La Cumbre de los emergentes en Rusia

Los emergentes modifican el tablero mundial

Mientras Estados Unidos y Europa luchan para salir del pantano del endeudamiento, el desempleo y la deflación, la resistencia de los paí­ses BRIC a los embates de la crisis ha sido la grata sorpresa. Brasil, Rusia, India y China se han convertido en un factor de estabilidad y crecimiento logrando producir un desacople del eje Estados Unidos-Japón-Europa. Los paí­ses BRIC serán los primeros en salir de las cifras rojas: Brasil registró su primer superávit comercial tras 18 meses de déficit consecutivo y ha comenzado a recuperar la inversión extranjera; China ha desempolvado cientos de proyectos que tení­a archivados y ha comenzado a ejecutarlos para mantener a su economí­a entre el 7,5 y 8 por ciento; India ha tenido la virtud de no hacerse tan dependiente del comercio mundial y Rusia ha resistido gracias a los buenos resultados de Gazprom, la estatal petrolera.

La crisis global imlica que China y otras potencias emergentes superarán a las economí­as desarrolladas incluso más rápido de lo que se creí­a, dijo el economista de Goldman Sachs que acuñó el término BRIC. El economista jefe de Goldman, Jim O’Neill, dijo que ahora era probable que la economí­a china desplace a la de Estados Unidos en menos de 20 años y que los cuatro paí­ses BRIC juntos -Brasil, Rusia, India y China- podrí­an superar al G7 en el mismo perí­odo. «Su ascenso relativo parece ser más fuerte pese a la visión de algunos que hace unos meses creí­an que el sueño BRIC podrí­a ser hecho añicos por la crisis», afirmó el economista.Durante la conferencia que comenzará el martes en la ciudad de Yekaterinburg, en los Urales, el presidente ruso Dmitry Medvedev seguramente repetirá el llamamiento ruso de crear una divisa mundial de reserva además del dólar. La propuesta rusa refleja la búsqueda del Kremlin de mayor influencia internacional y el temor, compartido por otros paí­ses del BRIC, de que el desenfrenado déficit presupuestario de Estados Unidos pueda desatar una inflación galopante y debilitar aún más el dólar.Los paí­ses del BRIC representan hoy los principales centros de crecimiento económico del mundo. Más de la mitad de la población mundial vive en los paí­ses del BRIC. Por lo pronto, Rusia, China y Brasil han exhibido su entusiasmo por la sustitución del dólar como única moneda de reserva global, mientras India practica la meditación discreta.Los paí­ses del BRIC detentan 38 por ciento del total de las reservas mundiales, que ascienden a 7.47 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón): Brasil posee 206 mil millones (junio 2009); Rusia 404 mil millones (mayo 2009); India 262 mil millones (junio 2009); China 1.95 millones de millones (marzo 2009).El principal problema es que el BRIC tiene la mayor parte de sus reservas en dólaresCuando agregamos a las reservas de China aquellas del área de influencia económica China, entonces el BRIC alcanzarí­a 47 por ciento de las reservas mundiales: Hong Kong ostenta 186 mil millones de dólares (marzo 2009); Macao, 20 mil millones (diciembre 2008); Taiwán, 305 mil millones (abril 2009), y Singapur, que cuenta con 70 por ciento de población china, 166 mil millones (marzo 2009).En un reciente articulo el economista norteamericano Nouriel Roubini afirmaba que «Si bien la condición del dólar de principal moneda de reserva no se desvanecerá de la noche a la mañana, ya no podemos darla por descontado. Antes de lo que pensamos, otras monedas pueden desafiar al dólar, y lo más probable es que se trate del renminbi chino. Eso tendrí­a un grave costo para los Estados Unidos, dado que desaparecerí­a su capacidad de financiar el déficit presupuestario y comercial».Sin afirmarlo explí­citamente afirma que esta crisis y la situación de deudor de EE UU puede conducir al fin de la hegemoní­a norteamericana en le mundo «Tradicionalmente, los imperios que tienen la moneda de reserva global son también acreedores extranjeros y prestadores netos. El imperio británico declinó -y la libra perdió su condición de principal moneda de reserva global- cuando Gran Bretaña se convirtió en deudor y tomador de préstamos neto en la Segunda Guerra Mundial». En la actualidad, los Estados Unidos se encuentran en una posición similar. Tiene grandes déficits comercial y presupuestario y depende de la buena voluntad de acreedores extranjeros inquietos que empiezan a sentirse incómodos ante la idea de acumular aún más activos en dólares. La consecuente caí­da del dólar puede no ser más que cuestión de tiempo.La alternativa que china esta viendo a más largo plazo es diversificar sus inversiones, en dos aspectos, fomentar la interrelación con las economí­as emergentes, los llamados BRIC ( Brasil, Rusia, India, China) y las economí­as asiáticas, esto le permite continuar su desarrollo y depender menos del consumidor americano. A la vez prestar y tomar préstamos en el ámbito internacional en su propia moneda. El renminbi, ya no el dólar, podrí­a terminar por convertirse en un medio de pago en el comercio y en unidad en la que valuar importaciones y exportaciones, así­ como en un medio de concentración de valores por parte de inversores internacionales.China ya se ejercitó con el establecimiento de canjes de divisas con varios paí­ses (entre ellos Argentina, Bielorrusia e Indonesia) y al permitir que instituciones de Hong Kong emitan bonos con denominación en renminbis, lo que constituye un primer paso hacia la creación de un mercado local e internacional para su moneda. Si China y otros paí­ses diversifican sus reservas y se apartan del dólar, los Estados Unidos se verán afectados. Porque obtienen importantes ventajas económicas de la condición de moneda de reserva del dólar.Los integrantes de la etérea agrupación BRIC ya se habí­an reunido sin agenda en forma amigable. Su bautizo oficial es una noticia relevante y cobra mayor dimensión cuando se acopla a la novena cumbre del Grupo de Shanghai (Shanghai Cooperation Organization: SCO, por sus siglas en inglés) que arranca un dí­a antes en la misma ciudad.El Grupo de Shanghai incluye a los dos gigantes eurasiáticos, China y Rusia, y a cuatro paí­ses centroasiáticos islámicos: Kazajstán, Kirgistán, Tajikistán y Uzbekistán; además, cuenta como observadores a India, Pakistán, Irán y Mongolia.Es probable que acudan Afganistán y Sri Lanka, pero llama la atención el destino de dos invitaciones: el presidente iraní­ Ahmadinejad, muy seguro de su triunfo electoral, habí­a anunciado dí­as antes su participación, mientras el primer indio Manmohan Singh habí­a confirmado su presencia a la cumbre del BRIC y dejaba planear la duda sobre su asistencia a la cumbre del Grupo de Shanghai. Esta sutileza de Singh no es ociosa debido a que la ciudad anfitriona y el acoplamiento de las dos cumbres apuntan a que la primera cumbre oficial del BRIC se desarrolle bajo la sombra protectora del Grupo de Shanghai, lo cual le da una redimensionamiento superior en el aspecto militar: situación que el primer indio sopesará hasta el último minuto, por el refuerzo de su alianza con EE UU. Mientras el presidente iraní­ Ahmadinejad estarí­a feliz de formar parte del BRIC (al uní­sono de Sudáfrica) cuando está a punto de ingresar por la puerta grande al Grupo de Shanghai, que este año abordará sustancialmente la temática energética.Serí­a un doble grave error de juicio pretender, primero, que el BRIC no existe por representar una ideación virtual sin concreción y, segundo, no vislumbrar su gradual expansión, en caso de subsistir matricialmente, a partir de sus cuatro vectores fundacionales -Brasil, Rusia, India y China- con sus respectivas esferas de influencia geoeconómicas: Unasur, la Comunidad de Estados Independientes que es el espacio de influencia de la antigua Unión Soviética en Asia Centra, las naciones del subcontinente indio, y los 10 paí­ses del bloque del sudeste asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés).Tampoco hay que soslayar que su ví­nculo débil lo constituye India, mientras Brasil, en la etapa de la creatividad geopolí­tica y económica de Lula, ha roto las barreras gravitacionales de la distancia geográfica. El BRIC constituye la interdependencia de cuatro bloques geoeconómicos afines complementariamente y con intereses comunes y que se definirí­a mejor por lo que no es una organización militar, que luego puede desenvolverse en el ámbito militar es uno de los posibles futuros. Que la cumbre BRIC, coincida de tal manera con la de la OCS, no es casualidad.

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