í‰xito desbordante de Galicia Bilingüe

Libertad para elegir

Hoy domingo se ha celebrado, con un éxito desbordante de asistencia de ciudadanos gallegos, alrededor de cinco mil personas, una manifestación del movimiento ciudadano Galicia Bilingüe con el objetivo de reivindicar la libertad de elección lingüí­stica, expresada en el lema «Quiero libertad para elegir». Gloria Lago lo explicó, con claridad meridiana y con razones sólidas, ante toda la gente que abarrotaba la mí­tica Plaza de la Quintana en Santiago, en un discurso, alternativamente en gallego y en castellano, «son las personas las que tienen los derechos, y no las lenguas». Demandó respeto para los niños, exigiendo el derecho a elegir una casilla en la que se pueda pedir en qué lengua desean los padres que sean educados sus hijos; exigió el «cese del adoctrinamiento» en la enseñanza; solicitó señalizaciones y comunicaciones oficiales bilingües; libertad para los comerciantes a fin de que escojan la lengua que prefieran para sus negocios; y reclamó que las subvenciones a la creación cultural se concedan a obras en ambas lenguas.

Galicia Bilingüe está luchando, ni más ni menos, contra el nacionalismo excluyente que imone, ahora también en Galicia, el uso de una lengua, el gallego, e impide el uso de la otra lengua de esta comunidad bilingüe, el castellano, que además es la lengua común en toda España e Iberoamérica de más de 400 millones de hablantes. Como declaró la líder de Unión Progreso y Democracia, Rosa Díez, que asistió manteniéndose siempre en un segundo plano y acompañada de un nutrida representación de su partido en Galicia, su presencia en la manifestación para reclamar libertad de idioma en la escuela se debía a que es preciso defender “derechos conculcados”, y hace falta equiparar la democracia española a otras “democracias europeas donde hay más de una lengua oficial”, donde “es el ciudadano el que elige”. En Galicia, donde no existía ningún conflicto lingüístico desde la Transición democrática, dado que la población podía usar, indistintamente y a su conveniencia, tanto el gallego como el castellano, el nacionalismo excluyente ha creado un problema cada vez más grave con la utilización política de la lengua gallega imponiendo su uso al viejo estilo franquista. Y ha organizado a sus “cachorros” callejeros para que siembren el miedo, a semejanza del País Vasco y de Cataluña. Por ello, Gloria Lago, al final de su intervención en la Plaza de la Quintana, utilizada por los nacionalistas para sus actos como si fuera de su propiedad, denunció los actos de violencia callejera organizados hoy para provocar, que eran un intento evidente “de restringir la libertad, lo que resulta totalitario y fascista”. Con valentía y coraje, recomendó a los presentes que no tuvieran miedo. “Yo llevo aguantándolos año y medio, y ahora incluso hay uno que me habla”, dijo.

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