Los países que lideran el Sur Global intensifican sus lazos económicos para minimizar los aranceles de EEUU

Los BRICS+ refuerzan su cooperación frente a las amenazas de Trump

Las naciones emergentes apuestan por un orden mundial multilateral, y dan pasos firmes para librarse de los instrumentos de dominio de EEUU

«La respuesta a los ataques al multilaterialismo es más multilateralismo», dijo en una reciente reunión de los BRICS+ en Brasilia el ministro brasileño de Exteriores, Mauro Vieira. Las economías emergentes del planeta -que encabezadas por China son el principal e indisimulado blanco preferente de las ofensivas de los EEUU de Trump- debaten cómo reforzar su cooperación económica y política para minimizar los daños de la guerra arancelaria de Washington.

Por más que Trump alegue los desequilibrios en la balanza comercial como motivo para imponer aranceles a otros países, todos sabemos que los usa a modo de garrote geopolítico: para disciplinar a los países «aliados» de su órbita de dominio, y lograr que se encuadren en sus imperativos; o para golpear y tratar de derribar a aquellas naciones que osan desafiar el orden mundial norteamericano y ponen en cuestión elementos claves de la gobernanza mundial de la superpotencia.

En este segundo bloque están los BRICS+, que con la reciente incorporación de Indonesia ya suman 10 miembros -junto con los socios originales Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ahora están Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía. Indonesia e Irán. Juntos suponen el 39% del PIB mundial y casi el 49% de la población. Y además hay otros nueve países (Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda y Uzbekistán) que han obtenido el estatus de países asociados.

Nada más llegar a la Casa Blanca, Trump anunció que impondría aranceles del 100% -incluso del 150%- a los países BRICS. La razón no era la balanza comercial, sino la decisión de estas economías emergentes de cuestionar uno de los más importantes instrumentos de la hegemonía norteamericana: el papel del dólar como divisa obligatoria en las transacciones internacionales. Algo que permite a EEUU obligar a todo el planeta a tener enormes reservas de divisas de moneda norteamericana, de unos billetes de los que la Reserva Federal tiene el monopolio de la impresión.

Desde entonces, aunque no se han dado pasos en esa dirección -tanto China como la India han expresado sus cautelas al respecto- sí se ha impulsado el comercio Sur-Sur, usando en vez de dólares las monedas locales de los dos países interesados.

Por ejemplo, la India e Irán acordaron que Nueva Delhi pagaría el petróleo y gas de Irán en riales y que Teherán pagaría los productos indios en rupias, lo que les permitía sortear las sanciones occidentales al régimen de los ayatolás. China ha desarrollado un sistema de pagos alternativo al comúnmente usado, el Swift, lo que le permite esquivar las sanciones impuestas por EEUU.

Aunque defienden un interés común en la promoción de un orden mundial multipolar, los BRICS+ son un grupo todavía demasiado heterogéneo y con relaciones muy diferentes hacia EEUU: desde las tensas (China) o abiertamente hostiles (Irán), a las de socio militar (Egipto).

En cuanto a los aranceles de Trump, hay países muy expuestos a ellas -China, pero también Brasil, y en parte India por los productos farmacéuticos- y otros no tanto.

«La respuesta a los ataques al multilaterialismo es más multilateralismo», han dicho unos BRICS+ que refuerzan el comercio Sur-Sur frente a las guerras comerciales de Trump

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La respuesta de China

Jean Gouders (Holanda)

De entre todos los BRICS+, el blanco principal de la geopolítica norteamericana, la «amenaza sistémica» a la hegemonía de EEUU es sin duda China, que además viene siendo la diana fundamental de las guerras comerciales de Trump. El republicano ya ha comenzado las hostilidades, aunque aún son unas primeras escaramuzas: desde el pasado 4 de febrero, todos los productos que EEUU importa de China ya están gravados con un 10% adicional a los ya existentes.

Como ya hizo durante el primer mandato de Trump, el gobierno chino ha dicho que no desea ninguna guerra arancelaria con EEUU, pero que tampoco la temen. “Quiero reiterar que el pueblo chino nunca ha temido al mal ni a los fantasmas, ni nos hemos doblegado jamás ante la hegemonía o la intimidación. La presión, la coerción y las amenazas no son las formas correctas de relacionarse con China. Intentar ejercer la máxima presión sobre China es un error de cálculo y una equivocación”, dijo Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China

Pekín ha respondido a los aranceles de Trump con otros de igual calibre -del 15 % sobre las importaciones de pollo, trigo, maíz y algodón procedentes de EEUU, entre otros productos- pero ha afirmado que los aranceles se impondrán siguiendo un “enfoque moderado y selectivo destinado a causar dolor a las industrias que más importan a los partidarios del Gobierno de Trump”. Es decir, tratando de impactar contra aquellos grupos monopolistas alineados con el republicano, y no tanto contra los que son críticos con él.

One thought on “Los BRICS+ refuerzan su cooperación frente a las amenazas de Trump”

  • Viva el mundo multipolar. Los BRICS+ dominarán dentro de poco los mercados mundiales y mandarán al baúl de la historia a los asquerosos anglosajones, que ya va siendo hora. Hombre, que ya estamos hartos, antes los Británicos y ahora los norteamericanos. Hala, al infierno

    Venguemos Cuba del 98

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