Blesa no están solo “las malas prácticas” o la corrupción de un banquero. Sobre Caja Madrid, luego Bankia, y su cúpula dirigente, se han colocado todas las miradas y levantado todas las alfombras. Y hay para ello motivos mucho más interesados que la lucha contra la corrupción. Estaba en juego el destino del cuarto banco español, convertido en una pieza de caza mayor.
¿Cómo llegó Miguel Blesa, un alto funcionario sin ninguna relación con los clanes que dominan las finanzas, a presidir el cuarto banco español?
El proceso arranca en 1996, con la llegada a la presidencia de Aznar. El contexto era propicio para aventuras ambiciosas. Con una economía mundial en expansión, una entrada en el euro que hizo canalizar a España miles de millones del capital excendentario de los bancos alemanes o franceses…
Pero la apuesta era más elevada. Utilizando el control político sobre algunas de las principales cajas -desde Caja Madrid a la valenciana Bancaja- los gobiernos de Aznar buscan dotarse de un músculo financiero que sostenga su proyecto político.
Van a hacerlo en connivencia con importantes nódulos de la oligarquía española. Basta con revisar la lista de consejos de administración en los que se sentó Miguel Blesa: Iberia, Endesa, Mapfre… O de monopolios donde Caja Madrid tuvo una presencia accionarial significativa, como Telefónica.
Pero el estallido de la crisis dio al traste con todo. Los que aspiraban a ser nuevos inquilinos del poder financiero en España debían ser defenestrados. El espacio se achicaba, y los que menos pedigrí tenían eran los primeros señalados.
Lo que algunos han llamado “el imperio Aznar”, adjudicándole el control de algunos de los principales nombres del Ibex-35, se disolvió con un azucarillo. Era un espejismo. Los que de verdad tenían el poder eran otros.
Y Bankia, nódulo principal de ese entramado, se colocó en el centro de la diana. Se había permitido que el cuarto banco del país escapara al control directo de los grandes clanes oligárquicos. Era hora de resolver esa anomalía.
Blesa acabó en la cárcel. El único banquero, junto a Mario Conde, que ha pisado prisión. Exactamente dos “intrusos” que no pertenecían a los nódulos de la clase dominante, y que las circunstancias colocaron en una posición que jamás habían soñado ocupar.
Cuando un banquero de verdad, como Botín, ha tenido problemas judiciales, se ha llegado a cambiar la ley a posteriori para absolverle.
Nadie puede negar que Caja Madrid, y luego Bankia, ha cometido tropelías vergonzosas. Estafando a jubilados con las preferentes, lanzándose con el dinero de otros a operaciones faraónicas, enfangándose en la ciénaga del ladrillo… Pero Santander o BBVA también lo han hecho, y no han sido perseguidos por ello.
El merecido calvario judicial de los dirigentes de Caja Madrid o Bankia es la escena de una operación de mayor calibre. La subasta del cuarto banco del país. Bruselas aprieta, obligando a una rápida privatización. Y está por dilucidar si se lo quedará un gran banco español o el capital extranjero.
Todo esto es lo que hay detrás de la trayectoria de un personaje como Blesa, pero se nos sigue ocultando. Podemos saber con exactitud los lujos y vicios en que gastó el dinero de las tarjeta black. Pero no la auténtica batalla de poder que se esconde tras el hundimiento de Bankia.
manolo dice:
Un articulo brillante..el problema es que los verdaderos culpables siguen en la calle
Javier Abad Oltra dice:
¿Alguien piensa todavía, en 2017, que a la familia Botín le asusta Pablo Iglesias de presidente? Y un unicornio!!!
kenobi el del cni-cia dice:
» La subasta del cuarto banco del país. Bruselas aprieta, obligando a una rápida privatización. Y está por dilucidar si se lo quedará un gran banco español o el capital extranjero.» …..Huy,qué buen artículo -joan,te van a fichar en «el mundo»,como a Raúl del Pozo,comunista él,que no puede escribir en «el pais»-,si ya lo dije yo «por instinto» en otro artículo,que el suicidio me extraña,que tenía enemigos muy poderosos.Es para que Juan Madrid haga una novela.Todo el mundo me decía que veía «conspiranoias» pero les decía que «el tiempo al tiempo»
Angustias Ridriguex dice:
Aclara muy bien que el poder lo tiene la oligarquía financiera nacional y extranjera y que estos quienes detentan el poder político. A Botín del Santander se cambia la ley para que escape, a Mario Conde a la cárcel por querer jugar a político y a Blesa estará por ver que le paso , aparte de morir