Reunión en Moscú de los BRIC

Los emergentes transforman del Tablero mundial

La cumbre del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que se realizará en junio tendrá a disposición una agenda centrada en la definición de un nuevo orden internacional y no apenas en la reforma del modelo actual, «Es una agenda transformadora. Ya no discutiremos apenas cuántas sillas hay que agregar al actual modelo, sino que discutiremos el propio modelo», dijo el ministro brasileño de Asuntos Estratégicos, Roberto Mangabeira Unger. El papel del G-20 como institución, el papel del dólar y las alternativas que existen, la reforma de las instituciones mundiales de seguridad en particular las ligadas a la ONU, el ultimo punto será la cuestión del desarme nuclear, Brasil es el único de los cuatro paí­ses que no posee armas de ese tipo y que incluso renunció explí­citamente a ellas.

Los aí­ses del grupo BRIC si consiguen acercar sus posiciones frente los grandes temas de la realidad mundial, tienen el potencial para cambiar el orden global en beneficio del desarrollo basado en la ampliación de oportunidades para los ciudadanos. La afirmación fue hecha por el ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, Roberto Mangabeira Unger, en ví­speras de su viaje a Moscú para participar los dí­as 29 y 30 de mayo de un encuentro de representantes de esas cuatro naciones.El encuentro es preparatorio de la reunión de alto nivel prevista para el 16 de junio en la ciudad rusa de Ekaterimburgo. Por primera vez, los BRIC -grupo de paí­ses que los especialistas apuntan como los motores de la economí­a mundial en las próximas décadas-, analizarán los temas más relevantes de la agenda internacional con el fin de buscar coincidencias, en una discusión que adquirió más relevancia frente a la crisis económica y financiera actual.Mangabeira mantendrá en Moscú una reunión a cuatro partes con el general Nicolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, K.M. Narayanan, asesor de Seguridad Nacional de India, y Dai Bingguo, uno de los cinco consejeros de Estado encargado de las relaciones exteriores de China. «Hay cinco grandes temas que comienzan a ocupar el centro de las discusiones, y si avanzamos en ese temario habrá una transformación profunda del orden internacional», dijo el ministro anticipando la agenda que propondrá a sus pares.Según él, el primero de los temas es definir qué hacer con las organizaciones informales que surgieron en el escenario mundial, como el G-20 y si la nueva representación de las potencias emergentes debe llevar a una reconfiguración de las instituciones previamente establecidas. El segundo tema es cómo el orden jurí­dico y económico mundial deberí­a ser reformulado para tornarse «más propicio a alternativas, divergencias, contrastes, a experimentos, a herejí­as».Mangabeira se refirió a la Organización Mundial de Comercio (OMC), a su criterio caracterizada por un «maximalismo institucional», es decir, la tendencia a incorporar no sólo la agenda de comercio sino una agenda de convergencia institucional. «Se procura imponer a los paí­ses, en nombre del libre comercio, un compromiso no sólo con la economí­a de mercado sino con una variante especí­fica de la economí­a de mercado. Por ejemplo, se quiere prohibir todas las formas de coordinación estratégica entre gobiernos y empresas que los paí­ses occidentales usaron para enriquecerse», resaltó.Para él, los BRIC deben luchar por un «minimalismo institucional», un mí­nimo de condiciones para posibilitar un máximo de experimentos y alternativas. El tercer tema es el papel del dólar en la economí­a mundial, y recordó que el gobierno de China se ha mostrado preocupado con la amenaza de una caí­da brusca del dólar para el valor de las reservas chinas.»Mientras el dólar permanezca como moneda de reserva, la economí­a mundial quedará expuesta a las vicisitudes, a las subas y bajas de una única gran economí­a mundial, los Estados Unidos», señaló. Recordó que hay una creciente descontento entre los BRIC con la perpetuación del dólar como moneda de reserva, pero advirtió que la opción no debe ser sustituirlo por un orden burocrático que darí­a a autoridades monetarias globales poderes discrecionales.Entre las alternativas estarí­a crear una canasta de monedas, de tal forma que la volatilidad de una moneda fuese contrabalanceada por otras, u organizar un sistema de derechos de saque (special drawing rights), siguiendo reglas claras y transparentes.El cuarto tema que debe ser tratado es el sistema de seguridad del mundo, fragilizado por la actitud de los EEUU, que cuando se sienten amenazados en un interés vital de seguridad y no consiguen obtener de las ONU una respuesta que consideran satisfactoria, salen fuera del sistema.»Serí­a necesario reforzar el sistema de la ONU para que pueda atender las preocupaciones legí­timas de seguridad de las grandes potencias preservando la soberaní­a de todos los paí­ses y aumentar al mismo tiempo el precio que una gran potencia tiene que pagar si insiste en salir del sistema», señaló.El quinto gran tema es el desarme nuclear, un punto sobre que existen conocidas diferencias entre los BRIC, ya que Brasil es el único que renunció voluntariamente a convertirse en una potencia nuclear. En su recientemente diseñada Estrategia de Defensa Nacional, sin embargo, el paí­s sudamericano reafirmó su decisión de estar a la vanguardia de la ciencia nuclear, mostrando que esa renuncia deriva de una voluntad polí­tica y no de incapacidad cientí­fica y tecnológica.»En razón de todo eso, insistimos en que se respete la premisa más importante del Tratado de No Proliferación Nuclear, que es el desarme progresivo de las potencias nucleares», subrayó. Mangabeira consideró que los BRIC tienen un denominador común, que es el deseo de luchar por un orden mundial que sea más hospitalaria para las alternativas, los contrastes y los experimentos.Resaltó que hay una conciencia compartida de que no basta regular la economí­a de mercado, ni reducir con polí­ticas sociales las desigualdades que genera, sino que es necesario reorganizar el mercado para tornarlo incluyente. «Tenemos que luchar juntos por un mayor pluralismo de poder y de visión en el mundo, alrededor de esos cinco grandes temas, en función de una gran causa interna: la construcción de un modelo de desarrollo que transforme la ampliación de oportunidades para aprender, para trabajar y para producir en el motor del desarrollo», enfatizó.

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