«Las parciales de septiembre en Berlín permitirán ver hasta qué punto el hundimiento de Merkel es reversible, pero lo cierto es que la canciller parece haber decidido imprimir un sesgo significativo en dos temas que suponen toda una revolución para la política alemana de los últimos tiempos. En primer lugar, el cierre de las centrales nucleares alemanas en un plazo no superior a once años y que vencerá, consecuentemente, en el 2022.»
Pero quizás donde Merkel está desconcertando más es en la olítica cada vez más nacionalista que está llevando a cabo Alemania, olvidando incluso en ocasiones su papel de motor europeísta. En este desacoplejamiento a la hora de olvidar su liderazgo europeo para anteponer más que nunca su interés propio puede incardinarse la sugerencia del influyente diario Frankfurter Allgemeine Zeitung sobre una ruptura del euro en dos divisas, una fuerte y otra más débil, o el incomprensible patinazo alemán con el tema de la bacteria E. coli y la consiguiente guerra del pepino (LA VANGUARDIA) EL MUNDO.- Es evidente que el primer culpable de la situación generada ha sido Alemania. El Gobierno de Angela Merkel ha sido incapaz de reprobar a las autoridades de Hamburgo y de reorientar el caso, pese a la descabellada actuación de la consejera, que incumplió los protocolos europeos previstos para alertas alimentarias. También la UE ha dado muestras de su absoluta inoperancia. Han ido pasando los días sin que Bruselas pusiera orden. Pero si hay razones para estar enojados con Alemania y con la UE, con más motivo hay que criticar la incapacidad del Gobierno. Así lo hicieron ayer los agricultores, que le acusaron de haber actuado tarde y de forma poco «contundente», y exigieron la implicación de Zapatero. EL PAÍS.- Luis de Velasco (Valencia, 1939) se unió a UPyD y se presentó como candidato a presidir la Comunidad de Madrid porque consideró que valía la pena dar un paso adelante: “Hasta hace muy poco mi interés fundamental no era la política autonómica, pero me interesa la de Madrid en cuanto a que las autonomías son parte de un todo. En términos de renta es una de las primeras regiones de España, pero también es una de las más desiguales. Hay que luchar contra eso. También hay que lograr una mayor transparencia del Gobierno regional, dedicar más atención a la sanidad y educación públicas y tratar de que Telemadrid sea un instrumento más objetivo.” Opinión. La Vanguardia Los nervios de Merkel José Antich Las oscuras perspectivas electorales que en estos momentos se ciernen para las elecciones federales del 2013 sobre la CDU que lidera la canciller Angela Merkel, después de los reveses parciales que ha sufrido en länder tan significativos como Baden-Württemberg y Sajonia el pasado marzo, parecen haber desencajado a la aparentemente sólida política democristiana. Las parciales de septiembre en Berlín permitirán ver hasta qué punto el hundimiento de Merkel es reversible, pero lo cierto es que la canciller parece haber decidido imprimir un sesgo significativo en dos temas que suponen toda una revolución para la política alemana de los últimos tiempos. En primer lugar, el cierre de las centrales nucleares alemanas en un plazo no superior a once años y que vencerá, consecuentemente, en el 2022. El accidente de Fukushima y una opinión pública cada vez más contraria a la energía nuclear han acabado dando la vuelta como un calcetín a la política energética en Alemania, que era defendida a capa y espada por la CDU hasta hace muy pocos meses. Que nadie se equivoque: el movimiento alemán tendrá repercusiones en otros países europeos, y no será dentro de mucho tiempo. Pero quizás donde Merkel está desconcertando más es en la política cada vez más nacionalista que está llevando a cabo Alemania, olvidando incluso en ocasiones su papel de motor europeísta. En este desacoplejamiento a la hora de olvidar su liderazgo europeo para anteponer más que nunca su interés propio puede incardinarse la sugerencia del influyente diario Frankfurter Allgemeine Zeitung sobre una ruptura del euro en dos divisas, una fuerte y otra más débil, o el incomprensible patinazo alemán con el tema de la bacteria E. coli y la consiguiente guerra del pepino, que ha puesto a las hortalizas españolas a los pies de los caballos. Quizás no sea un error, sino que hay mala fe. LA VANGUARDIA. 1-6-2011 Editorial. El Mundo Los pepinos y la incapacidad del gobierno UNA GRAVE irresponsabilidad de la consejera de Sanidad de Hamburgo, que señaló a los pepinos españoles como el origen de una infección mortal, está causando pérdidas millonarias a nuestra agricultura y un daño a su imagen que llevará tiempo recomponer. Ayer, seis días después de crear la alarma, la propia Cornelia Prüfer-Storcks confirmaba a un diario alemán que los análisis descartan que el causante del brote de la enfermedad sean las hortalizas españolas. Pero no presentó ni una disculpa pública. Al contrario, defendió su actuación asegurando que haber callado sus «sospechas razonables» sobre los pepinos «no hubiera sido responsable». Es evidente que el primer culpable de la situación generada ha sido, por lo tanto, Alemania. El Gobierno de Angela Merkel ha sido incapaz de reprobar a las autoridades de Hamburgo y de reorientar el caso, pese a la descabellada actuación de la consejera, que incumplió los protocolos europeos previstos para alertas alimentarias. También la UE ha dado muestras de su absoluta inoperancia. Han ido pasando los días sin que Bruselas pusiera orden. Entre tanto, hasta cinco países -cuatro de ellos comunitarios- han vetado nuestras verduras, y aunque otros no han tomado oficialmente esa medida, han sido sus mercados los que las han rechazado. En Berlín hay centros en los que, como garantía de seguridad, anuncian que no venden «productos españoles». Pero si hay razones para estar enojados con Alemania y con la UE, con más motivo hay que criticar la incapacidad del Gobierno. Así lo hicieron ayer los agricultores, que le acusaron de haber actuado tarde y de forma poco «contundente», y exigieron la implicación de Zapatero. Los datos son incontestables. Faltaron reflejos, nunca se calibró el alcance del problema y las protestas oficiales no sirvieron para que Alemania moviera un dedo. Al final ha quedado en evidencia el escaso peso de España en la UE. Y eso que el Gobierno tenía todos los argumentos de su parte para hacer valer los intereses españoles: ningún informe oficial señala a los pepinos como los causantes de la infección; personas que no han ingerido esta hortaliza han enfermado; nadie en España ha resultado afectado, excepto un donostiarra que venía de Alemania; la presencia de la cepa de la bacteria E.coli -origen de las muertes- sólo ha sido documentada en Alemania y en Corea del Sur; y la alarma sanitaria ha obviado los cauces oficialmente establecidos en Europa. La primera reacción del Ejecutivo sólo llegó pasadas 24 horas de la denuncia contra nuestros productos, cuando los medios alemanes hablaban ya de «pepinos asesinos españoles». Los sindicatos agrarios, que sí calibraron la gravedad de la situación, vieron impotentes cómo, en las primeras horas, los ministerios de Agricultura y Sanidad se pasaban uno a otro la pelota para no tomar decisiones. Lo lógico es que el vicepresidente político hubiera creado de inmediato una célula de crisis en La Moncloa -como solía hacer De la Vega- para coordinar las acciones de los departamentos implicados, incluido el de Exteriores. Sin embargo, nada de eso se hizo. Rubalcaba estaba más ocupado en su candidatura del PSOE. Mientras la crisis del pepino crecía, las ministras Trinidad Jiménez y Pajín le aplaudían en el Comité Federal. Estamos así ante la primera demostración de cómo la pretensión de Rubalcaba de compatibilizar las tareas del Gobierno y del partido ha creado un gravísimo perjuicio al país. Y lo que es el colmo es que, casi una semana después, cuando Alemania ha retirado la acusación contra nuestras hortalizas y el problema entra, por sí solo, en vías de solución, Rubalcaba viaje a Almería para reunirse con los agricultores. EL MUNDO. 1-6-2011 Entrevista. El País “Supongo que me entenderé mejor con el PSM e IU” Inés Santaeulalia Luis de Velasco (Valencia, 1939) lleva toda la vida en política. Fue secretario de Estado de Comercio con el primer Gobierno de Felipe González y diputado socialista hasta 1994. Los escándalos del PSOE le llevaron a devolver el carné del partido, pero aún hoy se define socialdemócrata. Confiesa que incluso antes de dejar el PSOE, ya había empezado a votar IU. Jubilado desde hace dos años, se unió a UPyD y se presentó como candidato a presidir la Comunidad de Madrid porque consideró que "valía la pena dar un paso adelante". Tiene 72 años y espera completar la legislatura como portavoz en la Asamblea de su grupo, al que se refiere como "el G-8", por sus ocho diputados. Pregunta. Viene del PSOE igual que la líder de UPyD. ¿En qué mas se parece a Rosa Díez? Respuesta. Compartimos un ideario, pero nuestras trayectorias han sido distintas. Rosa es un animal político, en el mejor sentido, y a mí me gusta la política pero no es el centro de mi vida. P. Ha sido socialista, ha votado a IU. ¿Encaja en UPyD? R. Sí, y seguiré estando mientras considere que encajo, que creo que será por mucho tiempo. Este es un partido transversal pero en los cuatro puntos esenciales estoy muy cómodo, aunque puedo discrepar en pequeñas cosas. P. Tienen un discurso en clave nacional. ¿Conocen los problemas de Madrid? R. Hasta hace muy poco mi interés fundamental no era la política autonómica, pero me interesa la de Madrid en cuanto a que las autonomías son parte de un todo. En términos de renta es una de las primeras regiones de España, pero también es una de las más desiguales. Hay que luchar contra eso. También hay que lograr una mayor transparencia del Gobierno regional, dedicar más atención a la sanidad y educación públicas y tratar de que Telemadrid sea un instrumento más objetivo. P. ¿Apoyará a Esperanza Aguirre en su investidura? R. Hay que esperar a ver qué dice, pero si es coherente y va por las líneas de sus políticas en los últimos ocho años, me pronunciaría por votar en contra. P. ¿Cuáles son los mayores errores de Aguirre? R. Es incoherente, se declara liberal y a veces es profundamente intervencionista en aspectos como Telemadrid, Caja Madrid o el Canal de Isabel II. Ha llevado una política de privatización clandestina en la enseñanza y la sanidad y ha sido un rodillo en la Asamblea. No ha permitido la formación de comisiones de control o investigación y creo que el tema Gürtel no está despejado. Es un caso clarísimo de financiación ilegal de un partido y eso traerá coletazos. P. ¿Apoyaría el copago sanitario? R. En principio, no. Es un repago. El contribuyente ya paga con sus impuestos la sanidad pública. P. Aguirre quiere que esta legislatura sea la de la educación. ¿Qué propuestas tiene UPyD, además de pedir la devolución de competencias al Estado? R. La enseñanza pública está recibiendo cada vez menos fondos y hace falta recuperar valores como la austeridad o el respeto al maestro. También hay que repasar las retribuciones que se hacen a la concertada, no para eliminarlas, sino para ver cómo se utilizan. Y parece que se han utilizado procedimientos dudosos para ayudar a la privada. Estamos radicalmente en contra. La privada que exista, pero con sus recursos. P. Con quién se llevará mejor, ¿con socialistas o populares? R. Conozco las virtudes y los defectos del PSM, pero no conozco a Tomás Gómez, soy de la generación anterior. Me considero y procuro ser socialdemócrata. Supongo que en algunos puntos me entenderé mejor con el PSM e IU. P. ¿Qué oposición planteará? R. Somos un grupo pequeño pero queremos hacernos notar. Plantearemos la reducción de 129 a 100 diputados y de sus sueldos y retribuciones. Me he enterado, pero no me lo creo, de que como portavoz tendré coche oficial. Si es así, voy a renunciar a ello. Es un despilfarro. [Preguntado más tarde el portavoz municipal de UPyD, David Ortega, por si los cinco concejales renunciarán a los vehículos oficiales que les correponden, éste dijo que "hasta que se constituya el Ayuntamiento el día 11 no tomarán una decisión"]. P. ¿Sabe cuál será su sueldo? R. Ni idea. Soy jubilado y recibo una pensión de 14 pagas de 2.000 euros netos al mes. Estoy mejor que el 99% de los españoles, pero estoy convencido de que voy a ganar más en la Asamblea. P. UPyD ha multiplicado sus representantes, son personas con un pasado político muy diferente. ¿No será un problema para llegar a acuerdos? R. Hemos pegado un gran salto y tenemos responsabilidades nuevas, lo que posiblemente creará algunas disfunciones, pero eso no es malo. En la línea gruesa seguiremos perfectamente bien. P. No quieren entrar en ningún Gobierno. ¿No tienen vocación de gobernar? R. Ahora eso no es lo importante, pero estoy convencido de que estamos capacitados. Tenemos un proyecto nacional y queremos llevar esas señas de identidad al plano municipal y autonómico. P. ¿Se identifica cuando los denominan el partido de Rosa Díez? R. Es una ventaja porque Rosa es una política conocida y valorada, pero puede ser un inconveniente porque no somos un partido de su propiedad, somos el partido en el que milita. Ese inconveniente se va a ir superando conforme seamos más conocidos. P. ¿Quién es su político de referencia? R. Rosa me parece magnífica, pero eso no está bien contestarlo. Me interesa y apasiona la política americana y creo que Obama es de lo mejor que hay por el mundo. Aunque me está decepcionando, creo que sus activos todavía superan a sus pasivos. No veo ningún otro, ha habido un deterioro notable de la clase política. P. ¿Habría que desalojar el campamento de Sol? R. Creo que va a morir de forma natural, aunque me extraña que hayan aguantado tanto. Desalojarlos tendría muchos inconvenientes. Me parece un movimiento interesante, espero que sus reivindicaciones tengan futuro. EL PAÍS. 31-5-2011