Educación en el debate sobre el estado de la nación

Lo que tiene que cambiar

Son 420.000 ordenadores portátiles que deben estar disponibles ya en el próximo septiembre. Además, el presidente se comprometió a poner Internet inalámbrico en todas las aulas de España, para que los jóvenes estudiantes entren en la «sociedad de la información». No está mal que se «modernicen» nuestras aulas con ordenadores para los estudiantes. Pero, en cualquier caso, esta serí­a sólo una -y no la principal- de las medidas que necesita nuestra educación. ¿Qué paí­s se está construyendo y qué paí­s queremos? Este es el fondo del actual debate de la educación en España.

Y si tenemos que resonder a esta pregunta desde la situación actual, el futuro no es nada halagüeño. España ocupa los últimos puestos en nivel de matemáticas y ciencia, y un muy deficiente en nivel de lectura entre los países de la OCDE, tiene un suspenso en el puesto 35 entre 54 países. Cada año se espera -no sin temor- el apabullante informe anual que testifica la lamentable calidad de la educación en España. El informe Pisa (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) indica que España no avanza, sino que retrocede en matemática, ciencia y lectura. Por si fuera poco, nuestros índices del fracaso escolar (30%) son también de los primeros de la UE. Que tres de cada diez jóvenes abandone la escuela antes de completar una formación mínima es sumamente preocupante y sintomático de que “algo” falla en la educación en España. Pero es peor cuando comprobamos que el “fracaso escolar” se ceba entre los hijos de los obreros no cualificados, entre los estratos de ingresos más bajos. Los alumnos de padres sin estudios tienen 20 veces más de posibilidades de incurrir en el fracaso escolar que el hijo de padres universitarios; exactamente, el 40% contra el 2%, según el estudio recientemente publicado por el profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, José Saturnino Martínez. Se trata de un auténtico genocidio educativo de clase. Tenemos que volver a preguntarnos ¿qué proyecto de país se está construyendo con nuestro actual sistema educativo? De entrada, uno que excluyente. Nuestro sistema educativo literalmente “expulsa” a 3 de cada 7 jóvenes, de ellos, la mayor parte de sectores populares. A partir de aquí, las estadísticas son demoledoras: los hijos de los trabajadores no cualificados tienen 4,5 veces menos de probabilidades de acceder al ámbito universitario que los hijos de los profesionales de alto nivel. Por otra parte, somos un país en el que la mayoría de los estudiantes no dominan dos pilares del conocimiento (la ciencia y las matemáticas) y exhiben un nivel de lectura muy deficiente. ¿Realmente España puede tener un proyecto de desarrollo económico, social y científico con este tipo de educación excluyente, desigual y mediocre? Visto de conjunto, en España en la enseñanza media un 32% de los alumnos repiten curso, un 35% no terminan con éxito 2º de ESO. El 48% no superan el bachiller y en la universidad el abandono de los estudios ronda el 50%. ¿Se arregla esta situación con ordenadores? No, evidentemente. Tener un ordenador no reemplaza las carencias de conocimientos, el déficit de lectura o acaba con el fracaso escolar. Dado que el gobierno por supuesto maneja los datos de la situación real de la educación y dónde están sus problemas ¿por qué no hace una propuesta seria que ataje y rectifique nuestros peores males? Lamentablemente las medidas propuestas por Zapatero en el debate del estado de la nación para la educación son superficiales y propagandísticas. Sólo buscan un “golpe de efecto” ante la opinión pública.

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