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Mientras el cierre de Megaupload sigue produciendo miles de líneas en Internet, el desconcierto aumenta en torno a su verdadero significado. Hay un ataque a la libertad, sí, pero sobretodo asistimos a una cruenta disputa entre gigantes por ver quién es el primero en ponerle vallas al monte.
Inmediatamente después del cierre de la web de descargas, decenas de sitios similares iniciaron la “limpieza” de sus enlaces previniéndose de ser los siguientes en la lista del FBI. Hay quien ha llegado a temer por el futuro de un servicio que se ha extendido por todo el planeta a una velocidad inusitada. No hay por qué preocuparse. Por mucho que corran, de momento, es imposible ponerle vallas al monte, o al menos a todo él. Las alternativas son muchas, y si se acaban aparecerán nuevas. Esa es una realidad inevitable… por la gente, y por las características de la red.Por otra parte, las noticias sobre “la verdadera historia” del dueño de Megaupload se han extendido. Prostitución, drogas, blanqueo de dinero, corrupción, sobornos… aunque todo sea verdad, realmente no tiene ninguna importancia. La justicia debe actuar y los culpables rendir cuentas. Pero no podemos evitar notar ese extraño olor a “oportuna casualidad” cuando salen a la luz todos los trapos sucios de este alto ejecutivo alemán, aunque realmente tampoco tiene la simpatía de nadie. Así que, si Megaupload no es un defensor de las libertades, por mucho que se intente presentar así mismo como tal, y si por mucho que lo pretendan, al menos en lo inmediato, el control sobre la red está todavía lejos de la pesadilla orwelliana, ¿cuál es el meollo de todo este asunto?Desde hace décadas Internet se ha convertido en una de las fuentes más rentables para los grandes grupos monopolistas, especialmente para los sectores más dinámicos de la oligarquía norteamericana. La competencia a girado en torno a dos variables, la innovación y el control. Es decir, quién es capaz de adaptarse más rápido a las características del mercado de la red, y desarrollar los mecanismos más eficaces para controlar el tráfico en ella.«Internet se ha convertido en una de las fuentes más rentables para los grandes grupos monopolistas»Meses antes del cierre de Megaupload, Kim Dotcom, anunció la puesta en marcha de una plataforma musical a través de la cual los artistas podrían gestionar sus derechos en la venta masiva en la red, pudiendo percibir hasta el 90% de los beneficios. En palabras de Dotcom: “tenemos una solución llamada Megakey, que dejará que los artistas ganen dinero de los usuarios que descargan su música gratis, así es, les pagaremos a los artistas aún por las descargas gratis. El modelo de negocio de Megakey fue probado con mas de un millón de usuarios y funciona”No es UMG, la discográfica que demandó a Megaupload, la más perjudicada, sino Apple y su plataforma iTunes. Y en todo caso los gigantes norteamericanos de la industria musical. Aquí están las dentelladas y el pastel a repartir a través de dos formas diferentes de apropiarse de la riqueza. Pero no olvidemos que de lo que hablamos no es solo de beneficios, sino de la capacidad de conocer y controlar las costumbres de millones de usuarios en todo el planeta.