Selección de prensa internacional

Lo que cambia y lo que no en la nueva diplomacia USA

El Diario del Pueblo hace una primera valoración de la polí­tica exterior de la nueva administración de Obama, tras los primeros signos ofrecidos en la Conferencia de Seguridad de Munich. La opinión de Pekí­n es que aunque esta nueva polí­tica exterior no está todaví­a definida y concretada, la ruptura de la rigidez impuesta durante el mandato de Bush abre la puerta para posibles cambios.

Cambios que, según el diario, vienen imuestos tanto por los cambios en la correlación de fuerzas política interna en EEUU (cuya expresión es el triunfo de Obama) como por la modelación de la realidad de la lucha de clases internacional obliga a hacer a EEUU. Partiendo de la tesis de que en realidad la diplomacia no es sino la prolongación de la política interna, Diario del Pueblo aventura que quizá la elección de Obama represente un cambio profundo en esa política interna, y no sólo en el ámbito estrictamente político, sino en el más general de un cambio cultural, de valores, costumbres y comportamientos. Eligiendo a un candidato negro para dirigir el país, EEUU podría estar acercándose a una comprensión más multilateral de su propia realidad social y con ello, según esta tesis, adoptar también una visión más multilateral de la realidad de un mundo cambiante. Lo que todavía está por verse. En EEUU, escepticismo y desconfianza a raudales sobre los nuevos planes (tanto el de estímulo a la economía como el nuevo rescate bancario) presentados por el equipo de Obama. El nuevo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, recibe un varapalo prácticamente unánime de los medios de comunicación tras la presentación del nuevo rescate bancario cuyo coste ha sido valorado en 1,8 billones de dólares. El New York Times, además de afirmar que el plan deja más interrogantes abiertos que respuestas claras, se pregunta si no sería más realista coger el toro por los cuernos y destinar toda esa ingente cantidad de dinero a ayudar a las familias hipotecadas con amenaza de embargo por impago (cuyo ritmo ha alcanzado la asombrosa velocidad de 10.000 familias al día, según revela el diario), dinero que finalmente iría a los bancos indirectamente, pero evitando que sus activos siguieran depreciándose y adquiriendo la categoría de tóxicos a medida que aumenta la morosidad. Claro que esta receta sería útil en el indulgente supuesto de que la mayoría de los activos tóxicos de la banca norteamericana vinieran de los impagos hipotecarios, y no de los más que dudosos ejercicios de ingeniería y creatividad financiera de la que tan suculentos beneficios ha sacado Wall Street en las últimas tres décadas. Por último, Alejandro Nadal, en La Jornada de México, advierte sobre “los cuentos de hadas” con que quieren explicar el origen de la crisis y sus posibles salidas los mismos que la provocaron. Cuando la única salida, plantea, es “reorganizar todo el modelo económico” seguido hasta ahora, prestando atención especial a incrementar los salarios, los gastos sociales, la participación pública y el control social sobre los recursos productivos. Razón por la cual considera que los pueblos deben dotarse de “reivindicaciones políticas bien definidas” para afrontar la inevitable lucha que viene tras el estallido de la crisis. China. Diario del Pueblo LO CAMBIADO Y LO NO CAMBIADO DE LA DIPLOMACIA NORTEAMERICANA Días atrás, el vicepresidente norteamericano Joe Biden disertó por primera vez sobre el tono básico de la política exterior del nuevo gobierno norteamericano en la 45ª Reunión de Munich sobre la Seguridad. El discurso de Biden tiene tres puntos merecedores de atención. En primer lugar, subrayó que la nueva política exterior de Estados Unidos romperá con la política unilateralista de la Administración Bush y “está decidida a definir un nuevo tono básico en las relaciones recíprocas no sólo con la UE, sino también con los demás países del mundo”. En segundo lugar, ya es hora de “reiniciar” las relaciones con Rusia. En tercer lugar, Estados Unidos está dispuesto a dialogar directamente con Irán sobre el problema nuclear. A juzgar por el discurso de Biden, a pesar de que aún no se puede decir que la política exterior del nuevo gobierno de Obama ya está completamente definida y concretizada, ha adquirido un espacio elástico para grandes cambios. El unilateralismo y el guerrerismo durante el mandato de Bush ya no funcionan, lo que constituye un aspecto importante que cambiará necesariamente el nuevo gobierno y, además, hay que arreglar la situación difícil para evitar nuevos desastres geopolíticos que causen enorme daño a los intereses de Estados Unidos. El nuevo gobierno norteamericano dará mayor importancia al diálogo y coordinación con la comunidad internacional y los gobiernos de diversos países, lo que constituye también un aspecto definido para el cambio. La Administración Bush ha dejado una herencia negativa en política internacional y, además, con la actual grave crisis económica internacional, Estados Unidos se siente incapaz en muchos terrenos y comprende que “hay que hacer todos juntos las cosas”, de modo que cambiará de todos modos aún cuando no quiera y ganará más temprano la iniciativa mientras cambie más temprano (…) El nuevo dirigente norteamericano se esforzará, sin duda alguna, por defender los intereses nacionales de Estados Unidos en tanto que los dirigentes de distintos países actuarán de la misma manera. No obstante, la definición y delimitación de los intereses no ha sido nunca un asunto de deseo unilateral, sino resultado de lucha y concesión correspondientes. Por lo tanto, defender los intereses nacionales es un arte político, que requiere visión larga y amplia y sentido de realidad preciso para obtener buen resultado. En cierto sentido, Bush fue un hombre de nutridos colores subjetivos de “deseo unilateral” y, como consecuencia, sufrió graves reveses. El nuevo tono básico de la diplomacia norteamericana es un reflejo de los cambios políticos internos de EEUU y, al mismo tiempo, un resultado de la extrusión por parte de la realidad internacional. Para Estados Unidos, la elección de Obama quizás no significa sólo grandes cambios políticos, sino, a lo mejor, grandes cambios culturales que simbolizan un nuevo desarrollo de la igualdad de razas y la cultura pluralista. La tesis de conflictos culturales de Samuel Huntingtun son, en realidad, preocupaciones por la depresión de la cultura anglosajona de la corriente principal y una predicción pesimista de los posibles cambios culturales en Estados Unidos. Al parecer, estos cambios están llegando con rapidez y, además, sin tanto pesimismo. Estos cambios culturales ejercerán tal vez influencia en la comprensión diplomática de los norteamericanos, que dará como consecuencia cambios en ideas diplomáticas. La diplomacia es la prolongación de la política interna; los cambios culturales dentro de un país suelen ejercer influencias fundamentales en su diplomacia.DIARIO DEL PUEBLO. 11-2-2009EEUU. The New York Times SIGUIENTE CAPÍTULO DEL RESCATE Alguien debería haber dicho al secretario del Tesoro Timothy Geithner que lo único que hay que evitar en momentos de incertidumbre es abrir nuevos interrogantes. Cuando la administración Obama anunció el nuevo y mejorado plan de rescate bancario el martes, el Sr. Geithner ciertamente pareció haber digerido algunos de los fallos de la administración Bush en su intento de rescate, en especial la falta de rendición de cuentas y la transparencia en la forma en que se gastaron los dólares de los contribuyentes. Lamentablemente, el resto de su discurso invitó, en el mejor de los casos, a un saludable escepticismo de los mercados, los legisladores y el público, y en el peor, a una mayor desconfianza. En primer lugar, no hay un calendario firme para el nuevo plan de rescate. Tan sólo se esboza. Esbozo es el llamamiento para crear un nuevo fondo de inversión público-privado que, en última instancia, compraría entre 500.000 y 1 billón de dólares de los activos tóxicos que obstruyen los balances de los bancos. Pero el Sr. Geithner no dijo cómo el Departamento del Tesoro operará con el fondo. Asimismo, no se refirió a ninguna otra medida sobre subvenciones de los contribuyentes o garantías gubernamentales que se puedan utilizar para atraer a los inversores privados a participar (…) Con lo ofrecido por el Sr. Geithner no tiene sentido vincular de manera significativa los rescates bancarios con la ayuda a los embargados. Se comprometió a usar 50.000 millones a detener los embargos hipotecarios “en las próximas semanas”. Pero con cerca de 10.000 familias enfrentándose cada día al embargo, esto se queda muy corto. Desconectar el próximo rescate con los embargos es aún más decepcionante el día después que el presidente Obama hablara en un mitin en Indiana diciendo que apoyaría a los propietarios para permitir que se acojan a la protección judicial, tras la pérdida de su trabajo o de sus hipotecas, pero en una fecha posterior. Después de más de un año de aumento inexorable de los impagos y de disminución de los precios de las viviendas, tan central para la estabilización de los bancos son las ayudas directas como el socorro a los propietarios. A mayor caída del precio de la vivienda, mayor es la tasa de impago en los bancos respaldados por activos hipotecarios. De forma inmediata, la falta de claridad y de norte en las observaciones del Sr. Geithner comenzaron a dar lugar a la especulación de que el "verdadero" plan consiste en abrir una gran puerta trasera para dar subvenciones a los bancos privados y sus accionistas con dinero de los contribuyentes. Geithner y el equipo de Obama (…) no han explicado por qué esta es mejor que otras ideas. Por ejemplo, ¿por qué no centrar la mayor parte de las subvenciones en los dueños de las viviendas en lugar de en los inversores de los bancos privados? El dinero sería igualmente canalizado a través de los bancos en ambos casos, pero objetivamente ayudaría a más gente centrándolas en los propietarios (…) THE NEW YORK TIMES. 10-2-2009 México. La Jornada CUENTOS DE HADAS SOBRE LA CRISIS Alejandro Nadal La interpretación más difundida sobre la crisis es que la codicia y la desregulación financiera generaron una burbuja especulativa. Cuando cayeron los precios de los bienes raíces, la burbuja reventó. En este proceso, los consumidores se tiraron tremenda borrachera de consumo y la codicia de los bancos estadunidenses llevó a otorgar hipotecas a personas que no eran sujetos de crédito. Los activos tóxicos contaminaron bancos, corporativos y fondos de inversión en todo el mundo. Eso congeló el crédito interbancario, colapsó la demanda y vino la recesión. Este cuento tiene la ventaja de ser conciso y claro. Su defecto no es que sea falso, sino superficial (…) Por eso hay que hacer algunas preguntas más incisivas (…) ¿Cuál es el origen de toda burbuja especulativa? Respuesta: la expansión del sector financiero. Pero eso ya está vinculado con problemas de la economía real. Por ejemplo, la Reserva Federal y las agencias regulatorias del sistema bancario estadunidense permitieron la creación monetaria en exceso y adoptaron la desregulación como bandera porque los sectores reales de la economía del capitalismo estadounidense estaban en problemas. Esa economía mostraba indicios de estancamiento desde los años 70: reducido crecimiento de la productividad, pérdida de poder adquisitivo de los salarios, caída en la inversión productiva, creciente capacidad instalada ociosa, así como un mayor desempleo abierto y disfrazado. En la década de los 80 también cayeron las tasas de innovación y difusión de “progreso” técnico en ramas clave de la producción (bienes de capital). (…) Todo eso estuvo acompañado de una brutal concentración de riqueza y una desigualdad creciente. El capital estadounidense saltó de una burbuja a otra. También intensificó la búsqueda de opciones para reducir el costo del trabajo. Por eso la subcontratación ciega y el desplazamiento de procesos de producción a entornos que permitían altísimas tasas de explotación. Pero ni las maquiladoras, ni el trabajo esclavo en Asia, frenaron las tendencias negativas. Los episodios de burbujas financieras siempre están asociados con un entorno en el que la rentabilidad de la economía real comienza a estancarse o a decrecer. La especulación financiera es la salida del capital, aunque en ese deporte extremo los ingenuos pierden hasta la camisa. La tendencia al sobreendeudamiento, o la propensión a la especulación, no se resuelven con inyecciones astronómicas de dólares a la economía. Desde esta perspectiva, el problema del paquete de rescate bancario de la administración de Bush no es que sea insuficiente, o siquiera que no impuso condicionamientos a los bancos. No, el problema es que es algo así como echar gasolina al fuego. Hoy la prioridad en Estados Unidos está en la solución de los problemas de la economía real, no en los del sector financiero. Es crucial detener el deterioro salarial y eso pasa por reorganizar todo el modelo económico, redefiniendo la política monetaria y reorganizando la política fiscal para ejecutar un gasto público comprometido con prioridades sociales. Será necesario también abrir nuevos canales de participación pública en las estructuras de gobierno, inventar nuevas formas de control social de los recursos productivos y democratizar el proceso de trabajo. Claro, eso es lo que el capital aborrece. Prefiere contar fábulas sobre la crisis. Los pueblos deben recibir la lucha que viene con reivindicaciones políticas bien definidas. Deben saber que si no se adopta un programa que enfrente los problemas de la economía real, la crisis va a empeorar. El capital va a resistir por todos los medios a su alcance. Bush lo sentenció: si no se aprueba el paquete de rescate, podría ser necesario invocar la ley marcial y declarar el estado de sitio. Para amenazas, ninguna más clara. Un análisis similar se aplica, ceteris paribus, a la economía mexicana. Las tonteras de Slim, o las pronunciadas por Calderón-Ortiz-Carstens revelan que desde el poder sólo se busca engañar. Pero los cuentos de hadas son para niños. Y parafraseando a Marx, decimos que los pueblos no pueden regresar a ser niños, a menos que caigan en el infantilismo. Hay niños mal educados y otros, los obedientes, que se convirtieron en adultos prematuramente. Yo creo son preferibles las preguntas de los niños mal educados. LA JORNADA. 11-2-2009

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