Música

Lila Downs: Un Terremoto Mixteco

Sobre el escenario, la copla de forma atrevida y la ranchera surrealista, Martirio y Lila Dawns. Fue el 23 de julio del año pasado en los Veranos de la Villa de Madrid. La conexión se estableció desde la primera nota. Los ojos de Lila recaí­an atentos sobre Martirio, y a cada frase de Lila le seguí­a un ¡ole! de Martirio. Algo parecido ocurre con la colaboración que hace Lamari de Chambao en la canción «Ojo de culebra».

Lila Downs cuenta, ni más ni menos, que con el testigo de Chavela Vargas, recibido en el homenaje que se le brindó en Ciudad de México. Y bien recogido está ara orgullo de tan excepcional madrina musical. “Yo soy muy distinta, pero creo que en esencia tengo la misma fiera dentro, aunque controlo a la Bestia”, dice entre risas refiriéndose a Chavela Vargas. Hija de un escocés profesor de cinematografía y de una india mixteca cantante de Cabaret, Lila Downs pinta entre el expresionismo y el surrealismo de Frida una mezcla de sonidos indígenas mexicanos – el mixteco, el zapoteco, el maya y el náhuatl -, folcklore oaxaqueño y música contemporánea sin restricciones. Pero al igual que sus trajes parecen cuadros de la celebre pintora mexicana y sus videos son remarcados igualmente, Lila “cojea” en el deje. Y es que aunque en sus discos incluya también los sonidos más frescos del pop, hay frases en las que se confunden el mariachi llorón y el cantaor cojo: alma y duende. Compuso para la película en la que Salma Hayeck interpretaba a Frida Kahlo y su cuarto disco lo dedicó a Digna Ochoa, una activista de los derechos humanos mexicana que murió en extrañas circunstancias – para la familia su muerte no fue un suicidio – . Su historia ha sido también, en parte, la de una inmigrante forjada en el mestizaje, no solo de sangre. Canta además en francés y se atreve con la música en todos sus frentes sin dejar de imprimir un sello propio:Con luces y colores de suma viveza pareciera que al verle actuar se trasladara uno en el tiempo sin moverse en él. Es capaz de armonizar el pasado y el presente desdibujando la línea entre ellos. No es folk, ni fusión. Ella canta una ranchera y de verdad, con “duende”. Pero entonces Minnesota, California… y la Heróica Ciudad de Tlaxiaco se dan la mano cuando lo hace. Estudiante de Bellas Artes, Canto y Antropología, nadie diría que la india mixteca que se sube al escenario es la misma que regaló un unplugded – concierto básico – en la MTV interpretando con voz casi negra una pieza de jazz decorada con trompetas mariachis e interrumpida por percusiones mayas, puro "duendalma".

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