En Brasil se crea jurisprudencia a favor de los indí­genas.

Los indí­genas gestionaran sus tierras

El Supremo Tribunal Federal STF de Brasil dio su voto definitivo a favor de los indí­genas. Ahora todos los no indios que desde hace años explotaban en grandes latifundios la reserva tendrán que abandonarla. El tribunal ha decidido también que la retirada sea inmediata.

Un cambio de orientación del STF que satisface a los indígenas igual que sorrende y pillara por sorpresa a la oligarquía brasileña. Porque una vez homologada y registrada en la notaria del Estado las tierras son de uso y usufructo exclusivo de los indios. Todo el proceso, solapados con las empresas arroceras de las posibles explotaciones mineras del área quedaran frustradas. El área es muy rica en minerales: oro, diamantes…la fertilidad de la tierra es “la guinda del pastel”El área indígena “Serra Raposa do Sol” ya fue demarcada en 1998, Lo que se esperaba era el acto administrativo por parte de la Presidencia de la República de Brasil, de la Homologación. Esto consiste en una firma del Presidente de la República, José Ignacio “Lula da Silva”, reconociendo que todo está según la ley.Desde la firma del Decreto Demarcatorio en el año 1998, en el área indígena “Serra Raposa do Sol”, los "ocupantes", seis empresas arroceras respaldadas por la oligarquía local, no sólo no se habían retirado, sino que habían seguido expandiendo sus plantaciones, a veces con el uso de la fuerza.En las últimas tres décadas, 21 indígenas han sido asesinados, aunque ningún crimen ha sido condenado, a lo que hay que sumar el tiroteo, El pasado mes de abril, cuando el presidente Lula envió a la Policía Federal a expulsar a los arroceros. Los latifundistas respondieron con violencia. Diez indígenas fueron heridos. Días después de las agresiones, una decisión de la justicia brasileña provocó el estupor en las organizaciones indígenas. El Tribunal Superior Federal no sólo decidió cancelar la operación policial del presidente Lula para expulsar a los latifundistas, sino que admitió un recurso que, de prosperar, permitirá a los arroceros continuar en tierra indígena, creando un peligroso precedente. Que al final ha dado un giro de 180º beneficiando así a los verdaderos dueños de las tierras.En Brasil hay 604 tierras indígenas, habitadas por 215 pueblos distintos que hablan 180 idiomas e innumerables dialectos. En ellas viven 600.000 indígenas. Se estima que unos 18.000 indígenas de las tribus Ingarico, Macuxi, Patamona, Taurpeng y Wapixana viven en el área conocida como Serra Raposa do Sol. Los indígenas dentro de la sociedad roraimense son los que están mejor organizados tradicionalmente. Porque cuentan con el respaldo de toda una tradición de décadas de lucha. Hace tres décadas que comenzaron a organizarse y a luchar por sus derechos, la masa social que es capaz de enfrentarse directamente al Gobierno de Roraima. Los pueblos indígenas en su cosmogonía no existen las fronteras, ni la burocracia, ni la pertenencia de la tierra a ninguna persona. Ahora tendrán que adaptarse a la nueva realidad para poder cuidar y defender su tierra y su modelo de desarrollo, sin perder su identidad.

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