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Los problemas económicos de España se agravan. El índice Markit de gestoras de compra del sector manufacturero español correspondiente al mes de marzo cayó hasta los 44,5 puntos; los costes aumentaron y los nuevos pedidos retrocedieron, lo que hace pensar en una aceleración de la recesión. El desempleo entre la población joven aumentó hasta el 50,5% en febrero.
España se enfrenta a tres riesgos fundamentales para alcanzar su objetivo presupuestario. Primero, aunque dada la trayectoria del país, parece que los recortes del gasto del Gobierno central se pueden conseguir, la austeridad a nivel autonómico no está garantizada. Las autonomías de España representan el 50% del gasto público, que se concentra en los sectores sanitario, educación y servicios sociales.
Una eurozona más fuerte o el crecimiento global actuarían de colchón. Sin ello, sigue existiendo el riesgo de que España pueda necesitar más medidas de austeridad para cumplir sus objetivos de déficit, lo que deterioraría aún más el crecimiento. Esto podría hacer que los mercados pierdan confianza y provocar un contagio. España sigue siendo clave para el futuro de la eurozona.