Todo «comité de sabios» guarda una sorpresa desagradable. El que propuso un salvaje recorte de las pensiones estaba integrado por expertos a sueldo de los bancos y las aseguradoras. El que acaba de presentar una propuesta de reforma fiscal es incluso peor. Se reunieron hasta seis veces con representantes del FMI, la UE y la OCDE. El presidente del comité de expertos confiesa que «los organismos internacionales hicieron recomendaciones de gran interés». Fueron algo más que «recomendaciones». La propuesta de reforma fiscal presentada calca todos los mandatos del FMI y la UE. Es decir, que se le bajen los impuestos a los que más tienen, y que se nos suban al 90%. Somos un país intervenido, que no puede decidir de forma autónoma su política fiscal. Cada vez está más claro que para redistribuir la riqueza tenemos que liberarnos primero de su intervención y sus «hombres de negro».
“Nos hemos reunido un par de veces con cada uno de ellos”. Así, con esta cínica sinceridad, confesaba Manuel Langares, el presidente de la comisión que ha presentado la propuesta de reforma fiscal, su estrecha relación con el FMI, la UE y la OCDE. Estos organismos internacionales, brazos de hierro de Washington y Berlín, son los que de verdad han redactado la reforma fiscal. Nos podríamos haber ahorrado este “comité de sabios”.Bastaba con leer los informes del FMI y la UE, que los “expertos” nombrados por el gobierno han copiado sumisamente. «¿Alguien duda ahora de la necesidad de defender la soberanía nacional, tal y como venimos defendiendo y plantea el programa de la agrupación electoral Recortes Cero?»
No es extraño que esta reforma fiscal apadrinada por Washington y Berlín sean tan injusta e insultante.
Lo primero que proponen es bajarle los impuestos a los que más tienen. A través de una rebaja del IRPF que será más elevada para las rentas más altas. Proponen que el tramo más alto -el que pagan los más ricos- actualmente el 52% (el 56% en el caso de Cataluña) debería situarse por debajo del 50%. E incluso recomiendan situarlo en el entorno de la media de los países de la eurozona, que ahora está en el 43,7%.
Lo mismo ocurre con el impuesto de sociedades, el que pagan las empresas por sus beneficios. Los “expertos” plantean reducir su tipo nominal “de manera significativa” del 30% actual hasta el 20%. Eso sí, proponen suprimir el régimen especial de las empresas de reducida dimensión que actualmente permite a las pymes que facturan menos de 10 millones de euros disfrutar de un gramaven más reducido.
Blanco y en botella. Bancos y monopolios pagarán menos impuestos, y las pymes pagarán más.
¿Y cómo compensar esta rebaja de impuestos a los más ricos? ¡Pues subiéndolos a todos los demás!
Por eso proponen un salvaje incremento de los impuestos indirectos, tal y como viene exigiendo el FMI y la UE.
La vía más injusta, puesto que los impuestos indirectos gravan el consumo, y los pagamos todos por igual, especialmente los que menos tienen.
La comisión propone elevar al tipo general del 21%, una buena parte de los productos que ahora pagan un tipo reducido del 10%. Con ello pretenden recaudar 6.000 millones. Y amenazan con que podría ser peor. Puesto que ya han calculado que si todos los productos pagaran un IVA del 21% se recaudarían 33.000 millones adicionales.
Lo que están preparando es un nuevo atraco fiscal al 90%, a trabajadores, parados y pensionistas, pero también a autónomos o pequeños y medianos empresarios… Mientras bancos, monopolios, grandes fortunas y capital extranjero serán los únicos que paguen menos.
Todo al dictado del FMI o la UE, de Washington y Berlín.
¿Alguien duda ahora de la necesidad de defender la soberanía nacional, tal y como venimos defendiendo y plantea el programa de la agrupación electoral Recortes Cero?
Mientras sean Washington y Berlín, a través de sus “hombres de negro”, los que decidan lo que ocurre en España, no podremos desarrollarnos. No porque no dispongamos de recursos… Sino porque se lo quedan todo ellos.