España duplica el paro europeo

Los lí­deres europeos del paro

Frente a la idea, interesadamente difundida por Zapatero para ocultar su responsabilidad, de que el incremento del paro es la inevitable consecuencia de una crisis internacional que afecta a todos, España ostenta, con mucha diferencia, el dudoso honor de ser el lí­der europeo en destrucción de empleo. Duplicamos el número de parados de la UE, multiplicamos por 9,5 la media europea de incremento del desempleo, lideramos las estadí­sticas en todos los ámbitos (paro juvenil, masculino, femenino…). Es la negra cosecha de un modelo productivo asentado en el hipertrofiado auge de la construcción, cuya debacle pulveriza empleos a una velocidad vertiginosa.

No es verdad que la subida del aro esa una “plaga bíblica” indiscriminada ante la que nada podemos hacer. No en todos los países europeos se ha incrementado el desempleo por igual. De hecho, las diferencias son abismales. En Francia, el paro sólo se ha incrementado un 0,2% en 2008, en Bélgica o Finlandia se ha mantenido estable, y en Alemania ha descendido un 0,7%. Mientras tanto, en España el desempleo ha subido durante el último año… ¡un 5,7%! Tenemos el dudoso honor de liderar las estadísticas de paro en todas las categorías y sectores. España es el país donde un mayor porcentaje de los trabajadores está en el paro. Alcanzamos el 14,4%, duplicando la media de la UE (7,4%). Y la distancia es cada vez mayor, puesto que el ritmo de aumento del paro en España durante el pasado año (5,7%), multiplica por siete la media de la eurozona (0,8%) y por ¡9,5! la de la UE a 27 (0,6%). España aporta el 60% de los nuevos parados generados en toda la UE durante el pasado año (un millón respecto a 1.665.000). No es una desgracia particular de tal o cual sector de trabajadores. En todas las categorías, España encabeza las listas de paro de la UE. Casi uno de cada tres jóvenes españoles (el 29,5%) está en paro, una estadística que prácticamente duplica las de la UE (16,6%). La tasa de paro femenino alcanzó en España el 15,3%, frente a una media europea del 7,7%. Y el desempleo masculino se situó en nuestro país en el 13,7%, mientras en la UE sólo alcanzó el 7,2%. ¿Por qué esta gigantesca diferencia entre la subida del paro en España y en el resto de la UE? La misma Comisión Europea afirma que el paro “no es un fenómeno fatídico insuperable, sino que depende mucho de las políticas de empleo y de las relaciones industriales existentes en cada país”. El comisario europeo de Asuntos Económicos, el español Joaquín Almunia, remacha que “las razones de este desigual comportamiento del paro en España están en el especial impacto que está teniendo la caída del sector de la construcción en la economía española”. El modelo productivo que Zapatero ha seguido a pies juntillas, basado en un desmedido crecimiento de la construcción y una tasa insoportable de endeudamiento con el extranjero, es un cáncer que estallada la crisis demuestra su poder devastador. Pero en España se añade otro agravante. En Reino Unido, el otro país europeo donde ha estallado la “burbuja inmobiliaria”, el paro sólo ha aumentado un 1% en el pasado año, situándose en el 6,1%. España, además de una irracional apuesta por la construcción, es uno de los países más dependientes. Para financiar nuestro crecimiento dependemos de los préstamos de los bancos extranjeros, que generan una deuda creciente. Las principales ramas industriales (como el automóvil, y desde ahora, también gracias a Zapatero, buena parte de la industria energética) están en manos extranjeras. Nuestras exportaciones dependen, en un 70% de los cinco principales países de la UE. Ese nivel de dependencia, donde las decisiones que afectan al mantenimiento o destrucción del empleo no se toman en España sino en Berlín, París o Washington, es un catalizador que multiplica el aumento del paro. Esta es la realidad que Zapatero pretende ocultar, para correr un tupido velo sobre su responsabilidad en que existan en España 1,2 millones más de parados que hace un año.

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