Televisión

Los 100 de Paco

Un equipo de investigadores de la policí­a nacional nada convencional, que se ve envuelto en complicadas tramas criminales, asesinatos y mafias del este. Eso si entre amorí­os protagonizados por sus bellos intérpretes y situaciones cómicas propias del cine de barrio, que se encadenan una tras otra, y nos impiden reprimir una carcajada que se nos escapa entre la tensión del capí­tulo. Y así­ hasta cien episodios. Esta es la cifra que ha celebrado esta semana la serie de Antena 3, que ha afianzado su original formato, lanzando también al estrellato cinematográfico a alguno de sus actores, como Hugo Silva («Mentiras y Gordas»), cuyo éxito entre el público (sobre todo femenino) obligó incluso a los guionistas a sacarse de la manga una insólita «resurrección» para mantenerlo en la serie después de una breve ausencia.

¿Para los hombres de la casa? Persecuciones, disaros, tensión y villanos “de película”. ¿Para las mujeres? Retorcidas tramas amorosas que se suceden capítulo tras capítulo. ¿Y para unirlos a todos frente al televisor? Una cascada de chistes y gags cómicos al más puro estilo español que aderezan la insólita mezcla con carcajadas al unísono. Esta combinación, que a priori puede partir de un análisis escandalosamente esquemático, es la que ha logrado convertir a esta serie en una de las producciones nacionales más exitosas de los últimos años, desbancando de los ranking de audiencia, como ya es habitual, a las omnipresentes producciones norteamericanas. Policías disparatados convertidos ya en entrañables personajes del imaginario popular, que el pasado miércoles disfrutaron de un capítulo especial, con sorprendentes colaboraciones. En primer lugar aparecía Dani Martín, de El Canto del Loco, interpretando a Jota, un agente infiltrado en uno de los clanes de la Camorra napolitana contra los que los hombres de Paco ya se habían enfrentado. Más sorprendente fue el segundo “cameo”, protagonizado por Santiago Segura, que aparecía interpretándose a sí mismo. El actor y director acude a la comisaría para evitar que un obsesivo individuo sabotee la cuarta entrega de la saga cinematográfica “Torrente”, protagonizando una de las situaciones más hilarantes de las vistas en los últimos capítulos. También hubo tiempo para el recuerdo a profesionales que ya han abandonado la serie, con el retorno de la comandante Salgado, que irrumpe de nuevo en San Antonio, ahora al frente del CNI. Un pequeño regalo para los espectadores, en forma de agradecimiento por una fidelidad que ahora se nos antoja comprensible, pero que en su día fue toda una sorpresa, teniendo en cuenta lo insólito de la ecléctica propuesta, y la dificultad que encuentran la mayoría de las series para sobrevivir en las cadenas privadas, que las suprimen rápidamente al primer batacazo de audiencia. No ha sido este el caso, y prueba de ello es que el capítulo 100 no ha sido ni mucho menos una traca final. Tan solo un pequeño bomboncito, para seguir rápidamente con la marcha habitual de la serie semanal. Y que dure.

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