Selección de prensa internacional

Los prestamistas de la muerte

Contra lo que quisieran los autores e inductores, la lucha contra la impunidad no se detiene con el juicio a los directamente responsables de la represión. El diario argentino Página 12 publica hoy que dos hijos de desaparecidos de la ciudad de La Plata han presentado una demanda contra los bancos extranjeros que financiaron la dictadura militar. Los demandantes explican que quieren saber «quién le daba plata a la Junta Militar que gobernaba un paí­s quebrado pero podí­a pagarle el sueldo a los asesinos de mi padres y comprar las máquinas para torturarlos».

La demanda se basa en jurisrudencia internacional ampliamente asentada como los juicios de Nuremberg, donde grandes empresarios alemanes (aunque no todos) fueron condenados por colaborar activamente con el régimen nazi y su genocidio. Las sentencias de Nuremberg dejaron fijado que “la cooperación de políticos, militares, diplomáticos y empresarios” fue imprescindible para ejecutar los planes nazis. Y que no podía considerárselos inocentes puesto que sabían lo “que estaban haciendo”. La demanda se basa también en diversos estudios que consignan como, tras el golpe de la junta militar, el déficit fiscal del país subió hasta el 7,4% del PIB entre 1976 y 1980 y entre 1981 y 1983 al 14,6%. Endeudamiento que se utilizó entre otras cosas para multiplicar el presupuesto militar que creció más del doble entre 1975 y 1983, tanto en términos absolutos como en porcentaje del PIB. Tanto en las investigaciones del Congreso estadounidense sobre el papel esencial que jugó el banco Riggs en la financiación de la dictadura de Pinochet como en las confesiones de los dirigentes blancos del sistema del apartheid sudafricano, quedó claro cómo la clave para ambos regímenes fue “el financiamiento externo, sin el cual el aparato estatal se hubiera paralizado, incluyendo la represión”. En otro orden de cosas, el Wall Street Journal arremete con una fiereza desacostumbrada –incluso para un periódico como él– contra la elección de Charles Freeman para la presidencia del Consejo Nacional de Inteligencia, el organismo encargado de coordinar las distintas agencias de inteligencia del Estado norteamericano. Experto en China –participó en el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y Pekín en 1972– y responsable de la diplomacia norteamericana para Oriente Medio en la época de Clinton, Freeman está considerado por el WSJ como un hombre demasiado cercano –en el sentido de demasiada sintonía política– con los dirigentes chinos. Por lo que no han dudado en sacar a la luz los elogios que le dedicó a Mao Tse Tung en un libro, su supuesta condescendencia con los dirigentes chinos en los incidentes de la plaza Tienamnen o su participación como asesor en la petrolera china CNOOC. Argentina. Página 12 LOS PRESTAMISTAS DE LA MUERTE Horacio Verbitsky Leandro Manuel Ibáñez y María Elena Perdighe presentarán un reclamo judicial contra los bancos extranjeros que financiaron a la dictadura militar que secuestró e hizo desaparecer a sus padres, en 1976 y 1977 en la ciudad de La Plata. Un estudio porteño de abogados, con apoyo de expertos de la Universidad de Nueva York, invocará normas y antecedentes internacionales y norteamericanos, como la jurisprudencia del Tribunal de Nuremberg, que condenó a empresarios alemanes que vendieron el gas letal usado en el campo de concentración de Auschwitz, emplearon mano de obra esclava y donaron dinero a las SS, y la Convención contra el Genocidio, que contempla sanciones no sólo a los perpetradores sino también a sus cómplices (…) Según el tribunal de Nuremberg el responsable de un plan criminal necesita para ejecutarlo “la cooperación de políticos, militares, diplomáticos y empresarios. No puede considerárselos inocentes si sabían lo que estaban haciendo”. Los bancos que otorgaron créditos a la dictadura argentina deberían reparar los daños personales sufridos dada su “responsabilidad por complicidad corporativa”. Una fuente valiosa de información sobre el tema fue una investigación académica (…) El estudio consigna que en 1976 la deuda pública externa de la Argentina era de 6.648 millones de dólares y en 1983 llegó a 31.709 millones. Las dos terceras partes (20.658,7 millones) correspondían a créditos bancarios, sin contar otros 5.441 millones en bonos, que presumiblemente también estaban en poder de los bancos (…) Los artículos publicados en la prensa internacional, los informes públicos del gobierno de Estados Unidos y de los organismos de derechos humanos no dejaban dudas sobre la gravedad de la situación en la Argentina dictatorial, por lo cual los bancos no pueden alegar ignorancia acerca de los crímenes de lesa humanidad que contribuían a financiar (…) En la Argentina se compensaron los indultos de 1989 y 1990 con el dictado de varias leyes que establecieron el pago de reparaciones a las víctimas del terrorismo de Estado y sus herederos, por un monto de unos 225.000 dólares por caso (…) El pago prometido se demoró y en 1997 se dispuso por decreto que las indemnizaciones se cancelaran con Bonos de Consolidación de Deuda Pública. En 2002 se pesificó su importe. Los bonos que se emitieron a cambio entraron en el proceso de renegociación de la deuda externa, en el que como los demás bonos sufrieron una quita de dos tercios de su valor. El trato que recibieron fue el mismo que el de los demás tenedores de bonos argentinos, pese a que en este caso no se trataba de inversores que corrieron un riesgo, sino de víctimas de la dictadura que recibieron esos bonos porque el Estado no pudo o no quiso pagarles en efectivo. Pero estas reparaciones, cuya devaluación el Estado explicó por sus dificultades económicas, no obstan para el reclamo a los bancos, que no tienen las limitaciones del Estado (…) se trata de obtener “respuestas más completas en términos de enjuiciamientos, reparaciones y otros mecanismos de responsabilidad”, lo cual actuaría como disuasivo para el comportamiento empresarial en el futuro. También “combatiría la noción de que apenas fue la experiencia de un puñado de generales que desarrollaron solos una campaña asesina y plantearía importantes preguntas acerca del papel que jugaron los actores financieros privados para ayudar y prolongar la dictadura”. PÁGINA 12. 16-3-2009 EEUU. The Washington Street Journal LA EXCÉNTRICA INTELIGENCIA NACIONAL DE OBAMA El jueves, The Wall Street Journal publicó una carta de 17 embajadores de EEUU defendiendo el nombramiento de Charles Freeman para presidir el Consejo Nacional de Inteligencia. El mismo día, los líderes de las protestas de 1989 que condujeron a la masacre de la Plaza Tiananmen de Beijing escribieron a Barack Obama "para transmitir nuestra inmensa consternación por su elección" del Sr. Freeman. Si el peso moral pudiera medirse en una escala de cero a 100, los signatarios de esta última carta, algunos de los cuales pasaron años en las cárceles chinas, probablemente se encuentran en la parte superior al 90. En cuanto a la posición en esta escala del Sr. Freeman y sus defensores es algo que los lectores pueden decidir por sí mismos. ¿Qué tienen los activistas chinos de la democracia contra el Sr. Freeman, ex embajador de EEUU en Arabia Saudita? Pues resulta que todos ellos son, al parecer, parte integrantes del lobbie israelí. En un reciente artículo sobre la candidatura del Sr. Freeman en el izquierdista Foro de Política de Israel del Huffington Post, MJ Rosenberg escribe que "Todas las personas involucradas en la lucha contra la elección de Freeman son aliados incondicionales del lobbie". Por supuesto: sólo el más fervoroso mandarín del aparato del Likud podría oponerse a la caracterización que hizo el Sr. Freeman en 2006 de Mao Zedong como un hombre que, pese a todos sus defectos, tuvo un “brillo en su… personalidad [que] iluminó los rincones más lejanos de su país e inspiró a muchos aspirantes a revolucionarios románticos más allá de él”. También lleva a un sionista de Shangai a poner reparos a la caracterización que hace el Sr. Freeman de la respuesta de los dirigentes chinos a la “escena de las turbas” en Tiananmen como "un monumento al comportamiento excesivamente prudente por parte de los dirigentes". El Sr. Freeman conoce bien China: sirvió como traductor de Richard Nixon durante la histórica visita a Pekín de 1972. Más recientemente, el Sr. Freeman desempeñó servicios en el comité consultivo de CNOOC, el gigante del petróleo chino de propiedad estatal. ¿Esta es también una cualificación para dirigir el Consejo Nacional de Inteligencia? Sin embargo, el Extremo Oriente no es de ningún modo la única área de especialización del Sr. Freeman. Durante muchos años ha llevado el Consejo de Política de Oriente Medio, generosamente financiado por el dinero saudí. Generosidad que el Sr. Freeman ha reembolsado ampliamente. Así, recordando el período, a principios de los años 90, en que el Sr. Freeman fue embajador en Riad durante su periodo, el ex Secretario de Estado James Baker lo llamó en sus escritos “un caso clásico de clientitis de uno de nuestros mejores diplomáticos” (…) En cualquier caso, el Sr. Freeman ha sido uno de los más devotos fans del Reino, yendo tan lejos como para sugerir que el Rey Abdullah "se está convirtiendo muy rápidamente en el Gran Abdullah." No hay aquí adulación. Naturalmente, el Sr. Freeman fue un feroz crítico de la guerra contra el terror (…) ¿Es el Sr. Freeman un mero cómplice? Eso parece injusto, incluso aunque sea difícil compaginar su despiadado "realismo" en los asuntos chinos con la solicitud que siente por las víctimas de Israel (que, según sus cuentas, deben ser contadas por decenas de miles). James Fallows del Atlántic ha alegado que el "espíritu de contradicción" del Sr. Freeman le será útil al frente del CNI. Pero la línea entre el espíritu de contradicción y la excentricidad es fina, y conocer la diferencia entre ambas es una tarea central de la inteligencia. El Almirante Dennis Blair, Director de Inteligencia Nacional que ha pedido al Sr. Freeman a su servicio, ofrece su testimonio hoy en el Congreso. Alguien debería preguntarle si cualquiera de los puntos de vista del Sr. Freeman antes citados se ajustan a la definición de "excéntrico", y, si no, por qué. THE WASHINGTON STREET JOURNAL. 10-3-2009 China. Diario del Pueblo ES NECESARIO REFORMAR LAS ACTUALES INSTITUCIONES FINANCIERAS INTERNACIONALES Desde la Conferencia de Bretton Woods de EEUU en 1944, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, instituciones que reflejaban la estructura económica internacional de aquel época, casi siempre han funcionado bajo la guía de EEUU y Europa (…) En la actualidad, en que se han operado titánicos cambios en la estructura económica mundial, los EEUU y la UE todavía ocupan una importante posición. Sin embargo, las economías emergentes y países en vías de desarrollo con los BRICs (Brasil, Rusia, India y China) como representantes han venido desempeñando un papel en ascenso (…) La reforma de las instituciones financieras internacionales está destinada a hacer frente a la crisis financiera internacional. Con la extensión de la actual crisis, la economía mundial se enfrenta a un desafío severo. Ningún país es capaz de resolverla apoyándose en sus propios esfuerzos. Las instituciones internacionales deben desempeñar su debido rol en este aspecto. Los países BRICs han afirmado en la reunión de los ministros de finanzas que hay que evaluar de nuevo el papel del FMI y los requisitos para que esta organización se adapte al nuevo sistema monetario y financiero (…) La reforma del FMI y BM debe reflejar la posición de las economías emergentes y países en vías de desarrollo y concederles más derecho a la palabra con el fin de ampliar la representatividad y legitimidad de estas instituciones. De acuerdo con el proyecto de reforma de estructura de votación aprobado en 2008 por el Consejo Organizativo del FMI, los derechos de votación de los países desarrollados bajan del 59,5 % al 57,9 %, y los de los países en desarrollo aumentan del 40,5 % al 42,1 %. Esto no es suficiente, ya que los países desarrollados tienen una superioridad notable en la organización. Hay que cambiar el proceso de elegir los directores de esta organización. Como una práctica habitual, el director del Banco Mundial debe ser a cargo de un estadounidense, y el presidente del FMI debe ser decidido por los países europeos. De acuerdo con el comunicado publicado tras la reunión de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-20, el nombramiento de los directores del FMI y BM debe realizarse a través de un proceso de selección abierta y basada sobre el comportamiento. La crisis financiera internacional ha puesto al descubierto la vulnerabilidad de las actuales instituciones financieras internacionales. La reforma necesaria del sistema permitirá a los diversos países encarar mejor a la crisis y evitar su repetición. Este es el consenso a que han llegado los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales y también constituye la tendencia general del desarrollo de la situación económica mundial. DIARIO DEL PUEBLO. 16-3-2009

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