Lo que se avecina no es de juego

«El crecimiento de Asia podrí­a ralentizarse en cerca de 1,5 puntos porcentuales, si persisten en lo que queda de año las alzas de precios experimentadas desde principios de este año, en los suministros globales de alimentos y petróleo. La inflación de los alimentos en muchas economí­as asiáticas ha registrado un promedio del 10 por ciento este año, por lo que se especula que un incremento adicional lanzarí­a a 64 millones de personas a la pobreza extrema»

“Si el IPC de China continúa elevándose sobre el 5 or ciento y la política de flexibilización cuantitativa de EEUU no concluye según lo planificado, y (si a la par) se mantiene el flujo de dinero caliente y los productores mundiales de petróleo no aumentan el suministro, la economía de China podría encarar una caída brusca – un resultado desastroso que no deseamos ver,” afirmó el martes a Global Times, Tian Yun, investigador jefe de la Sociedad de Macroeconomía de China. (DIARIO DEL PUEBLO) THE WALL STREET JOURNAL.- Luego de semanas de constantes alzas en los precios de los combustibles, los conductores estadounidenses están comenzando a consumir menos gasolina. El Departamento de Energía de Estados Unidos informó el miércoles que se registró una caída de 1,6% en un indicador de consumo de combustible muy seguido, con respecto al año previo. Pero por primera vez, los cambios en la economía global implican que el menor consumo en EE.UU. no sería suficiente para que los precios del petróleo caigan. El posible resultado: un extendido período de crecimiento lento en medio de altos precios del crudo. China. Diario del Pueblo Lo que se avecina no es de juego Song Shengxia Las alzas globales en los precios de los alimentos y del petróleo han reavivado las preocupaciones de que se socave el crecimiento de la economía de China y millones de personas corran el riego de quedar sumidas en la pobreza extrema, según advirtieron varios economistas este martes. Las reacciones se produjeron en respuesta a un nuevo informe emitido por el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), bajo el título de “Inflación Global Alimentaria y Asia en desarrollo”. Según el documento, el crecimiento de Asia podría ralentizarse en cerca de 1,5 puntos porcentuales, si persisten en lo que queda de año las alzas de precios experimentadas desde principios de este año, en los suministros globales de alimentos y petróleo. La inflación de los alimentos en muchas economías asiáticas ha registrado un promedio del 10 por ciento este año, por lo que se especula que un incremento adicional lanzaría a 64 millones de personas a la pobreza extrema. Según el Banco Mundial, la pobreza extrema supone sobrevivir con una renta de menos de $1.25 al día, agregó el informe. En el caso específico de China, las fluctuaciones en los precios del petróleo traen aparejadas malas noticias. “Comparados con los aumentos en los precios de los alimentos, los del petróleo puede tener un impacto mayor para la economía de China, ya que el país importa más del 50 por ciento de su crudo. Los precios más elevados aumentan a su vez los gastos corporativos, reduciendo sus márgenes de beneficio,” afirmó el martes al diario Global Times Zhuang Jian, economista principal de la misión residente del BAD en China. Los precios de la gasolina al por menor en China aumentaron a 500 yuanes ($76.58) la tonelada, y los precios del diésel a 400 yuanes ($61.27) la tonelada a principios de mes, una subida de alrededor del 5 por ciento, para ponerse a tono con las alzas en los precios del combustible en el mercado internacional, tras el recorte que en el suministro produjeron los disturbios en Libia. Mientras tanto, el índice de precio al consumo de China (IPC), barómetro importante de la inflación, se elevó en 5,4 por ciento interanual en marzo, superando el 4,9 por ciento de febrero, en lo que constituyó el aumento más acelerado desde julio de 2008. Los precios de los alimentos, que abarcan un tercio del IPC de China, aumentaron en un 11 por ciento interanual. “Si el IPC de China continúa elevándose sobre el 5 por ciento y la política de flexibilización cuantitativa de EEUU no concluye según lo planificado, y (si a la par) se mantiene el flujo de dinero caliente y los productores mundiales de petróleo no aumentan el suministro, la economía de China podría encarar una caída brusca – un resultado desastroso que no deseamos ver,” afirmó el martes a Global Times, Tian Yun, investigador jefe de la Sociedad de Macroeconomía de China. DIARIO DEL PUEBLO. 27-4-2011 EEUU. The Wall Street Journal EEUU ya no decide solo el precio del crudo Russell Gold Luego de semanas de constantes alzas en los precios de los combustibles, los conductores estadounidenses están comenzando a consumir menos gasolina. El Departamento de Energía de Estados Unidos informó el miércoles que se registró una caída de 1,6% en un indicador de consumo de combustible muy seguido, con respecto al año previo. Pero por primera vez, los cambios en la economía global implican que el menor consumo en EE.UU. no sería suficiente para que los precios del petróleo caigan. El posible resultado: un extendido período de crecimiento lento en medio de altos precios del crudo. Cuando los precios del petróleo suben y la gasolina se vuelve costosa, los estadounidenses habitualmente usan menos sus vehículos y los combustibles comienzan a bajar de nuevo. En el pasado, una economía estadounidense con poca fuerza hubiese hecho mella en la demanda global y hubiese ayudado a deprimir los precios del petróleo. Luego de un tiempo, esos precios más bajos hubieran ayudado a la economía a recuperar fuerza, o al menos eliminado buena parte de los vientos en contra. Pero muchos expertos en petróleo creen que este escenario no se repetirá porque los conductores estadounidenses ya no son la fuerza decisiva. Los países que se están industrializando rápidamente como China, India, Brasil e incluso Arabia Saudita son los que mueven ahora el mercado. "Es un mundo nuevo", dice James D. Hamilton, economista petrolero y profesor de la Universidad de California, en San Diego. "El crecimiento en los países recientemente industrializados es el principal factor detrás del alza del petróleo", sostuvo. A pesar del reporte estadounidense de un menor consumo, el petróleo cerró ayer al alza en US$112,76 por barril, en la Bolsa Mercantil de Nueva York. En las últimas semanas, los precios del petróleo han subido mucho en medio de las preocupaciones por la inestabilidad en los países productores de Medio Oriente y el norte de África. Los analistas de Goldman Sachs creen que estos factores están agregando aproximadamente US$10 al precio de cada barril. Pero esta alza de corto plazo está ocultando el desarrollo a largo plazo de los mercados del petróleo, condicionados por la creciente demanda de China y otras economías emergentes en medio de limitaciones a la oferta global. Los economistas creen que el precio del petróleo se podría ubicar por encima de los US$100 por barril aún cuando se calme la agitación en el norte de África y Medio Oriente. Un factor fundamental: China devoró 874.000 barriles más en marzo que en el mismo mes de 2010, un aumento de 10,6% a pesar de los altos precios del crudo, señaló Barclays Capital. Desde 2000, el consumo de petróleo en EE.UU. ha retrocedido 4%, a 19,2 millones de barriles diarios. En el mismo lapso, la demanda combinada de Brasil, India, China y Arabia Saudita ha subido 76% a 18,8 millones de barriles, casi igualando el nivel estadounidense. Por sí sola, China ha más que duplicado su consumo de petróleo a 9,4 millones de barriles, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía. "En ciertos aspectos, los chinos nos están empujando a autos más pequeños mientras que ellos consumen más petróleo", dijo Stephen Brown, profesor de la Universidad de Nevada y ex economista de energía con la Reserva Federal de Dallas. La economía de EE.UU. está en mejores condiciones para lidiar con el alza de los precios que en el pasado. Utiliza menos petróleo per cápita, debido a que ha disminuido el peso del sector manufacturero y se ha incrementado la eficiencia energética de los vehículos. Además, el país utiliza fuentes más diversas de energía, incluyendo un suministro creciente de gas natural. Pero los precios del petróleo todavía importan. Más de las tres cuartas partes de los trabajadores estadounidenses van a su trabajo en un vehículo que utiliza gasolina o diésel refinado a partir del petróleo. El alza de los precios de la gasolina, dicen los economistas, ha socavado la confianza de los consumidores. Está desacelerando el crecimiento del Producto Interno Bruto de EE.UU. que ya venía debilitado. Sin embargo, hasta ahora, hay poca evidencia de que los precios del petróleo vayan a enviar de nuevo a la economía estadounidenses a la recesión. THE WALL STREET JOURNAL. 27-4-2011

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