Crisis del textil

Lo barato sale caro

¿Cuánto cuesta un tricornio? Pues cuatro euros los que vienen fabricados de China, frente a los 38 euros que cuestan los producidos por una fábrica sevillana. Con los uniformes de la Guardia Civil pasa lo mismo. Importados de China cuestan 60 euros, vendidos aquí­ trescientos.

Un informe de la Agruación Textil de Béjar afirma, por el contrario, que el coste visto desde los intereses de conjunto de nuestro país es mayor. Muchos obreros del textil salmantino han ido a la calle y ese es el verdadero drama que se encierra en una zona que en su momento álgido, los años setenta, llegó a albergar un sector que empleaba seis mil trabajadores. La ciudad que fuera entonces considerada un referente nacional por sus paños, hoy presenta un paisaje desolador. Tan sólo trescientos de esos seis mil puestos de trabajo se mantienen en tres empresas (Farrás, Manuel Bruno e Hijos de Rafael Díez), No es difícil de imaginar que una parte de esos obreros pueden estar trabajando en empresas de Seguridad con uniformes “made in China”, o de Limpieza usando paños “made in Taiwan”. Los empresarios denuncian que el Gobierno adjudica, desde el año pasado, la confección de los uniformes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a empresas chinas por sus precios más baratos. En el caso de los uniformes de la benemérita encarga a la empresa Sibide, ubicada en Tianjin (China), la fabricación, desde hace más de un año, de una media mensual de 1.650 trajes, otros 1.650 pantalones y 500 chaquetas para los uniformes de la Benemérita. Una denuncia, por otro lado que no es nueva. Al gobierno Zapatero se le ha criticado varias veces que promueva el consumo de productos españoles por un lado, mientras la propia administración echa mano de productos extranjeros. Recordemos que las bombillas que el Ministerio de Industria regalaba dentro del plan de ahorro energético estaban fabricadas en Alemania, mientras la empresa Cegasa languidece en Vitoria ERE tras ERE. Para el empresario Manuel Bruno, "desde hace cuatro años es imposible competir con los países de Asia, que le dan a sus trabajadores un salario medio de unos 60 euros, sin Seguridad Social". Los empresarios del textil exigen que los uniformes oficiales recuperen el “made in Spain” para reactivar el sector. Y tienen razón. Reforzar la producción y el consumo nacional sería una medida dentro de una salida nacional y popular a la crisis. Pero parece que no es el caso.

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