FMI: la crisis puede causar disturbios que "amenacen a las democracias"

Los cuatreros filantrópicos

Las dos principales instituciones que velan por el funcionamiento de la economí­a mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han manifestado su sincera preocupación por los efectos sociales que la crisis tiene -y va a tener- sobre amplias capas de la población mundial. Sus filantrópicas razones tienen una base mucho más mundana. La situación «extremadamente difí­cil e inquietante» -dicen al uní­sono Dominique Strauss Kahn (FMI) y Robert B. Zoellick (BM)- puede provocar disturbios sociales que «amenacen a las democracias y degeneren en conflictos, incluso guerras».

Las revisiones que el FMI ha vaticinado para la economía mundial invitan realmente al pesimismo. La institución ha un descenso de entre el 0,5% y el 1%, lo que sería la primera vez en 50 años que la economía mundial decreciera. Las predicciones de su gemela, el Banco Mundial, son aún más negras: su presidente, Robert B. Zoellick considera que la caída del PIB global estará entre el 1% y el 2%. El FMI actualizará en abril sus previsiones aunque ya ha adelantado que la situación sigue empeorando.Por eso, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, ha advertido que "necesitamos políticas correctas para permitir que el mundo vuelva a avanzar". La recuperación no será posible, insiste Strauss, hasta que "se limpie" el sector financiero. "Entiendo los sentimientos del mundo hacia el sector, porque fue el que provocó todo este lío, pero sin él, las empresas no tendrán recursos, los exportadores tampoco, ni habrá posibilidad de comprar una casa. Un sistema financiero que trabaje correctamente es fundamental para que la economía funcione".Llegado el momento de la solidaridad, el director del FMI –que hizo estas declaraciones precisamente en una conferencia de la Organización Internacional del Trabajo- advirtió que el deterioro generalizado "arrastrará a millones de personas al paro y a la pobreza" y, aunque "los países ricos serán los más afectados", la pésima situación en la que han quedado los emergentes y las naciones más pobres aumentará el riesgo de conflictos sociales. "Es una realidad que la financiación en los países pobres se irá, lo que afectará dramáticamente al paro, cuyo aumento estará en las raíces de disturbios sociales que podrían llegar a amenazar la democracia y, en algunos casos, acabar en guerras", dijo Strauss-Kahn. En el mismo sentido se manifestó su institución hermana. En una entrevista publicada ayer en el periódico italiano Il Corriere della Sera, el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, aseguró que esta contracción pone en peligro la vida de entre 200.000 y 300.000 niños y empuja a la pobreza a más de 100 millones de personas. Otro alto cargo del BM, la directora gerente, Ngozi Okonjo-Iweala, vaticinó en The Observer que puede acercarse una oleada de disturbios sociales y crisis en los países más pobres si los líderes del G-20 no acuden “en su ayuda”.El llamamiento al auxilio de los pobres del planeta también fue defendido con ardor por Strauss-Khan: "Durante años esos países vivieron de la entrada de capitales, y ahora tienen déficit y no consiguen financiarse. El FMI va a ayudarlos, pero esa política debe cambiar y se necesita reconstruir el modelo para vivir con menos capital". “Gracias a los capitales que hemos invertido, han podido vivir”, vino a decir Strauss-Kahn. “Les echaremos una mano, pero deben aprender a vivir sin nuestra ayuda”. El mundo visto desde los ojos de un gestor de las élites financieras. Los grandes monopolios favorecen con sus inversiones el desarrollo de los países miserables, que piden y necesitan las “ayudas” del FMI y del BM. Millones de personas en todo el planeta afirman que es exactamente al contrario: son las grandes potencias mundiales –con EEUU (que creó a los gemelos FMI/BM) a la cabeza- las que se adueñan todos los días de la inmensa mayoría de la riqueza que producen todas las naciones del globo. Son las burguesías monopolistas más poderosas del planeta las que se apropian de la parte del león de la plusvalía mundial. Basta comprobar como aquellos países que toman un camino de desarrollo autóctono y de independencia con respecto al imperialismo son capaces de hacer que las riquezas y las fuerzas productivas broten de la tierra, libre de saqueadores. ¿Cómo si no es pensable que continentes como África, con ingentes masas de materias primas preciosas, sea un agujero negro de miseria y desesperación de la humanidad?

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