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Hablar de Milo Manara es hacerlo de erotismo y sensualidad. Sin embargo, el veterano artista, no se ha limitado a dibujar a sugerentes mujeres en su dilatada carrera. También ha colaborado con Hugo Pratt en varias novelas gráficas históricas, como la genial Verano Indio, ambientada en la caza de brujas en los primeros años de la América colonial; así como con el gran Federico Fellini, que vio en Manara la posibilidad de publicar el material que nunca pudo filmar. En el marco del festival de Angulema presenta ahora su nueva colaboración con el literato y pensador Alejandro Jodorowsky.
En Los Borgia, su obra se nos antoja en ocasiones brutal, no en vano en la ortada de la edición francesa se advierte que puede herir la sensibilidad de los lectores. Las mujeres de Manara se pasean por una dura visión del Renacimiento italiano, donde la política y la guerra empezaron a insinuar una relación que se nos hace muy familiar varios siglos después.“Si tenemos en cuenta que Rodrigo Borgia fue elegido Papa en 1492, el año en que se descubrió América y en el que termina la Edad Media, con él nace la política moderna, su inmoralidad, sus dobles raseros, sus leyes para los poderosos y los débiles. Comenzó algo que seguimos viendo en nuestra política. La iglesia ha cambiado mucho pero los principios de la política no demasiado”, asegura el autor.Jodorowsky es el guionista de lujo con el que cuenta Manara para esta nueva serie histórica. El chileno, dentro de su prolífica e interdisciplinar carrera, ha convertido en obras maestras sus ya numerosas incursiones en el cómic. La más destacada es El Incal, en colaboración con el francés Moebius, que fue una de las primeras novelas gráficas en traspasar el umbral del tebeo para convertirse en un referente literario considerado en los más elevados círculos culturales.Ahora, con la publicación del cuarto volumen de Los Borgia, los dos autores sacan a la luz un exhaustivo trabajo de investigación, que culminan con una cruda visión del mundo de la política y la religión. Una lección de historia, de la pasada, pero también de la presente, que llega a nuestras manos a través del fino y elegante lenguaje gráfico del maestro italiano.