Jordi Gasull es el guionista, junto a Ignacio del Moral, de «Lope». Tres semanas entre las cinco primeras de la taquilla, «Lope» consigue enganchar con incisivas pinceladas de la vida de un genio, mostrándonos audazmente una España que ha sido enmascarada por la Leyenda Negra.
Habéis conseguido reflejar la “desmesura” de Loe, su vida volcánica, y lo habéis hecho en varios aspectos. ¿Te parece si los vamos comentando? Sí, sí, claro. Primero fue una vida amorosa y sentimental auténticamente “volcánica”: se casó dos veces, tuvo infinidad de amantes y dio su apellido a catorce hijos, entre legítimos e ilegítimos… Ésta es una película sobre el amor, y puede que se queden matices por el camino, pero para Ignacio y para mi era importante diferenciar entre el amor pasional que dura un tiempo y que se apaga, del que conlleva conocerse, comprenderse y respetarse, que es el amor que al final acaba durando. Y yo creo que Lope sufrió mucho por amor y por eso escribía de una forma tan maravillosa. Por eso pusimos a Isabel y a Elena juntas en el tiempo, cuando realmente coincidieron muy poquito. Nos inventamos de alguna manera que Isabel y Lope ya se conocían desde pequeños, para resaltar que él encontró algo que luego perdió con su muerte en el parto de la segunda hija. El resto de su vida es la búsqueda del amor. De hecho no para de reescribir “La Dorotea” que, en definitiva, no es más que estar contando su propia juventud una y otra vez. Pero también está el amor pasional en la relación con Isabel, el amor capaz de llevarte a hacer cualquier cosa como renunciar a tu posición social. Y luego están los catorce hijos y las amantes con el Santo Oficio de por medio… Sí, sí. Y lo curioso es que Lope era miembro del Santo Oficio. Lope es un tipo desmesurado en todo lo que hace. Y el nuestro es como Ignacio y yo nos lo hemos imaginado… bueno, filtrado por Andrucha, porque el nuestro era mucho más divertido y aventurero. Andrucha le ha dado un toque más íntimo, más romántico. Pero la desmesura está ahí. Lope se casa con Juan de Guardo, y tiene sus amores con Micaela Luján. Es capaz de vender sus cartas eróticas al duque de Sessa, utilizar a su hija para que le lleve la correspondencia, que a su vez le devuelve Marta de Nevares, que fue una de las ultimás amantes que tendrá cuando fue ordenado sacerdote. La película se centra en el Lope joven que vive con pasión todo lo que hace, con gran intensidad. Y es más, hay quien pregunta a quién ama de las dos. Y es que ama a las dos, y por eso sufre su corazón. Y de hecho cada una es diferente. Lo que él hace, Elena de Osorio es incapaz de hacerlo. Parece una mujer adelantada a su tiempo, pero es la que está más presa de las convenciones. Hace lo que dicta su padre y le pone una barrera al amor, siendo una mujer que le ha puesto los cuernos a su marido, es una empresaria teatral, manipula a su padre y a Lope, pero al final es incapaz de romper con sus comodidades. También es desmesurado en su productividad… Lope produjo tres mil sonetos, unas cuatrocientas comedias, tres novelas y algunas epopeyas y poemas didácticos, más que todo el teatro clásico inglés. En la película escribe por las noches, el genial duelo con Perrenot… Decían que Lope tenía la piel de vela de las horas que se pasaba escribiendo bajo la luz de una vela. Siempre llevaba una escribanía portátil, por eso aparece en la película. Y para él escribir era una necesidad vital. Hay un momento en el que Elena le recrimina: “es que tú llegas a creerte tus palabras”. Y eso queríamos que estuviese presente, pero a la vez no queríamos cargar las tintas porque un tipo escribiendo en pantalla es muy aburrido. Necesitábamos transmitirlo como una actitud vital que le lleva a estar buscando y creando cosas nuevas, y revolucionando el teatro, que lo hizo. Si Lope hubiera sido anglosajón sería un genio considerado a la misma altura que Shakespeare, por lo menos; con grandes obras muy complicadas, como “El castigo sin venganza”, que tiene ese punto de tragedia, además de las más conocidas como “Fuenteovejuna”. Respecto a la revolución en el teatro… Lope “adapta” el teatro clásico a los nuevos tiempos que corren y al público que acude en masa a los teatros, a los “gustos”, las “aficiones” y las “necesidades” del público, sin que ello supusiera tirar por la borda su indiscutible talento ni le abocase a la mediocridad o a la chabacanería… Lope sería un Spielberg de la época (risas). En “Arte nuevo de hacer comedias” habla de lo vulgar, pero no como lo común, sino como lo popular. Lope escribe y piensa en la audiencia. Los críticos de la época le machacaban porque no seguía el teatro clásico, la métrica… ahora sería al revés, Lope sería muy clásico, haría películas al estilo Hollywoodiense y le atacarían por ser popular y conservador y no hacer un cine más arriesgado. Y es curioso, lo que buscaba Lope era satisfacer al público. Un tipo muy listo que casi podemos decir que inventó los derechos de autor (risas) porque vivía de eso. Supo captar la esencia de lo que le gustaba al público. Y cuestiona la arquitectura social, riéndose de los nobles y de lo que hasta entonces era impensable reírse, introduciendo la comedia en la tragedia… Lope ataca directamente a la esencia de los personajes. Habían habido grandes precursores como Lope de Rueda que están cambiando el teatro, que coge fuerza en Madrid pero que se extendía por toda España. En Valencia es donde Lope se hace de verdad un dramaturgo madura. En Sevilla tiene un enorme éxito; de hecho Micaela Luján, de la que hablábamos antes, era una famosa actriz de Sevilla. Lope es capaz de romper con la rigidez y llevar vida al teatro. Eso es lo que hemos intentado reflejar en la película. Hay un momento en el que Velázquez dice: “Esta obra está llena de vida. Una vida que no conozco, pero vida”. Es lo que intentamos decir. Cuando los guionistas leemos algo que nos gusta decimos que se sale de la página, y eso lo consigue Lope por su fina percepción de la naturaleza humana. En la película reflejáis una posición de principios que recorre la vida de Lope de Vega: un “revolucionario” que al mismo tiempo, o precisamente por eso, tiene un profundo respeto por la tradición, por su gente… en la primera media hora se muestra a un hijo queriendo cumplir una promesa que le hizo a su madre, endeudándose con un “mafioso” para pagarle un entierro de marquesa… Hay dos invenciones en la película que aportan mucho. Una es que Lope sea copista, la humillación que le impone Velázquez, y no hay rastro de que eso haya pasado. Siempre me preguntaban que si no había fotocopias cómo se les pasaban las copias de los textos a los actores, y me imaginé que habría un tipo que se pasaba el día escribiéndolos, que es como Lope empieza cambiando los diálogos de una obra de Cervantes. Y luego hay algo que sí está basado en la realidad de Lope, y es que cuando presentaba sus obras les añadía un escudo, el de los Carpio, que venía de unos parientes lejanos que tenía en Cantabria y que él hizo como suyos. Me pareció una manera muy bonita de ver que Lope quería aparentar tener una realidad social distinta de la que tenía: “yo, a mi madre, le voy a pagar el entierro de una marquesa”. De hecho en el guión está mucho más marcado porque siempre le decía a su madre que algún día le daría la vida de una marquesa, y como no se la pudo dar en vida, se la dio en muerte. A mi incluso me hubiera gustado que fuera más rimbombante, un entierro más exagerado, y seguramente Ignacio estará de acuerdo. Como no tiene dinero es capaz de ir a un usurero que va a suponer una amenaza para él. Esto nos dará también después un poco de acción, cuando Velázquez asume esa deuda para tenerle en sus manos. Aunque no aparece explícitamente en la película si que está su posición ante el pueblo. En su obra está “Fuenteovejuna”, una rebelión que justifica el asesinato del comendador y condena el “derecho de pernada”. Pero en la película sí que vemos a un Lope maravillado entre enfermos, mezclándose con los actores que preparan su obra, disfrutando junto al público que tira hortalizas al escenario… tiene una carga popular que recorre todo. Normalmente, en las películas del Siglo de Oro, la gente sale muy engolada y no percibes vida. Lope era alguien del pueblo que escribía para el pueblo. Pero has nombrado “Fuenteovejuna”, que es la obra no rusa más representada en la Unión Soviética. Siempre se habla de la rebelión del pueblo pero si la analizas bien es una gran defensa de la autoridad del rey. Es una paradoja. Su sueño profesional era ser cronista del rey, algo que nunca consiguió, y “Fuenteovejuna” es una de tantas en las que le hace la pelota al rey. Otra paradoja es que Cervantes siempre quiso ser un gran dramaturgo y Lope un gran novelista, y Cervantes acabó siendo uno de los grandes novelistas de la historia, y Lope uno de los grandes dramaturgos. ¿Y el papel de las mujeres?. Háblanos del tratamiento de los personajes. Porque tanto en el teatro de la época como en Lope son en gran medida irreverentes y guardan muy poca fidelidad al “molde” o “modelo” oficialmente sancionado. Suelen ser soberanas en sus asuntos sentimentales y muchas veces determinantes, no sólo a la hora de decidir su destino, sino de enfrentar complejas situaciones sociales. Su inteligencia y astucia merecen el constante reconocimiento de Lope. Elena es una mujer que descubre en Lope un gran talento y ve más allá de lo que los demás ven. Ella sabe que lo que Lope quiere transmitir va a llegar a la gente. Es capaz de percibir esto y de saber que tiene que sujetarlo, porque es un genio que se le puede escapar en cualquier momento. A la vez tiene una relación complicada con su padre, por una parte le quiere y le respeta, pero también está sojuzgada a él. Es muy rompedora hasta que su padre le dice que se vaya con Lope si quiere, y ella deja a Lope sin decir nada. La que de verdad acaba rompiendo con las normas sociales es Isabel, que es hija del regidor. Leonor le da un poco más de edad de la que escribimos, pero queda muy bien porque es una gran actriz. Isabel es capaz de dejar todo atrás e irse con Lope a la Armada Invencible, un lugar donde solo embarcaban barraganas. Rompe con todo con amor. Hay dos formas de enfocar un personaje: de forma “intimista”, mirando hacia dentro y hacia lo que pasa por su cabeza, o como expresión de hondas contradicciones sociales, pasiones universales… la película y sus personajes muestran una sociedad que estaba cambiando y que nunca más sería como antes. ¿Lo habéis buscado? Me alegra muchísimo que lo hayas podido ver así, porque es algo que estaba en nuestra cabeza. El Madrid del XVI es una ciudad que acaba de nacer, que está en eclosión y en la que empieza a moverse todo. Por presupuesto… que ojalá hubiéramos tenido los trece millones que he oído por ahí, nos hemos quedado con diez, esos tres millones hubiesen sido muy útiles para planos generales, efectos digitales… que era lo que habíamos soñado los guionistas, productores y el director. Pero teníamos claro que íbamos a reflejar el nacimiento de una nueva forma de hacer teatro, una nueva forma de vivir y hacer las cosas. Y además necesitas que los actores superen los conflictos para que al final veas el resultado. El otro día vi una película que me gustó pero que al final no me había contado nada. Lope es el protagonista de una revolución silenciosa y por eso va revolucionando también a todos los personajes, a todo el mundo que conoce. Todo el que está en contacto con él cambia porque le afecta su manera de ver la vida, su pasión desbocada, sus debilidades, su honestidad… es algo que teníamos en la cabeza: un mundo que está dando un giro. Antes comentabas que si Lope hubiera nacido inglés hubiera sido un Shakespeare. Pero realmente Lope nunca ha llegado a tener el reconocimiento que le corresponde. Por otra parte reflejáis en la película cosas como el hecho de que existieran actrices, algo que no pasaba en el resto de Europa, o que el público pudiera machacar una obra a “golpe de hortaliza”… ¡Eso es real!, ¿eh? Sí, sí… si te lo digo por preguntarte si no crees que aquí, con el genio de Lope y con la propia sociedad española, funciona el lastre de la “Leyenda Negra” que oculta verdades sobre el tipo de sociedad que existía. Los españoles del XVI hicieron barbaridades, pero muchas más barbaridades hicieron los ingleses del XVII o los norteamericanos del XIX, y se han ido de rositas. Si viajas por Iberoamérica y ves el porcentaje de población con herencia indígena, y haces lo mismo en Norteamérica, yo creo que se pueden extraer conclusiones. La cultura anglosajona es la dominante, y sin quitarle mérito a Shakespeare que es maravilloso y un monstruo de la literatura universal, Lope no le va a la zaga. Es una figura que hay que reivindicar más allá de nuestras fronteras. Y la película ayudar a eso; un autor que se merece más reconocimiento no solo por la extensión de su obra sino por la calidad… y no solo por el teatro sino por sus maravillosos sonetos. Estos días he visto a chales pasando en Twentti el Soneto 126, el de “esto es amor, quien lo probó lo sabe”. Es maravilloso que esta película ayude a los jóvenes a recuperar un acerbo cultural que debemos lucir con orgullo. Respecto a lo que te comentaba del público… es evidente que para que la gente se sintiera con libertad para sancionar así una obra de teatro, era porque existían esas condiciones de libertad que no las había en otros sitios. Teniendo en cuenta que hablamos del siglo XVI… Es imposible pensar en un star system femenino en el teatro isabelino, y aquí teníamos actrices que eran reconocidas, admiradas y deseadas por todos. En aquella época el marido de Elena Osorio estaba de gira ¡por las Indias! Estuvo tres años fuera y es lo que permitió que Lope pudiera encamarse con ella sin líos. Realmente era un espectáculo que causaba furor. Las representaciones se llenaban a las tres de la tarde. En la película se hace una excepción por la carga dramática, al representar por la noche. No existía ese cliché de la España oscurantista, la Inquisición… no era tan oscura como sale con el Torquemada de Marlon Brando. Había la que hay ahora. Es como si hace una película dentro de unos años y solo muestran el terrorismo y la delincuencia… y eso no es España. ¿Quieres añadir algo más? Que si gusta hay que recomendarla. Estamos ahí peleando los primeros puestos en la taquilla, y es una película que engancha.