Alarma social.

Los ERE´s llegan a los Ayuntamientos.

Parece que los exedientes de regulación de empleo son la fórmula de esta crisis en un sálvese quien pueda de esta nueva forma tan de moda de despidos. Tanto es así que ya han llegado a los Ayuntamientos.En Valencina el Consistorio plantea un ERE que afectará a 40 trabajadores fijos. Aunque la Junta ha denegado el expediente el Ayuntamiento recurrirá para hacerlo efectivo. Mientras plantean esta medida para ahorrarse 660 000 euros de estos 40 puestos de trabajo, los sueldos de los altos cargos y de las cúpulas políticas no se ponen en cuestión. El ahorro de los Ayuntamientos pasa, como el resto de medidas frente a la crisis, por que este ahorro sea a costa de los empleados rasos y los trabajadores. Ya se aprobó un ERE en Almensilla por el cual se extinguieron 9 contratos fijos. El despido a través de los ERE´s llegan de esta forma al funcionariado que con la crisis también empiezan a temblar.Plantean también cómo la plantilla está sobredimensionada, el caso es que coches oficiales, corrupción, gastos supérfluos y millones para obras urbanas parecen no estar sobredimensionados, de eso no hablan. De recortar en sueldos de altos cargos, de que los millones del plan anticrisis vayan a producir economía productiva, o del despilfarro no es el problema. Viene más a mano y más cómodo para los políticos recortar gastos despidiendo al personal, y ahora ya pueden hacerlo mediante los ERE´s.El Estado del bienestar se terminó. Recortes y despidos ya son el pan de cada día y ya llegan hasta los sectores que parecía que podían dormir tranquilos. Se terminó el repartir migajas para tener la casa en paz. Esta noticia de la llegada de los ERE´s a los trabajadores fijos de los Ayuntamientos, hace divisar el calado profundo que esta crisis va ha pasar de convertirse en económica para comenzar a ser política y social. Si los Estados del Bienestar cumplían el papel de mantener en paz la casa, es material y evidente que la casa está cada vez más revuelta y el modelo político y económico cada vez más cuestionado.Abróchense los cinturones, que en esta crisis todavía nos queda largo camino que recorrer. Organización y lucha es lo que nos queda, para exigir un pacto nacional que vaya a promover la economía productiva, a cercar la corrupción y al ahorro de la Administración, pero un ahorro real que empiece por las cúpulas políticas y los gastos supérfluos. Ya que todos pagamos, todos debemos decidir de dónde se recorta y en qué sectores se invierte.

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