José Blanco, llenar España de obras contra la crisis

Las viejas recetas

En sus primeras declaraciones a la SER después de ser nombrado ministro de Fomento por Zapatero, José Blanco, ha presentado como propuesta estrella de su ministerio el diálogo con las comunidades autónomas para «priorizar» las obras de infraestructuras que «creen más empleo» y «contribuyan a luchar contra el cambio climático» para salir de la crisis. Entre ellas, Blanco se ha comprometido con el AVE a Valencia para el 2010 (como estaba previsto), el AVE a Galicia para el 2012 y el traspaso de cercaní­as a la Generalitat catalana.

Lo que se resenta como un encomiable plan de infraestructuras plantea dos problemas claves. De entrada, los proyectos estrella que presenta Blanco ya se supone que están aprobados y en construcción. ¿Acaso es un mérito cumplir los plazos establecidos?Pero sobre todo el problema es que Blanco está proponiendo una especie de España en Obras para salir de la crisis. ¿Otra vez las obras públicas tirando del empleo? ¿Y qué pasará cuando se acaben? ¿Pero no es esto una nueva versión del modelo basado en la construcción que ya se ha hundido?Los dirigentes del PSOE y del gobierno se han llenado la boca con promesas del cambio de modelo económico, de innovación… pero no hacen nada para ello. ¡Más obras –que además ya están previstas- es lo único que se le ocurre a Blanco! ¿Dónde están los proyectos de futuro en desarrollo energético o los proyectos industriales que vuelvan a regenerar un tejido productivo potente? ¿Por qué no se priorizan estos sectores y se recurre a viejas recetas fracasadas y a las constructoras, otra vez?Blanco, como secretario de Organización del PSOE, ha impuesto un férreo control en el partido, sobre todo eliminando el sistema de elecciones primarias para la elección de los candidatos dentro del PSOE. Lo que llegaron a llamar “la fiesta de la libertad” se liquidó en aras del pragmatismo; según Blanco, “porque así lo aconsejan para obtener los mejores resultados” electorales. Y ahora como ministro viene con las viejas recetas para lograr una reactivación a corto plazo de empleo pero sin ningún programa para el futuro del país y de los trabajadores. Como ministro, Blanco ha empezado pareciéndose más al “Pepiño” que maneja los hilos para eliminar opositores y lograr resultados electorales a corto plazo. Claro que no es lo mismo el pragmatismo sin principios con Zapatero triunfante en la primera legislatura que ahora en plena crisis.

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