Bolivia, la media luna planeaba un golpe de estado

Los Nazis en Bolivia

«El Consejo Departamental de Santa Cruz ha votado la creación del cuerpo de seguridad regional. Pasaré de Brasil a Bolivia y comenzaré a organizar una milicia. Si el gobierno (de Evo Morales) no permite la autonomí­a de Santa Cruz, Santa Cruz está dispuesto separarse de Bolivia. Los organizadores proveerán el financiamiento y las armas, que se obtendrán al margen de la ley. Desde Brasil probablemente», detalló el mercenario en una entrevista a la televisión Húngara.

El gobierno boliviano va a resonder con todos los medios materiales a su alcance, con apego a la Constitución y a la ley, y va a ser firme, contundente implacable e inmisericorde contra quienes atenten contra la integridad del territorio nacional, advirtió hoy el vicepresidente Álvaro Garcí­a Linera.Presidente en ejercicio en ausencia de Evo Morales, quien viajó a Nueva York, Garcí­a Linera dio un mensaje a la nación desde el Palacio Quemado, luego de conocerse anoche una entrevista con Eduardo Rózsa Flores, el presuntoterrorista abatido el pasado jueves 16 por la policí­a nacional en Santa Cruz, en la cual reconoce que vendrí­a a Bolivia contratado por un grupo de personas, a crear una milicia para promover la autonomí­a e incluso la independencia cruceña.»He sido llamado para organizar la defensa de Santa Cruz. Entendemos que habrá una ofensiva del gobierno central con el despliegue de las fuerzas armadas e indí­genas», dijo el boliviano, croata y húngaro Eduardo Rózsa Flores a la televisión húngara en lo que fue su «última voluntad»: dar una entrevista a un famoso presentador que sólo se difundirí­a cuando volviera a Budapest o muriera. El gobierno boliviano preguntó a sus opositores si esta grabación era prueba suficiente de la existencia de una célula terrorista en el paí­s, como muchos dudan. «Declararemos la independencia y crearemos un nuevo paí­s», advirtió el cruceño meses antes de morir. Sostuvo que lo habí­a «mandado» un tal Consejo Departamental de Santa Cruz.»No me lanzarí­a a la selva boliviana para jugar a ser el Che Guevara. No voy allá para atacar o ayudar a una organización para que lance una ofensiva contra la capital, La Paz, o persiga al presidente. No tengo nada que ver con La Paz como piensa. Tenemos que organizar la defensa», dijo el veterano de la guerra de los Balcanes a András Kepes. Rózsa, que grabó la entrevista el 8 de septiembre de 2008, habí­a pedido al entrevistador resguardar la conversación hasta este momento.»El Consejo Departamental de Santa Cruz ha votado la creación del cuerpo de seguridad regional. Pasaré de Brasil a Bolivia y comenzaré a organizar una milicia. Si el gobierno (de Evo Morales) no permite la autonomí­a de Santa Cruz, Santa Cruz está dispuesto separarse de Bolivia. Los organizadores proveerán el financiamiento y las armas, que se obtendrán al margen de la ley. Desde Brasil probablemente», detalló quien fuera periodista, poeta, actor y comandante en la guerra de separación de la ex Yugoslavia.»No marcharemos con banderas o con varas de bambú, lo haremos con armamento. Sospecho que el gobierno boliviano sabe de mis planes, pero confí­o en escabullirme por el amplio territorio cruceño», dijo Rózsa.El 15 de abril pasado, una bomba estalló en la puerta de la casa del cardenal Julio Terrazas, opositor público de Morales. Al dí­a siguiente, de madrugada, grupos especiales de la policí­a subieron al cuarto piso del hotel Las Américas, en esta ciudad, y comenzaron un tiroteo de media hora. Allí­ murieron Rózsa; Magyarosi Arpád (rumano de origen húngaro), militar; y Michael Martin Dwyer (irlandés), ingeniero. Fueron detenidos Mario Tadic Astorga (boliviano y croata), militar retirado; y Elód Tóasó (húngaro), ingeniero informático. El Ministerio de Gobierno indicó que los sobrevivientes habrí­an confesado que realizaron el atentado contra el cardenal para atribuirlo al gobierno nacional.Después de pasar por el hotel, los uniformados allanaron el stand de la cooperativa de teléfonos cruceña (Cotas) en la Feria de Exposición de Santa Cruz (Fexpocruz). Allí­ encontraron varias armas y explosivo C-4. Cotas es una de las instituciones cruceñas opositoras a Morales. El martes, 25 instituciones, el Comité Pro Santa Cruz y la Prefectura manifestaron que el gobierno nacional montó un show para manchar el buen nombre de los lí­deres del departamento.»A aquellos que dí­as atrás hablaban de shows, de montajes, de mentiras, los conminamos a manifestarse públicamente si defenderán la integridad de la patria contra este tipo de ataques terroristas. O si, por el contrario, apoyarán y encubrirán a quienes han intentado y a quienes intenten dividir la sagrada unión de la patria boliviana», dijo el presidente en ejercicio, Alvaro Garcí­a Linera, sobre la entrevista a Rózsa.Croacia, Hungrí­a e Irlanda piden a Bolivia información sobre la muerte de sus ciudadanos. «Las cabezas de ese gran aparato terrorista» son bolivianas que reclutaron a mercenarios en Latinoamérica y Europa y que llevan en Bolivia varios meses en Santa Cruz, Beni, Pando y otras regiones donde cumplieron «decenas de reuniones con decenas de personalidades del ámbito de algún tipo de actividad empresarial, no instituciones sino personas», dijo Garcí­a Linera.»El Estado está en riesgo hay todaví­a una gruesa estructura, extranjeros y bolivianos sueltos, hay los ideólogos sueltos, hay armamento muy sofisticado guardado, hay lugares de entrenamiento», advirtió.La oligarquí­a separatista cruceña está conformada por un pequeño núcleo de familias ligadas al poder terrateniente, la industria láctea, cervecera, petrolera y los medios de comunicación. Estas familias llegaron al paí­s tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el gobierno boliviano aceptó, a solicitud de la CIA, dar refugio a miembros perseguidos de la Ustacha, la organización fascista croata. Desde entonces sus relaciones con la CIA y la DEA siempre han sido intensas. Al derrumbarse el nazismo, en los últimos dí­as de la Segunda Guerra Mundial, los lí­deres de esta organización comenzaron una huida que los trasladó a Austria, a la Italia de Benito Mussolini y más tarde a América del Sur, tras una negociación entre el Vaticano y EEUU que los amparó y los puso a su servicio en Latinoamérica, fuero fieles aliados de las dictaduras militares y formaron parte de sus aparatos represivos y asesinos, interviniendo en las operaciones más negras y funestas de la historia de Latinoamérica. Prestaron sus servicios como asesores de métodos de tortura, represión y contrainsurgencia.Con estas personas siempre se trasladó un botí­n integrado por el dinero robado de depósitos bancarios y certificados de acciones, más cajas de oro y joyas que se calcula en un monto superior a los 200 millones de dólares de la época.En total superaron las 30.000 personas, muchas de ellas asentadas en Argentina, Paraguay, Chile y las selvas bolivianas donde casi todos cambiaron sus nombres, como Klaus Barbie, quien utilizaba el de Klaus Altman.Barbie, se puso al servicio de la CIA, torturó y fue responsable de la muerte de por lo menos tres mil revolucionarios bolivianos durante los regí­menes militares», además de amasar «gran fortuna con negocios sucios» y llegar «a ser general ad honorem del ejército»Cada vez que se va rascado más en la superficie de todo este entramado multinacional, de paramilitares y mercenarios, ligados al entramado opositor tanto en Bolivia como en Venezuela y sus conexiones con el Plan Colombia, CIA y la DEA. Empieza a tomar color una especie de nuevo «Operación Cóndor», viejas recetas, pero esta vez desde la oposición a los gobiernos del frente antihegemonista en Latinoamérica. Una especie de gran acuerdo de todas las oligarquí­as que han perdido sus privilegios, auspiciadas por el imperialismo.

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