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Como anuncian algunos medios de opinión, tras la celebración de las elecciones europeas, dentro de tres meses, se presenta un periodo «idóneo» de dos años sin comicios para pactar una nueva reforma de las pensiones.
La reforma de las ensiones en España puede significar una reducción significativa de nuestras ya míseras pensiones. Actualmente se promedian los últimos 15 años de sueldo para calcular las pensiones, con la reforma podrían pasar a ser 30 años o toda la vida. Pero cuantos más años entren en el cálculo menor será el monto de nuestra jubilación.Está por verse cuál será el total de años calculados para la jubilación, pero lo que está claro es que con este nuevo pacto "de Toledo" nuestros responsables políticos anuncian que intentarán bajarnos las pensiones. Dicen que para mantener su viabilidad porque según diversos estudios entre 2015 y 2029 el sistema estará en déficit o dicen que la reforma es imprescindible para garantizar a millones de ciudadanos una prestación cuando se jubilen. Aunque actualmente, en medio de plena crisis económica, la Seguridad Social tiene un superávit de más de 57 mil millones y presenta los mejores costes de gestión de toda Europa. Se dice, para justificar un recorte de las pensiones, que a largo plazo los ingresos no podrán cubrir el pago de las pensiones, cuyo gasto se disparará debido al aumento de la esperanza de vida y el descenso de la natalidad de las últimas décadas. Aunque en ambos casos ha sido gracias a la inmigración que nuestro sistema está en superávit y no existe ninguna razón de fondo para que esto tuviese que cambiar. ¿Qué se busca con la reforma? Una reducción mayor de las pensiones llevará a los trabajadores a una obligada cotización adicional en algún Fondo privado para garantizarse una jubilación digna. Es decir, la reforma de las pensiones nos prepara una injustificada privatización soterrada con la que de nuevo gana la banca.Para justificar estas medidas se habla mucho de la ruina del sistema público de pensiones, pero habría que preguntarse ¿qué serían de nuestras pensiones si hubiesen estado ya en manos privadas? Con la crisis en el 2008 disminuyó en 21% el valor medio de las carteras de los 100 principales planes de pensiones corporativos en EEUU, mientras que sus compromisos de pago crecieron un 1,2%. Algo tan importante como nuestras pensiones no pueden estar en manos privadas. Todo esto no significa que no haga falta una reforma de las pensiones, pero no por donde nuestros responsables políticos la quieren dirigir. ¿Por dónde puede ir la reforma para garantizar la viabilidad de la Seguridad Social? Para empezar el dinero de superávit de la Seguridad Social se puede y debe invertir en creación de riqueza y empleo. Si el futuro del sistema público de pensiones depende del empleo, hay que poner a trabajar los 57.223 millones que atesora la Seguridad Social.