Ciencia

Los Demonios del Gran Colisionador de Hadrones

Una vez más se retrasa el reinicio de los experimentos del Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Primero estaba planificado para primavera, luego junio, septiembre y finalmente se espera que en noviembre vuelva a funcionar. En septiembre del año pasado se tuvo que apagar por un accidente que ocurrió sólo nueve dí­as después del inicio del mayor acelerador de partí­culas del mundo.

La causa del accidente del 19 de setiembre fue una conexión eléctrica defectuosa entre los cables superconductores de dos imanes. Desde entonces se han reparado o cambiado 53 imanes y se han instalado nuevos sistemas de seguridad. En los tests de las otras diez mil conexiones se encontraron unas cuantas más que estaban defectuosas y se repararon. Los imanes son inmensos por lo que la reparación cuesta mucho tiempo. Desgraciadamente han surgido nuevos problemas que impiden que el LHC funcione a pleno rendimiento antes del 2011. Conexiones entre estructuras de cobre que por un lado deben estabilizar mecánicamente los cables superconductores y por el otro transportar la corriente eléctrica si por alguna razón los superconductores pasan al estado de conducción normal están dando problemas. Alrededor de ochenta de estas conexiones de cobre resultan tener una resistencia eléctrica demasiado alta y para poder repararlas todas, otros sectores del LHC tienen que ser calentados a temperatura ambiente. Estas fases de calientamiento y enfriamiento consumen varias semanas. La nueva planificación es la siguente: a mediados de noviembre se injectarán los primeros protones en el circuito para acelerarlos en las primeras semanas a una energía de 3.5 Teraelectronvoltios (TeV) por chorro de partículas. A esta energía se quieren calibrar los grandes detectores, recoger los primeros datos y ser capaces de manejar al Gran Acelerador. En una siguente etapa hasta finales de 2010 funcionará con 5 TeV lo que por una parte es significativamente más energía que se utiliza en el Tevatrón del Fermilab (1 Tev) y por el otro se empieza a estar en una región donde descubrimientos interesantes son posibles. A partir de finales del 2010 también se incluirán colisiones entre iones de plomo además de las colisiones entre protones. Finalmente será a partir del 2011 que el LHC pueda utilizar su máxima energía de 7 TeV. Hasta entonces a los teóricos les queda tiempo de hacer nuevas y mejores propuestas hasta que llegue el día de la verdad, el día de la comprobación experimental.

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