Clinton insiste en un Estado Palestino para el diseño norteamericano

Lo que no se dijo en Tel Aviv

La Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha dejado meridianamente claro que para el diseño estratégico de Oriente Medio que precisa la nueva lí­nea internacional de la superpotencia, la solución de los dos Estados, y por tanto la creación de un Estado Palestino, es ahora una necesidad imperiosa. Así­ se lo ha comunicado a los dirigentes israelí­es que comparten esta opinión, el presidente Simón Peres y su homóloga de exteriores y lí­der de Kadima, Tzipi Livni. Sin embargo este espinoso tema ha sido obviado en la entrevista con Netanyahu, el lí­der del Likud y próximo Primer Ministro, firme opositor a la creación de un Estado Palestino.

"Nuestra remisa es llegar a la inevitable solución de dos estados", dijo Clinton en una rueda de prensa , en la que precisó que la Administración Obama considera esa política como "parte de una solución global para garantizar la paz entre israelíes y palestinos, así como con los vecinos árabes". Esta posición fue ayer discutida ayer por la Secretaria de Estado primero con el Presidente de Israel, Simón Peres, viejo conocido desde el proceso de paz de Oslo que su marido, el ex presidente norteamericano Bill Clinton, apadrinó entre 1993 y 2001. Después, Clinton departió con su todavía homóloga Tzipi Livni, que le dio la razón porque, también para ella, la solución de los dos estados es "la única forma de preservar un estado judío y democrático".Tan democráticas declaraciones de Peres y Livni se producen apenas 40 días después de que Israel lanzara una feroz ofensiva contra Gaza, dejando 1400 muertos, 5000 heridos y la franja absolutamente devastada. El gobierno Olmert dice defender un proceso de paz, pero en tres años ha desencadenado dos guerras. Hace un mes y medio la de Gaza, y en agosto de 2006 la agresión contra Líbano, que dejó también 1200 víctimas mortales. Livni y Peres han sido dos firmes defensores de ambas ofensivas. Su voluntad de impulsar un proceso de paz duradera es cuestionable, por no decir ignominiosa. Su posición por alinearse con los designios de Washington en cada momento parece sin embargo fuera de duda.Clinton dejó claro ante los líderes israelíes el compromiso de la superpotencia con el Estado de Israel, una pieza clave de EEUU para el dominio de Oriente Medio. "El presidente Obama y yo creemos que el lazo que une a EEUU con Israel, y el compromiso con la seguridad de Israel y su democracia permanecerá como algo fundamental, inquebrantable y duradero", dijo. En cuanto a los ataques de Hamás con proyectiles a las poblaciones del sur de Israel, la secretaria de Estado dejó clara la condena Norteamérica: "ninguna nación puede tolerar estos ataques contra su población y su territorio". Clinton ha defendido la necesidad de negociar con Hamás, pero ha condicionado cualquier contacto a que los islamistas abandonen sus ataques contra Israel.Su siguiente entrevista fue con el líder del Likud y próximo Primer Ministro de Israel. Aunque Netanyahu no fue el candidato más votado, su programa de extrema derecha es el único que le capacita para formar mayoría parlamentaria con los otros partidos del sionismo más reaccionario e intransigente, como los ultranacionalistas de Israel Beitenu. Netanyahu y sus aliados han declarado repetidas veces su oposición a la solución de los dos estados o de cualquier tipo de concesión de "paz por territorios", y son firmes defensores de derrocar a Hamás invadiendo de nuevo Gaza si es preciso. Huelga decir que una política de este tipo y las necesidades de la línea Obama para Oriente Medio están en rumbo de colisión.Sin embargo, en la entrevista con Netanyahu ,de más de una hora de duración, no se tocaron tales temas. Ni el Estado Palestino, ni los asentamientos judios en Cisjordania se trataron, así lo aseguró el líder del Likud. Fuentes de la delegación estadounidense matizaron a la prensa israelí que "el tema está presente y será tratado en el momento adecuado". "Por el momento, sin haber aún gobierno en Israel, no hay necesidad de ponerlo sobre la mesa", agregaron las fuentes.De lo que sí parece que hablaron ambos es de Irán y su programa nuclear, aunque tampoco parece haber demasiada sintonía, ya que Obama busca resolverlo mediante una nueva iniciativa diplomática, mientras que para Netanyahu es principal incrementar la presión sobre Teherán. El líder del Likud aseguró que el reloj de la bomba nuclear iraní se detendrá a fines de 2009 o principios de 2010, por lo que apremia no es un estado palestino, sino una solución a la amenaza iraní. "Tenemos que pensar con creatividad para crear una realidad diferente, tanto en términos de seguridad como políticos, y esto es un objetivo de los dos (países)", afirmó Netanyahu al salir de la entrevista con Clinton, a quien hoy pidió poner "un límite de tiempo" a las iniciativas de diálogo con Teherán.Sin embargo, visto el grado de inestabilidad que la política de del halcón podría arrojar sobre la ya endiablada región de Oriente Medio, quizá la prioridad de la Casa Blanca sea… el propio "problema Netanyahu". Resta conocer si optarán por reconducirlo, limitarlo y controlarlo o por derribarlo de Tel Aviv. O si será Netanyahu –y los sectores de la clase dominante norteamericana que tiene detrás- los que se convertirán en otro problema irresoluble más para el Despacho Oval.

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