Opinión

¿Llega la Crisis Económica al CERN?

El 7 de mayo ha sido anunciado por parte del ministro de ciencia austriaco Johannes Hahn que Austria dejará de pertenecer al CERN (Centro europeo para la investigación (sub)nuclear) a finales del 2010. La decisión ha sido tomada sin previa consulta a los cientí­ficos y al CERN mismo y la razón oficial son problemas en los presupuestos. Es una noticia muy mala para la ciencia austriaca y una señal malí­sima para el resto de paí­ses.

Es una noticia muy mala ara un país que ha dado lugar a físicos como Ludwig Boltzmann, Erwin Schroedinger, Lise Meitner ,Viktor Franz Hess y Bruno Touschek. De forma directa esta decisión va a afectar a los físicos y técnicos austriacos que trabajan en el CERN y a todos los investigadores y estudiantes ligados a este laboratorio único que suelen ser grupos de física de partículas, nuclear, matemática y de astropartículas. En particular el Instituto de Altas Energías (HEPHY) de la Academia Austriaca de la Ciencia y el MedAustron, un centro para la investigación y el tratamiento del cáncer están en gran peligro. La contribución actual de Austria al CERN es de 16 millones de Euros anuales, lo que suponen 2 Euros por austriaco al año. Es una cantidad realmente ridícula (0.47%) del presupuesto total para ciencia que además en Austria ha sido aumentado recientemente un 15%. En medio año el acelerador de partículas reanudará los experimentos y en los próximos años se esperan grandes avances para la física de estos experimentos. Si no hubiese crisis, dejar ahora el CERN se vería como un suicidio científico total. Aun así, partiendo de los datos oficiales que se dan, la actuación no parece estar muy lejos de un suicidio. No sólamente la participación en el CERN ha supuesto encargos millonarios de maquinaria a la industria austriaca, sino que con esta actuación Austria se despide de estar a la vanguardia de la ciencia con todo lo que eso conlleva. El conocimiento en el terreno de la física nuclear y subnuclear también conlleva cierta importancia militar, por lo que salirse del CERN supone hacerse más dependiente en todos los terrenos. En ese sentido no resulta nada recomendable coger el camino establecido por el ministro de ciencias austriaco que todavía tiene que ser ratificado por diferentes instancias austriacas. Abandonar el proyecto que implica el CERN, colectivamente sería un grave error, porque de ahí van a salir las innovaciones tecnológicas del futuro que van mucho más allá de una de las aplicaciones inmediatas quizás más conocidas como el “world wide web” que se desarrolló para facilitar el intercambio de información entre científicos.

Deja una respuesta